Pestiños de la abuela
Mi abuela Magdalena (el nombre era bastante premonitorio) era la reina de la repostería frita. Ella dominaba todas las recetas tradicionales que había heredado de su madre, sus tías, sus abuelas... sin necesidad de tablet, PDA, portátil ¡ni tan siquiera un triste papel! porque mi abuela no sabía leer ni escribir y todo lo guardaba en la memoria.
Es increíble que después de tantísimos años todo le siguiera saliendo perfectamente y es una lástima que nos dejara y no hubiésemos tomado la precaución de anotar cómo hacía tantas y tantas cosas. Y es que todo le salía tan bueno que siempre lo hacía ella y aunque mi madre se metió mil y una veces con ella en la cocina de algunas recetas no se acuerda, o más bien no se acuerda de las medidas, porque como es de esperar mi abuela no pesaba ningún ingrediente, sino que reposteaba midiendo con un cuenco, una taza, un vaso... Seguro que alguna vez os han dado una receta así.
Esta receta la habíamos perdido porque mi madre no se acordaba de la cantidad de harina y a base de pedir recetas a conocidas a ver si encontrábamos una que se aproximara a la de mi abuela dimos con esta que la única diferencia que tiene respecto a la de mi abuela es el uso de levadura, que mi madre asegura que mi abuela nunca la usó, pero de sabor son de lo más parecido a lo que recordamos (más bien recuerdan mi madre y mi padre, porque yo era tan tonta entonces que prefería un bollycao o un paquete de donuts a los dulces de mi abuela ¡así de redonda me criaba!)
Soy consciente de que nunca vamos a preparar unos pestiños iguales porque lo que los hace diferentes es lo que yo llamo "el toque" y que es esa peculiaridad que tiene cualquier receta (dulce o salada) que aunque tú veas hacer un millón de veces y le pongas exactamente lo mismo nunca te va a salir como a quien te la ha dado, y estoy segura de que entendéis a qué me refiero.
Así que aunque ya haya pasado Semana Santa y tengamos que volver a la rutina (algunas comunidades afortunadas tienen hoy día de fiesta que los demás ya disfrutamos el pasado jueves) quería compartir con vosotros estos pestiños porque me niego a que las buenas recetas vengan con fecha en el calendario. Ya me gustaría a mí que los hubiese hecho mi abuela ¡menuda colaboración de oro en mi blog! pero los hemos hecho codo a codo mi madre y yo la tarde del domingo de ramos. La masa la prepara una servidora y luego nos vamos turnando para hacer los pestiños y para freirlos y rebozarlos en azúcar.
Antes yo preparaba los pestiños y mi madre los freía siempre, pero ella se empeña en mover constantemente la sartén y se acaban abriendo y a mí me quedan más bonitos y no paro de regañarle. Es todo un orgullo cuando me dije "¡Hija mía eres igual de maniática que tu abuela que en cuanto me ponía con la sartén me quitaba porque no me salían las cosas a su gusto!" ¡Es todo un honor haber heredado su gusto por la repostería!
Este es el homenaje que le brindo a mi abuela desde aquí porque esté donde esté confío en que siga viendo cómo su nieta se ata el delantal, se recoje escrupulosamente el pelo en un moño y mete las manos en harina como ella hacía en su tiempo.
¡Espero que disfrutéis de estos pestiños!
Antes yo preparaba los pestiños y mi madre los freía siempre, pero ella se empeña en mover constantemente la sartén y se acaban abriendo y a mí me quedan más bonitos y no paro de regañarle. Es todo un orgullo cuando me dije "¡Hija mía eres igual de maniática que tu abuela que en cuanto me ponía con la sartén me quitaba porque no me salían las cosas a su gusto!" ¡Es todo un honor haber heredado su gusto por la repostería!
Este es el homenaje que le brindo a mi abuela desde aquí porque esté donde esté confío en que siga viendo cómo su nieta se ata el delantal, se recoje escrupulosamente el pelo en un moño y mete las manos en harina como ella hacía en su tiempo.
¡Espero que disfrutéis de estos pestiños!
Ingredientes:
Para la masa
* Una medida de aceite de oliva virgen extra
* Una medida de vino
* Cuatro medidas de harina
* Una copita de anís
* Dos pellizcos de matalahúva. Incluso medio más si hacemos más de un kilo de harina.Eso depende de que os guste más o menos el sabor de la matalahúva.
* Un sobre de levadura (si usamos una medida pequeña y utilizamos entre medio kilo y uno de harina pondremos medio sobre, y si es menos de medio kilo de harina una cucharada de postre)
Cuando hablo de medidas me refiero al cacharro que tengáis en casa y más rabia os dé. Un vaso, una taza, una jarrita... ¡lo que queráis! os aseguro que con cualquier cacharro que uséis como medida salen siempre bien.
Al hablar de pellizcos me refiero a la cantidad que puedes coger entre los dedos índice y corazón. Y la copita es el equivalente a un vaso de chupito, aunque las copas de cristal tallado o al ácido de nuestras abuelas tenían mil veces más glamour.
Además necesitaremos
* Una cáscara de naranja o de limón
* Abundante aceite de oliva para freir los pestiños
* Azucar para rebozar
* Canela molida
Elaboración:
1. En una sartén ponemos una medida y un poco más (para asegurarnos que después vamos a tener aceite suficiente) de aceite de oliva virgen extra junto con la cáscara de la naranja o el limón (lo que tengáis en casa o lo que más os guste) y la ponemos al fuego para tostar el aceite. ¡Ojo! he dicho tostar, que no quemar, para quitar el sabor a aceite crudo. Esperamos a que se temple y retiramos la cáscara.
2. En un bol amplio, y quiero subrayar la importancia de que sea bien amplio, ponemos el aceite, el vino y el anís y mezclamos con la ayuda de un tenedor.
3. Machacamos un poquito la matalahúva con el mortero (mi abuela siempre lo llamaba el almirez) y la añadimos al bol.
4. Ponemos la harina (una medida tras otra, sin miedo, y sin necesidad de tamizar) y por último la levadura. Incluso podéis prescindir de ella, aunque a mí me gusta para que le dé un poquito de esponjosidad al pestiño y no sea una masa reseca y ahogadiza.
5. Con una mano sujetamos el bol y con la otra empezamos a mezclar. Obvia decir que tendremos las manos limpias limpísimas desde el momento de ponernos a hacer la masa.
6. Cuando la masa vaya cogiendo forma y deje de ser pegajosa (uno o dos minutos, no más, se hace bien rápido, incluso con una cantidad grande de ingredientes) podemos amasar con las dos manos para terminarla. La masa estará lista cuando sea elástica y fácilmente manejable, podamos hacer bolitas con las manos sin que se nos pegue y no deje un rastro excesivamente pringoso de aceite en las manos.
Lo normal es que con estas medidas no haga falta rectificar la masa, pero hay veces en las que la harina no admite bien los líquidos y queda la masa muy blanda o aceitosa, con lo que vamos añadiendo harina poquito a poco y seguimos amasando hasta tener una masa elástica.
También se podría dar el caso de que la masa quedase dura, así que podemos añadir un chorrito de vino y otro de aceite, amasar y añadir más si fuera necesario. Pero os aseguro que nunca se nos ha quedado dura, en todo caso pelín blandita y se ha solucionado con un puñado de harina.
7. Cuando tengamos la masa lista (lo más probable es que os salga a la primera sin necesidad de rectificar nada) la dejamos reposar en el bol tapada con un paño de cocina unos 15 o 20 minutos.
8. Para hacer los pestiños estiramos porciones de masa con el rodillo (el grosor será de dos a cuatro milímetros) y cortamos cuadrados y plegamos como más nos guste. Los pestiños tradicionales se hacen juntando dos picos opuestos del cuadrado en el centro, pero nosotras los doblamos como mi abuela, cortamos un rectángulo y doblamos el pico superior a la derecha y el pico inferior opuesto a la izquierda y quedan tipo rizados como podéis ver en las fotos.
9. Ponemos abundante aceite de oliva (como somos de Jaén siempre hemos hecho la repostería frita con aceite de oliva, nada de aceites de semillas) en una sartén amplia y honda y cuando esté caliente empezamos a freir nuestros pestiños.
Mi consejo es que el aceite no esté muy frío porque entonces los pestiños se van a abrir y a empapar de aceite, pero que tampoco esté excesivamente caliente porque entonces se hará rápidamente por fuera y por dentro quedará crudo.
En cuanto al número de pestiños que echamos en la sartén cada vez ¡pues los que buenamente quepan! Una cantidad razonable que nos permita moverlos y darles la vuelta con comodidad.
10. Cuando los pestiños estén dorados por ambos lados los sacamos y los dejamos escurrir en una bandeja sobre papel de cocina y un par de minutos después, mientras aún estén calientes, rebozamos con azúcar o con azúcar y canela ¡a vuestro gusto!
Si os salen muchos ¡no os preocupéis! Se guardan perfectamente en un tupper o en una lata bien cerrados, aunque mi abuela los guardaba en ollas de porcelana. Eran marrones por fuera y azules por dentro y seguro que también la mayoría de vosotros las conocéis. Un día de estos las voy a buscar para aquellos que nunca las hayan visto, aunque en Andalucía en todas las casas de las abuelas siempre he visto las mismas ollas.
Los pestiños los podéis tomar solos (ya veréis cómo los ratoncillos vuelven a acudir a la lata) o acompañados de un café, un chocolate caliente, una copa de anís o de vino dulce. Ahora que ya ha pasado y no hay posibilidad de gafarla confesaré que prefiero cuando en semana santa hace frío, porque apetece aún más tomarse estos pestiños acompañados de una bebida caliente o una bebida de las que calientan por dentro, pero aún con calor se disfrutan igual.
Los pestiños los podéis tomar solos (ya veréis cómo los ratoncillos vuelven a acudir a la lata) o acompañados de un café, un chocolate caliente, una copa de anís o de vino dulce. Ahora que ya ha pasado y no hay posibilidad de gafarla confesaré que prefiero cuando en semana santa hace frío, porque apetece aún más tomarse estos pestiños acompañados de una bebida caliente o una bebida de las que calientan por dentro, pero aún con calor se disfrutan igual.
Manos a la masa y ¡bon appètit!
Nunca los hice Cuca, y que ricos tienen que estar, te han quedado fabulosos, anda que si la abuela Magdalena era la reina ahora se verá desbancada por ti jeje, madre mía que delicia a puñados me los comería....Bess
ResponderEliminarTengo algunas recetas como dices, con media de referencia " vaso" " cuenco" etc
ResponderEliminarPero como bien dices lo que muchas veces dá ese toque magistral es el " toque" personal y sobre todo el amor que se pone en ello.
Tú siempre cuidas hasta el más mínimo detalle, por eso y por dejar siempre una grata sensación ... Gracias!!!!
Mi abraz✴ Cuca!
Unas recetas increibles las de las abuelas, pues ahora no nos sale nada si no es requetemedido y antes con apenas conocimientos y nada de cacharrería industrial nos hacian unos dulces geniales. Y para muestra tus pestiños, una ricura que ya nunca más vamos a olvidar.
ResponderEliminarUn beso.
No hay nada más delicioso que una receta dulce de una abuela! Creo que aunque apuntasemos cantidades, nunca llegaríamos a preparar esas recetas como ellas! A mí me ocurre con mi abuela, por más que algunas me las explica, las hago con ella,.....no hay manera, como la queda a ella, jamás me quedará a mí. Y esta receta que traes hoy me encanta, estoy segura de que a tu abuela la quedaban de cine y para comerse uno tras otro, sin duda! bss
ResponderEliminarmuchas gracias por compartir esta receta de tu abuela, a mi desde luego las recetas de las abuelas me encantan, además te han quedado muy lindos y apetecibles, me la anoto!!
ResponderEliminarHola Cuca, qué tal la semana santa? Ya veo que entretenida jeje. Qué pena no haber guardado todas esas recetas de nuestras abuelas, lo que nos hemos perdido. Seguro que estos pestiños no son iguales a los de tu abuela, no sé que secreto tenían las abuelas que nunca queda como a ellas, pero seguro que se parecen mucho y están deliciosos. Un besote y feliz comienzo de semana!
ResponderEliminarMenuda pinta! que ricas te han quedado, las recetas de las abuelas son maravillosas, y es una pena que muchos de esos platos que preparaban se vayan con ellas.
ResponderEliminarBicos
Las recetas de la abuela son las mejores así que no puedo dejar de pensar en comerme unos cuantos de estos deliciosos pestiños.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas y feliz semana.
Que bonito lo que nos has contado, mis abuelas no eran tan reposteras pero tuve una vecina a la que quería como una abuela y me enseño a preparar las rosquillas o como lo llamamos aquí, bollos fritos. Lo malo es que como siempre la tuve cerca nunca anoté la receta, era muy niña para pensar que un día nos iba a dejar. Además de tu receta lo que más me ha gustado es conocer un poco a tu abuela y esas palabras tan bonitas como matalahúva o almirez que me recuerdan a mi infancia y a mi vecina. Besos y feliz semana!
ResponderEliminarQué pestiños más ricos!!! Sin duda las recetas de las abuelas son las mejores! Mi abuela es una crack también, se las sabe todas de memoria y nunca nada le sale mal!
ResponderEliminarUn besito :)
Qué pena que se pierdan esas recetas tan ricas de nuestras abuelas. En mi casa, nos ha pasado algo parecido con los rosquillos de Semana Santa. Una hermana de mi abuela hacía los mejores rosquillos del mundo y siempre dejaban que los hiciese ella. Las medidas, eran las de todas las abuelas: un vaso menos un dedo, una pizca, una cuchara con colmo.... El caso es que a nadie le dio nunca por pesar todo aquello, jaja y ahora no hay forma de encontrar la receta. Tenemos una aproximada, pero que a pesar de que salen ricos, no están como los de mi tía... Qué recuerdos!!
ResponderEliminarY bueno... después de soltar todo este rollo, decirte, que me encantan tus pestiños y que desde mi opinión, salen tan ricas, tanto por la combinación de ingredientes, como por la de cocineras madre-hija. Quienes tenemos la suerte de poder seguir cocinando con ellas, somos unas verdaderas afortunadas.
Un besazo
Chica que envidia me das cuando me pongo a leer tus entradas.
ResponderEliminarMe don de palabra,jajaja, yo como mucho tres párrafos, mas no puedo.
A lo que vamos, queeee ricos, yo este año, nada de pestiños. Otra vez será. bsss.
Seguro que tu abuela está orgullosísima de ti!!! No hay más que ver lo bien que cocinas!!!! y estos pestiños, aunque tu dices que no son como los de ella, desde luego la pinta es estupenda!!!.
ResponderEliminarUn beso.
Que ricos Cuca !!!! y cuanta razón llevas con respecto a las medidas, mi madre media algunas recetas de dulce con el peso de los huevos o los mismos cascarones, y lo mejor, siempre les salían perfectos. Yo, al igual que tu hoy he publicado un dulce dedicado a mis padres, Gañotes, de aspecto así se parecen, aunque la receta y el sabor no son lo mismo. Un besito
ResponderEliminarEl otro día los probė y me encantaron, esta receta es un lujazo.
ResponderEliminarbs
Ai Cuca,me has hecho lagrimear un poco con lo de tu abuela,porque me ha recordado tantisimo a la mia,la mia también se nos fue sin poder haber podido aprovechar a pedirle esas recetas tan ricas que nos hacía,precioso homenaje a tu abuelita y deliciosos segurisimo!
ResponderEliminarbesotes guapa!
Cuca nunca los he hecho pero tu receta es de lujo ,las abuelas han sido ,son y serán lo mas como se aprende .
ResponderEliminarUn beso preciosa!!
Cómo me suenan estas cosas. Es que nuestras abuelas eran las más inteligentes del mundo. Yo nunca las vi apuntar , ni medir, ni pesar. Todo a ojo!! Y se acordaban de miles de recetas que tenían en la cabeza y yo ya a veces tengo que mirar el blog para ver cómo hice tal o cual cosa!! Jajajaja!! Seguramente tu habrás heredado el arte de tu abuela y estos pestiños te han quedado espectaculares de buenos. Ya sabes que las recetas tradicionales son las que más me gustan y además creo que debemos mantenerlas.
ResponderEliminarMil besos y feliz semana
Cuca, que de recuerdos han despertado en mi tus pestiños, mi madre heredó de mi abuela, la gran mayoría de recetas de dulces, y yo las he heredado de ellas.
ResponderEliminarLo que pasaba en su época, era lo normal, si no tenían casi ni para comer, como iban a pesar, medir, etc, lo hacían a "ojímetro" y les funcionaba siempre.
Yo si tuve la precaución de anotar la mayoría de sus recetas, pues desde niña he sido muy precavida, y no quería perder la tradición.
Mi madre aún se mantiene perfectamente lúcida, y recuerda hasta lo que comió el día de su bautizo, ja, ja, ja... pero hacer ya no hace nada, que sus piernas no se lo permiten, y es a mi a la que da la vara con sus consejos y regañinas, je, je, je..es que no para, porque ponerse de pie no puede pero la boca no hay quién se la tape, yo le digo, que si fuera sargento, los subordinados temblarían nada más verla venir.
Los pestiños en casa, los solemos hacer en navidad, pero como tu dices, cualquier momento es bueno para disfrutar de todo lo que nos gusta, ¿porqué esperar?
Los de azúcar, son los favoritos de mi hermano, y hay que reservarle a él un plato repleto, para él solito.
Bueno guapa, que no se puede llegar de unas mini vacaciones con mejor pie, estos pestiños estoy deseando comerlos, pero ya!!!
Besosy feliz rentrèe!!!
Coincido contigo en que nunca por mas que lo intentemos seremos capaces de conseguir el sabor de las recetas de nuestras abuelas y madres que aun haciendo todo a ojo siempre les queda de relujo ,es una pena perder esas recetas a mi tambien me ha pasado lo mismo con muchas de las que hacia mi abuela que por bagancia no las anote en su dia y ahora no sabes lo que me arrepiento ,pero eso si siempre preferi sus postres a los bollicaos o donuts comprados pese a que no los comia nada mas que en contadas ocasiones pues en casa mi madre siempre hizo ella los postres al igual que yo si comemos algo comprado es en vacaciones cuando el mono del dulce ya no se puede aguantar jajaja.
ResponderEliminarDe los pestiños que decirte si se ven deliosos ademas seguro que tienen que estar de muerte relenta.
Bicos mil wapa.
Estos pestiños están super ricos!!besos
ResponderEliminarMadre mía que buena pinta tienen!!!!!!! Me esta entrando hambre solo con verlos. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarQue ricos cuantos recuerdos me traen , estas recetas las tenemos que tener siempre gracias besitos
ResponderEliminarCuca, hoy en Isla hay un post que ha surgido... Inspirada entre las delicias de tu blog.
ResponderEliminarUn abraz✴
Cuca, pero que ricos son los pestiños!!!!
ResponderEliminarEstas son las mejores recetas que hay, la de nuestras abuelas. Guardala como un tesoro porque son irrepetibles.
ResponderEliminarTienen una pinta simplemente deliciosa.
Besos. Lola
Mmmm las recetas de las abuelas las mejores nena!! Esas recetas escondidas que tienen que van pasando de mano en mano jajja, por cierto a mi no me ha llegado ninguna :-( Menos mal que te tengo a ti que haces estas recetas tan antiguas y tan divinas jajjaa. Un beso amiga!!
ResponderEliminarMuy ricos y super bien explicados!! Besos
ResponderEliminarMe lo he pasado estupendamente leyendo los avatares de la receta,y me suena un montón a las recetas que mi madre tiene escritas de mi an los de mi abuela......es exactamente igual.....pero como dices siempre les salia bien y ! que vamos a decir de las medidas !
ResponderEliminarDe todas formas estamos consiguiendo sacar estas recetas.....y que buena nos saben luego
Tus pestiños,me recuerdan a los de mi abuela........tienen que saber a " Gloria "
Espero que te lo hayas pasado bien esta S Santa......Besitos preciosa
Holaaa, sí que es verdad, a mi también me ha pasado con mi abuela. Tantas cosas tenía que haberle preguntado en vida y no lo hice...precisamente porque como estaba ahí, pero ahora echo tanto de menos tantas cosas, en fin, así es la vida. Por lo que veo no me ha pasado a mi sola. A ellas todo les salía de guinda. Mi madre jamás prueba la comida, bueno, eso lo he heredado yo jeje, y aunque yo aprendí a cocinar de ella jamás consigo dar el toque que ella le da a la comida. Las madres y las abuelas son únicas!
ResponderEliminarNunca hemos preparado pestiños porque aquí no es tradición, ya me gustaría probarlos de unas manos expertas! Me han encantado, tienen una pinta de morirse.
Un besooo
¡Hola Cuca!
ResponderEliminarQue magnifico y homenaje has dedicado a tu abuela.
Así de grandes eran las mujeres de antes. Yo no puedo hacer una receta al tanteo me es imposible, hasta en recetas saladas me gusta andar midiendo todo. Y siento que eso es parte de hacer una receta, ir sintiendo los ingredientes y que ellos mismos nos digan que es lo que necesitamos. Ya perdimos ese sentir.
Los pestiños que nos has compartido, son doblemente especiales. Y nos has deleitado con los sabores y palabras en este día.
¡Un abrazo y beso grande!
Estas recetas de nuestras abuelas son las mejores y la base de nuestra cocina. Te han quedado de lujo total esos pestiños. Me encanta que entre todos consigamos que no se pierdan las recetas de toda la vida.
ResponderEliminarSaludos
Es increíble cómo podía salirles todo tan rico sin medidas, ¿verdad? Mi suegra me da las recetas así, "tantito de harina, tantito de aceite..." y yo con tanto tantito no me entero, luego me dice que la receta me va pidiendo lo que voy necesitando pero yo, por más que presto atención, no oigo a mi harina hablar, jajaja! Reconozco que no soy mucho de repostería frita (salvo los donuts e intento hacerlos en el horno) pero tus pestiños tienen una pinta de muerte.
ResponderEliminarQue receta mas rica, como siempre te felicito.MUCHOS BESOS DE LAS RECETAS TRADICIONALES DE COCINA.
ResponderEliminarMi abuela también hacía las cosas así, a ojo de buen cubero, menos mal que una de mis tías fué midiendo las proporciones de los pestiños (precisamente) para que no se perdiera la receta. Y la olla de porcelana, lo que admita, la medida y los pellizcos eran de lo más habitual entonces; pero niña, yo lo tengo que medir todo milimétrico si no...no me sale, jaja
ResponderEliminarEstos tuyos están fantásticos!!
Un beso.
Cuca te entiendo perfectamente ese toque nunca se lo daremos pero puede estar tu abuela orgullosa de ti porque te han salido muy ricos y si estuviera estoy segura de que te lo diría ella misma.
ResponderEliminarUn beso
Qué ricos!! te han quedado estupendos, tu abuela seguró que estaría feliz. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarHola Cuca! Cómo me gustan estas recetas tradicionales que van pasando de generación a generación y se va conservando con tanto cariño! Muchas gracias por compartirla, al menos estos riquísimos pestiños, como tantos otros dulces, quedarán para la posteridad gracias a tu estupendo blog!
ResponderEliminarTe han quedado con un aspecto riquísimo, el “toque” que tú le has dado seguro que le encantaría a tu abuelita!
A mi me gustan mucho con chocolate, pero igualmente me los tomo solos, mmm, para chuparse los dedos (literalmente hablando)!!
Un besito guapa, que tengas una feliz semana!
¡¡Hola Cuca!! La verdad es que no entiendo como podían hacer antes la repostería sin prácticamente medidas, ¡¡yo no sé hacer nada sin mi peso!! Pero sí que les salían bien, sí, y con ese toque especial muy difícil de igualar hoy en día. Y por supuesto que los dulces no tienen calendario, e igual de buenos son estos pestiños en semana santa como en octubre. A mi me da igual que ya haya pasado la semana santa (yo soy de las privilegiadas que tuve fiesta ayer), pero me he portado muy bien con los dulces, pues como no he cocinado ningún día, no he comido dulces, así que me llevo unos cuantos pestiños que me apetecen muchísimo. Besitos.
ResponderEliminarHola Cuca!! Menuda receta!! No sabes lo que te entiendo, mi bisabuela era cocinera y mi madre al no gustarle mucho la cocina y por los años... no se acuerda bien de las ricas recetas que hacía su abuela y por el otro lado mi padre, que si es más cocinillas, recuerdas algunas de cosas que hacía su madre, pero no las cantidades... en fin... una pena, porque yo no llegué a conocerlas y me fuera encantado!!!
ResponderEliminarTú receta la guardo como siempre, que aparte de gustarme mucho son de las que más me gustan... las que se hacen con el corazón!!
Un beso enorme!!!
Riquísimos esos pestiños, y un bonito homenaje a tu abuela, saludos
ResponderEliminarEstarás un poco cansada de que diga siempre lo mismo... ¡¡pero es que no te imaginas la buena pinta que tienen tus dulces!!
ResponderEliminarLa verdad es que no había oído nunca este tipo de postre, pero me apunto la receta a ver si me animo a probarlo. Además, ha sido una entrada muy bonita, en especial por el recuerdo a tu abuela Magdalena.
¡¡Muchos besos!!
http://lestyleetmoi.blogspot.com.es/
Bueno, aunque les falte ese pequeño toque de tu abuela, ahora tienen el tuyo y seguro que ella sabría apreciarlo y se sentiría muy orgullosa de esta nieta que continúa adelante pisando sobre sus huellas para no perder pie. Tienen un aspecto delicioso.
ResponderEliminarUn besito.
Precioso homenaje a tu abuela y con la receta inmortalizada aquí ya nunca más se os perderá, eso es lo bueno de tener un blog :)
ResponderEliminarBesos y feliz semana Cuca
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada, no sólo por la receta que también, sino por los recuerdos que con ella nos traes.
Hoy precisamente nos hemos comido los últimos pestiños, qué lote de dulces semana santeros nos hemos dado y qué a gusto nos hemos quedado !!!
Oye te quedan de una forma muy gracioso estos pestiños, cuando los vuelvas a hacer, haber si les haces una foto a ese paso, para darme idea de cómo es.
En casa de mi madre también lo guardaban en una olla como la que cuentas, yo creo que era la olla de guardar cosas jaja, siempre tenía algo pero no cocinaban con ella.
Besotes gordos mi niña, feliz semana.
Dalo por hecho, tendrás la imagen del pestiño en crudo para que veas cómo lo hacemos.
EliminarMi abuela en las ollas "de guardar" tampoco recuerdo que cocinase nada, mucho menos en aquellas que eran grandes como para alimentar a una familia de veinte y más miembros ji ji ji Supongo que estas ollas eran las precursoras de nuestros modernos tuppers
¡Besos mil!
Que pintaza que tienen estos pestiños Cuca y que hambre me acaba de entrar .
ResponderEliminarBesos .
Unos pestiños riquisimos, nuestras madres y abuelas guisaban estupendamente.
ResponderEliminarBesitos guapa
Tampoco los he hecho o probado, se ven muy ricos!
ResponderEliminarBs!
Que buena pinta. Yo hago el arroz igual que me abuela, de hecho es el único que me como agusto, pero nunca queda igual. Es cierto que existe el toque como tú dices.
ResponderEliminarUn saludo :)
Hola Cuca!! Qué bonita entrada, me ha emocionado! Cuánta razón tienes, madres y abuelas tienen doble mérito por cocinar sin anotar medidas ni cantidades, y guardarlo todo en la memoria, y por mucho que queramos nunca nos saldrán igual. Tu abuelita estará muy orgullosa de ti por hacer estos pestiños tan ricos y tan parecidos a los de ella, sigur haciéndolos mucho tiempo en su honor :) 1 beso enorme wapa!!
ResponderEliminarQué razón tienes, antes se cocinaba sin tantas medidas y las cosas le salían de miedo. Y qué pena que nunca os dio por coger su receta, aunque ahora veo que habéis conseguido esta que se le asemeja, aunque como tú dices, es imposible dar el punto ese especial que alguien tiene cuando borda una receta.
ResponderEliminarEs curioso, en casa siempre hemos comido los pestiños en Navidad, nunca es Semana Santa.
Abrazos!!
Muy curioso, porque donde yo vivo los pestiños son más típicos de semana santa. De hecho los puedes comprar en cualquier supermercado y en los obradores de panadería y pastelería, pero en navidad no recuerdo haberlos visto, sólo polvorones, mantecados, turrones...
EliminarHola Cuca, me ha emocionado tu precioso post en honor a tu abuela Magdalena que esta una maestra como muchas de nuestras abuelas que sin las básculas ni tantos artilugios que ahora tenemos en la cocina hacían unos dulces que sabían a gloria y si mi abuela también tenía una super olla solo para guardar los dulces, ja,ja,ja. Yo tampoco tengo ninguna receta de ninguna de mis abuelas pues yo era muy pequeña cuando faltaron, así que cuando alguna de vosotras pública una de sus abuelas, la copio y la a tesoro como si fuera una de las recetas que hacían mis abuelas. Los pestiños nunca los hice pero si recuerdo su sabor y que en vez de azúcar eran cubiertos de miel, los tuyos me han gustado mucho y copiados estan, los pienso hacer en recuerdo de esas maravillosas abuelas, solo que yo no tengo super olla y los tendré que guardar en un tupper , ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn besito enorme guapísima y feliz semana.
Que ricos estos pestiños, daba gusto con las abuelas que todo lo cocinaban a ojo, la penas que muchas de esas recetas se pierden por no tenerlas anotas, a mi me pasa con unas galletas de nata que hacia mi abuela que no sabemos nadie la receta y no las he vuelto a comer.
ResponderEliminarBesos crisylaura.
Como me gusta la repostería tradicional, yo también he hecho pestiños esta Semana Santa y madre mía que perdición y que ricos, me encantan !!!
ResponderEliminarY como bien dices ... que memoria tenían antigüamente , y no como ahora, que no somos nadie sin tanta tecnología.
Besotes
Quiero probar los pestiños de la abuela y los roscos de mamá Carmen, tiene una pinta...
ResponderEliminarUoooo Cuca! Tu si que sabes!! Parecen de panadería!!! que buenos!!! besotes guapa
ResponderEliminarTamara&Gemma (El secreto endulzado)
Bueno, Cuca, como me comentaste en el blog que tenías hechos los pestiños recordando los que hacía tu abuelo, he venido a la receta y la he leído atentamente. Es una lástima haber perdido aquella recetas que ellas hacía "a ojo". Yo también recuerdo a mi abuela cocinando primorosamente y sin ningún tipo de medida. Sólo utilizaba lo poco que tenían en las casas: vasos, tazas, o puñados y sus recetas eran auténticas maravillas. Yo también perdí ese tren, y ahora me doy cuenta de todo lo que he perdido, pues había recetas muy tradicionales, que ya no se elaboran, y que no se encuentran ni en los libros. Los pestiños, me alegra ver que la receta que utilizo se parece un poco a la tuya, cosa difícil, siendo asturiana y sin la cultura de esta magnífico postre. Cuando lo probé, la primera vez que fuí a Sevilla en una S. Santa, me encantó y me propuse hacer algo lo más parecido a aquel sabor. Como bien dices, aunque logres incluso la misma receta, interviene la mano de la persona que lo hace, y mis pestiños nunca serán como aquellos que yo comí, pero en mi recuerdo, se aproximan bastante y los hago todos los años por estas fechas.
ResponderEliminarMe ha encantado leer esta receta tan entrañable, Cuca. Seguro que tu abuela, desde donde esté, estará disfrutando del amor de su nieta.
Un besín.
This article is wonderful. Thanks for sharing this article.
ResponderEliminarQue plato más exquisito no me he podido resistir a añadir a favoritos tu receta, estoy segura que lo voy hacer en breve, muchas gracias por tan exquisita receta.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué ricos los pestiños. Mi tía era bollera y hacia dulces extremeños entre ellos los pestiños. Cuando voy a mi pueblo siempre los como en casa de su hija, que sabe hacerlos como su madre. Un abrazo.
ResponderEliminarque belleza pronto hare la receta eres magica chef
ResponderEliminarHola Cuca. Sabrosa tarta para los muy golosos como es mi caso. Feliz 3022. Abrazos
ResponderEliminarQuisiera poder decirte que, al ver que está lloviendo, me quedo sin salie para encender el horno y disfrutar de ese rico bizcocho que inunda de olor a toda la casa, seguro que ese aroma a limón y canela despierta la curiosidad de tus vecinas y de las mías.
ResponderEliminarPero no, esta tierra tiene mucha sed y apenas han caído cuatro gotas, hay nubes, doy fe de ello, pero no se arrancan a descargar la carga que llevan a cuestas.
De momento, me quedo encantada con el rico bizcocho que has hecho.
Cariños.
Kasioles