Dulce de membrillo
Hace pocos días descubrí el reto #díadeldulceTS 2014 del blog La cocina Typical Spanish que consiste en publicar el que para nosotros es el dulce típico español y si podía ser explicar por qué.
¿Qué queréis que os diga? A mí el reto me llamó muchísimo la atención y mi mente se puso en marcha en dos direcciones opuestas. Mi lado sensato me repetía que aunque el reto fuera muy interesante mi tiempo libre es muy limitado y últimamente todos los fines de semana tengo planes diversos que me olbigan a estar fuera de casa y por tanto no puedo repostear. Que tengo un blog por diversión y no para agobiarme por marcarme plazos para llegar a retos y compromisos que no puedo adquirir sin pensar en que las fechas llegan por muy lejanas que las veamos. Y pensamientos por el estilo. Supongo que os podéis hacer una idea porque igual también a vosotros os ha pasado.
Mi lado repostero-aventurero sin embargo decidió adentrarse en el rincón de los buenos recuerdos y rescatar de la memoria los dulces que preparaba mi abuela Magdalena. Porque sinceramente para mí los dulces típicos españoles son los que ella, como el resto de las abuelas de mi generación, preparaban: pestiños, roscos, piñonate, gachas dulces, torrijas, pan de higos y chocolate, tortas de manteca... y un largo etcétera.
En un principio ganó mi lado sensato, porque era más que consciente de que con tanto plan de fin de semana no paro en casa y últimamente reposteo muy poco, pero una conversación telefónica con mi madre lo cambió todo.
Habían recogido los membrillos e iba a preparar dulce de membrillo (de hecho en la zona en la que vivo siempre se le ha llamado carne de membrillo, aunque las nuevas generaciones empezamos a utilizar más el término dulce de membrillo) y supe que esta iba a ser mi receta para el reto.
Uno de mis mejores recuerdos otoñales de pequeña era cuando se preparaba la carne de membrillo en casa de mi abuela. Me viene a la mente el olor que desprendían estos frutos en su casa porque lo más seguro era que llevasen al menos unos días allí esperando la llegada de la tarde elegida para preparar este dulce. También recuerdo que a los niños no nos dejaban estar por la cocina. Escuché tantas veces que era peligroso estar allí mientras se hacía la carne de membrillo que ahora cuando pienso en ella lo primero que me viene a la mente es "peligro" (que en parte tenían razón porque al poner a cocer el membrillo con el azúcar salpica mucho si no se están removiendo continuamente y las salpicaduras queman bastante. Además cuatro niños trasto dando martirio por allí tampoco es que sea lo más apetecible del mundo) aunque evidentemente no es para tanto. Sólo que las abuelas han sido siempre de lo más exageradas para las cosas.
Y por último el momento en el que vertían la carne, aún caliente y líquida, en los moldes. Y por moldes no me refiero a los que tenemos ahora tan bonitos y variados. Para hacer el dulce de membrillo se ha usado siempre lo que se tenía más a mano, especialmente las fiambreras de plástico (precursoras de los modernos tuppers) aunque el molde favorito de mi abuela eran las latas de galletas danesas. Mi abuela, que nunca había tenido muchas cosas cuando era joven, era muy dada a guardar todo envase o lata cuando se terminaba su contenido, porque además para todo encontraba algún tipo de utilidad. De hecho todos los utensilios de costura los tenía en una de esas latas.
El siguiente paso, que era el desmoldado al día siguiente, creo que siempre me lo he perdido. Pero lo que siempre me ha fascinado más era llegar a casa de mi abuela y encontrarme un montón de platos son el dulce de membrillo desmoldado para que se secara (mi abuela siempre decía que tenía la carne de membrillo puesta a orear) y a escondidas (porque por supuesto no te dejaban hacerlo) presionar con un dedo aquella masa que poco a poco se iba secando, haciéndo menos blandita y oscureciéndose un poco.
Hoy he querido traerlo como ella lo ponía en la mesa, desmoldado en un plato de los de uso diario (los de su casa eran aquellos platos míticos de duralex de colores, en color caramelo oscuro, que seguro muchos de vosotros conocéis). No hacía falta buscar la belleza, ni una bonita presentación, con el sabor de la carne de membrillo hecha con la receta que heredó de su madre o su abuela no eran necesarios adornos.
Además he usado uno de sus manteles que me lo quedé cuando ella nos dejó. Sólo me ha faltado uno de sus platos para que esta entrada fuera un auténtico viaje en el tiempo. Así que no serán las fotos más bonitas ni la mejor presentación, pero para mí esto representa a mi abuela 100% que es lo más importante.
Y antes de explicar cómo se prepara sólo quiero reconocer que hoy está aquí este dulce de membrillo gracias a mi madre. Yo nunca lo había preparado y aunque me ofrecí a ayudarla, lo mío fue más apoyo que cocinar, porque es ella la que realmente se desenvolvía bien con el dulce de membrillo y yo una mera pinche repostera.
Dicho todo esto, si aún no os habéis dormido con mi historia, os paso a contar cómo se prepara el dulce de membrillo en mi familia
Ingredientes:
* Membrillos
* El mismo peso de la fruta limpia en azúcar
* Agua
Elaboración:
1. Lo primero de todo es lavar los membrillos y quitarles el pelito que tienen. Lo podremos hacer frotando con las manos, con un estropajo suave (a poder ser nuevo) o incluso con un cepillo pequeño.
2. Les quitamos el rabito a los membrillos y cualquier parte que tengan fea o dañada y los ponemos en una olla con abundante agua al fuego. Los membrillos se cuecen enteros y con la piel.
3. Vamos controlando y cuando los membrillos estén blandos pero firmes los quitamos del fuego, escurrimos el agua y en un bol amplio los vamos haciendo trozos pequeños y aprovechamos para quitarles el corazón y cualquier parte dañada que se nos pasara al principio. Esto debemos hacerlo cuando los membrillos están aún calientes a temperatura que podamos manipular sin quemarnos
4. Una vez troceados y limpios pesamos la fruta y preparamos la misma cantidad de azúcar que de fruta.
5. En una cacerola amplia que nos permita mover la fruta con comodidad ponemos la fruta con el azúcar. Mezclamos bien y dejamos reposar hasta que el azúcar se disuelva. No tardará mucho si los membrillos están aún tibios.
6. Cuando el azúcar esté disuelta le pasamos la batidora y lo dejamos hecho una pasta.
7. Ponemos la cacerola a fuego medio tirando a alto (en la placa de inducción de 1 a 9 pusimos un 6 porque en el 7 salpicaba muchísimo) y vamos removiendo con mucha frecuencia para que no se pegue, pero sobre todo para que no salpique porque aparte de ponerlo todo pringado si te salpica a la piel quema bastante.
8. Continuamos con nuestro dulce al fuego hasta que veamos que está espesando y cueste trabajo moverlo. Nosotras hicimos dos kilos de fruta y fue casi una hora y media.
9. Retiramos del fuego y vertemos la mezcla en los moldes. Dejamos enfriar y reposar un día.
10. Pasadas 24 horas, e incluso menos, el dulce de membrillo ya habrá cuajado y es el momento de desmoldarlo. Si lo hemos hecho bien caerá con facilidad al darle la vuelta al molde. Si el dulce de membrillo no ha cuajado es porque no lo hemos dejado tiempo suficiente al fuego, así que la solución es volver a ponerlo en una cacerola y repetir desde el paso siete.
11. Dejamos nuestro dulce de membrillo desmoldado en una bandeja en la cocina durante unos días, hasta que (palabras textuales de mi abuela) se oree (se le quite la humedad) para poder conservarlo mejor y durante más tiempo. Lo podéis guardar en tuppers o envasado al vacío si tenéis una maquinita de esas.
Lo bueno de este dulce de membrillo es que no váis a tener que esperar nada más que unas horas para poder degustarlo. Lo justo hasta que se pueda desmoldar y si sois muy impaciente podéis probar la masa aún líquida y caliente, aunque mi abuela decía que entonces te dolía la barriga. No sé si es verdad o mentira porque nunca nos dejó meter cuchara.
Sólo es una delicia (y confesaré que hasta hace muy poco a mí la carne de membrillo no me gustaba) pero también podéis tomarlo con galletas o con una rebanada de pan y una onza de chocolate, incluso con un poquito de miel si os gustan las cosas muy dulces. Yo os recomiendo que lo toméis en pequeñas cantidades porque es bastante dulce.
También está delicioso con unas lonchas de queso de burgos y un poquito de mermelada. La de cereza, fresa, frutos rojos... ¡le van de lujo!
Como siempre, a mí me gusta preparar las recetas como siempre se han hecho en casa. Por internet podréis consultar cómo preparar el dulce de membrillo en la olla expres y en la thermomix. Además de ser más rápido de preparar requiere menos esfuerzo ya que no hay que estar removiendo continuamente, pero personalmente el mejor resultado es hacerla al fuego, no sólo son de color diferente, sino que el sabor tampoco es el mismo, aunque para gustos los colores (en este caso también sabores).
Espero no haberos aburrido demasiado con esta entrada tan larga y que os animéis a prepararlo, además de dar una vuelta por las propuestas del resto de mis compañeros de reto. Podéis hacerlo pinchando aquí. Perdón por no traer la receta de la semana (con la que además estreno también las recetas del mes de noviembre ¡por favor cómo se va el tiempo!) hasta hoy, pero ha sido por una buena causa.
Manos a la masa y ¡bon appètit!
Mi lado repostero-aventurero sin embargo decidió adentrarse en el rincón de los buenos recuerdos y rescatar de la memoria los dulces que preparaba mi abuela Magdalena. Porque sinceramente para mí los dulces típicos españoles son los que ella, como el resto de las abuelas de mi generación, preparaban: pestiños, roscos, piñonate, gachas dulces, torrijas, pan de higos y chocolate, tortas de manteca... y un largo etcétera.
En un principio ganó mi lado sensato, porque era más que consciente de que con tanto plan de fin de semana no paro en casa y últimamente reposteo muy poco, pero una conversación telefónica con mi madre lo cambió todo.
Habían recogido los membrillos e iba a preparar dulce de membrillo (de hecho en la zona en la que vivo siempre se le ha llamado carne de membrillo, aunque las nuevas generaciones empezamos a utilizar más el término dulce de membrillo) y supe que esta iba a ser mi receta para el reto.
Uno de mis mejores recuerdos otoñales de pequeña era cuando se preparaba la carne de membrillo en casa de mi abuela. Me viene a la mente el olor que desprendían estos frutos en su casa porque lo más seguro era que llevasen al menos unos días allí esperando la llegada de la tarde elegida para preparar este dulce. También recuerdo que a los niños no nos dejaban estar por la cocina. Escuché tantas veces que era peligroso estar allí mientras se hacía la carne de membrillo que ahora cuando pienso en ella lo primero que me viene a la mente es "peligro" (que en parte tenían razón porque al poner a cocer el membrillo con el azúcar salpica mucho si no se están removiendo continuamente y las salpicaduras queman bastante. Además cuatro niños trasto dando martirio por allí tampoco es que sea lo más apetecible del mundo) aunque evidentemente no es para tanto. Sólo que las abuelas han sido siempre de lo más exageradas para las cosas.
Y por último el momento en el que vertían la carne, aún caliente y líquida, en los moldes. Y por moldes no me refiero a los que tenemos ahora tan bonitos y variados. Para hacer el dulce de membrillo se ha usado siempre lo que se tenía más a mano, especialmente las fiambreras de plástico (precursoras de los modernos tuppers) aunque el molde favorito de mi abuela eran las latas de galletas danesas. Mi abuela, que nunca había tenido muchas cosas cuando era joven, era muy dada a guardar todo envase o lata cuando se terminaba su contenido, porque además para todo encontraba algún tipo de utilidad. De hecho todos los utensilios de costura los tenía en una de esas latas.
El siguiente paso, que era el desmoldado al día siguiente, creo que siempre me lo he perdido. Pero lo que siempre me ha fascinado más era llegar a casa de mi abuela y encontrarme un montón de platos son el dulce de membrillo desmoldado para que se secara (mi abuela siempre decía que tenía la carne de membrillo puesta a orear) y a escondidas (porque por supuesto no te dejaban hacerlo) presionar con un dedo aquella masa que poco a poco se iba secando, haciéndo menos blandita y oscureciéndose un poco.
Hoy he querido traerlo como ella lo ponía en la mesa, desmoldado en un plato de los de uso diario (los de su casa eran aquellos platos míticos de duralex de colores, en color caramelo oscuro, que seguro muchos de vosotros conocéis). No hacía falta buscar la belleza, ni una bonita presentación, con el sabor de la carne de membrillo hecha con la receta que heredó de su madre o su abuela no eran necesarios adornos.
Además he usado uno de sus manteles que me lo quedé cuando ella nos dejó. Sólo me ha faltado uno de sus platos para que esta entrada fuera un auténtico viaje en el tiempo. Así que no serán las fotos más bonitas ni la mejor presentación, pero para mí esto representa a mi abuela 100% que es lo más importante.
Y antes de explicar cómo se prepara sólo quiero reconocer que hoy está aquí este dulce de membrillo gracias a mi madre. Yo nunca lo había preparado y aunque me ofrecí a ayudarla, lo mío fue más apoyo que cocinar, porque es ella la que realmente se desenvolvía bien con el dulce de membrillo y yo una mera pinche repostera.
Dicho todo esto, si aún no os habéis dormido con mi historia, os paso a contar cómo se prepara el dulce de membrillo en mi familia
Ingredientes:
* Membrillos
* El mismo peso de la fruta limpia en azúcar
* Agua
Elaboración:
1. Lo primero de todo es lavar los membrillos y quitarles el pelito que tienen. Lo podremos hacer frotando con las manos, con un estropajo suave (a poder ser nuevo) o incluso con un cepillo pequeño.
2. Les quitamos el rabito a los membrillos y cualquier parte que tengan fea o dañada y los ponemos en una olla con abundante agua al fuego. Los membrillos se cuecen enteros y con la piel.
3. Vamos controlando y cuando los membrillos estén blandos pero firmes los quitamos del fuego, escurrimos el agua y en un bol amplio los vamos haciendo trozos pequeños y aprovechamos para quitarles el corazón y cualquier parte dañada que se nos pasara al principio. Esto debemos hacerlo cuando los membrillos están aún calientes a temperatura que podamos manipular sin quemarnos
4. Una vez troceados y limpios pesamos la fruta y preparamos la misma cantidad de azúcar que de fruta.
5. En una cacerola amplia que nos permita mover la fruta con comodidad ponemos la fruta con el azúcar. Mezclamos bien y dejamos reposar hasta que el azúcar se disuelva. No tardará mucho si los membrillos están aún tibios.
6. Cuando el azúcar esté disuelta le pasamos la batidora y lo dejamos hecho una pasta.
7. Ponemos la cacerola a fuego medio tirando a alto (en la placa de inducción de 1 a 9 pusimos un 6 porque en el 7 salpicaba muchísimo) y vamos removiendo con mucha frecuencia para que no se pegue, pero sobre todo para que no salpique porque aparte de ponerlo todo pringado si te salpica a la piel quema bastante.
8. Continuamos con nuestro dulce al fuego hasta que veamos que está espesando y cueste trabajo moverlo. Nosotras hicimos dos kilos de fruta y fue casi una hora y media.
9. Retiramos del fuego y vertemos la mezcla en los moldes. Dejamos enfriar y reposar un día.
10. Pasadas 24 horas, e incluso menos, el dulce de membrillo ya habrá cuajado y es el momento de desmoldarlo. Si lo hemos hecho bien caerá con facilidad al darle la vuelta al molde. Si el dulce de membrillo no ha cuajado es porque no lo hemos dejado tiempo suficiente al fuego, así que la solución es volver a ponerlo en una cacerola y repetir desde el paso siete.
11. Dejamos nuestro dulce de membrillo desmoldado en una bandeja en la cocina durante unos días, hasta que (palabras textuales de mi abuela) se oree (se le quite la humedad) para poder conservarlo mejor y durante más tiempo. Lo podéis guardar en tuppers o envasado al vacío si tenéis una maquinita de esas.
Lo bueno de este dulce de membrillo es que no váis a tener que esperar nada más que unas horas para poder degustarlo. Lo justo hasta que se pueda desmoldar y si sois muy impaciente podéis probar la masa aún líquida y caliente, aunque mi abuela decía que entonces te dolía la barriga. No sé si es verdad o mentira porque nunca nos dejó meter cuchara.
Sólo es una delicia (y confesaré que hasta hace muy poco a mí la carne de membrillo no me gustaba) pero también podéis tomarlo con galletas o con una rebanada de pan y una onza de chocolate, incluso con un poquito de miel si os gustan las cosas muy dulces. Yo os recomiendo que lo toméis en pequeñas cantidades porque es bastante dulce.
También está delicioso con unas lonchas de queso de burgos y un poquito de mermelada. La de cereza, fresa, frutos rojos... ¡le van de lujo!
Como siempre, a mí me gusta preparar las recetas como siempre se han hecho en casa. Por internet podréis consultar cómo preparar el dulce de membrillo en la olla expres y en la thermomix. Además de ser más rápido de preparar requiere menos esfuerzo ya que no hay que estar removiendo continuamente, pero personalmente el mejor resultado es hacerla al fuego, no sólo son de color diferente, sino que el sabor tampoco es el mismo, aunque para gustos los colores (en este caso también sabores).
Espero no haberos aburrido demasiado con esta entrada tan larga y que os animéis a prepararlo, además de dar una vuelta por las propuestas del resto de mis compañeros de reto. Podéis hacerlo pinchando aquí. Perdón por no traer la receta de la semana (con la que además estreno también las recetas del mes de noviembre ¡por favor cómo se va el tiempo!) hasta hoy, pero ha sido por una buena causa.
Manos a la masa y ¡bon appètit!
Que me gusta la carne de membrillo, pero la que se hace en casa, no tiene nada que ver con la que compramos, yo la suelo hacer en la olla expres, aunque antiguamente la hacía a mano como tu, pero tengo poco tiempo y sale muy rica.Un besazo Cuca.
ResponderEliminarCarmen yo sólo dispongo de los fines de semana (y hay que quitar las horas de limpiar, lavar, planchar, hacer la compra...) pero me gusta dedicar las pocas horas que soy capaz de arañar a la cocina porque me relaja. Lo bueno de la carne de membrillo es que sólo se hace una vez al año, si fuera de manera recurrente habría que buscar otro método más rápido jajajaja.
EliminarNo sé cómo está la "industrial" porque nunca la he comprado ni la he probado, pero seguro que no tiene comparación con la casera
¡Besos mil!
Me encanta tus recetas son una delicia.MUCHOS BESOS DE LAS RECETAS TRADICIONALES DE COCINA.
ResponderEliminar¡Gracias Francesca! ¡Besos mil!
EliminarHola Cuca, tu historia no me ha dormido, son unos recuerdos entrañables y preciados y el de hoy un bonito homenaje a tu abuela. Me gusta el membrillo y no tenía ni idea de cómo se prepara, así que gracias por compartir tus recuerdos y la receta.
ResponderEliminarPD: Sí se publicó tu comentario)
Un beso grande.
Me alegro de que te haya gustado la entrada y de que te venga bien la receta. Es sencilla de preparar aunque requiere un poco de tiempo, pero los resultados merecen la pena
Eliminar(Me alegro de que se publicara mi mensaje jajaja)
¡Besos mil!
En casa tengo un árbol de membrillos y también solemos hacer el membrillo casero, es una delicia! Te ha quedado estupendo, ahora con unas tostadoras y un poco de queso ya tenemos el desayuno perfecto! Un saludo!
ResponderEliminarEs una gozada poder contar con un membrillo propio ¿verdad? Seguro que os sale estupendo el dulce de mebrillo
Eliminar¡Besos mil!
Mi receta de la carne de membrillo también es de mi abuela que era a la que mejor le quedaba con diferencia. Me trae recuerdos estupendos de la infancia y aunque no lo hago mucho, si que me gusta y lo combinamos con otros alimentos en desayunos y postres. El tuyo o el de tu madre ha quedado de maravilla, dá penita cortarlo para no romperlo, seguro que está muy bueno.
ResponderEliminarBss
¿Verdad que como a nuestras abuelas no sale por mucho que hagas la receta al pie de la letra? En casa lo preparamos una vez al año, dos a lo sumo si hay muchos membrillos.
Eliminar¡Besos mil!
Tiene una pinta fantástica... Ay las madres... Que grandes que son.
ResponderEliminarUn besote
Las madres son una maravilla ¿qué no harían por nosotros?
Eliminar¡Besos mil!
Me encanta el dulce de membrillo pero nunca lo prepare pero tu receta me ha encantado y me la guardo besitos
ResponderEliminarInma espero que te animes a prepararlo. Es laborioso porque requiere mucho tiempo, pero no es complicado y verás cómo el resultado merece la pena
Eliminar¡Besos mil!
Riquísimo! te ha quedado con una pinta increíble, con lo que me gusta a mí el menbrillo! mi abuela lo prepara y en lo que está listo, ya no queda nada jajajaja! bss
ResponderEliminar¡Hala! No esperáis ni a que se oree... Aunque os entiendo ¡¿quién se puede resistir?!
Eliminar¡Besos mil!
Di que sí como los dulces de las abuelas no hay ninguno!! a mí también me encantaba cuando los preparaban ellas, estoy totalemente de acuerdo contigo. Este dulce de membrillo te ha quedado divino, tiene una pinta deliciosa!! besotes.
ResponderEliminarLo malo es que de pequeños, al menos a nosotros nos pasaba, no queríamos los dulces caseros, sino los phoskitos, bollycaos y porquerías similares ¡pero qué tontos estábamos por favor! Menos mal que rectificar es de sabios y con la edad (a veces) llega la cordura
Eliminar¡Besos mil!
Una receta estupenda, me encanta, tiene muy buena pinta. Un beso.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! ¡Besos mil!
EliminarMuy rico y lo versatil que llega a ser.
ResponderEliminarLo mismo lo podemos emplear en dulces como en salado.
Me ha encantado como lo explicas...
Un besote
Muchas gracias Pepi. Siempre intento explicar las recetas para que se entiendan bien, así que agradezco que me lo digas. Un placer coincidir contigo en el reto
Eliminar¡Besos mil!
Me encanta la carne de membrillo, como se llama también por la zona de donde soy, yo sigo llamándola así, a ti te ha quedado buenísima, una delicia Cuca. Besossss.
ResponderEliminarGracias Juani, me alegro de que te guste. Lo llamemos como lo llamemos ¡está igual de buena!
Eliminar¡Besos mil!
Que rico la carne de membrillo, en un trozo de pan, pero vamos que yo me lo como a cucharadas, y ese mas. bsss.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por este mensaje Conchi! Me he reído un montón al leer que te lo comes a cucharadas ¡sí que te tiene que gustar!
Eliminar¡Besos mil!
Pués a mi esas historias me encantan, son los recuerdos de la infancia ,una cocina rodeada de niños, madres y abuelas es lo mas,por cierto que en mi casa también le llamamos carne de membrillo, es una delicia de lo mas natural...... queremos agradecerte desde el equipo de la cocina typical spanish tu colaboración,saludos
ResponderEliminarMari no tenéis que agradecer nada. Ha sido un auténtico placer formar parte de este reto y espero repetirlo pronto. Me he sentido muy a gusto ¡y eso no tiene precio! Además he conocido muchos blogs que no conocía ¡y estoy encantada!
Eliminar¡Besos mil!
Un buen trozo de membrillo, un trozo de queso fresco y unas frambuesas y et marcas un postre con mayúsclas.
ResponderEliminar¡Me encanta tu receta!.
¿Puedo llevarme un trocín?. Es que el resto de ingredientes los tengo...
¡Que cosa más rica!.
Besicos.
¡Claro que puedes llevarte un trozo Wivith! ¡Todo el que quieras! No lo he probado nunca con frambuesas, porque donde yo vivo no hay (además de que es muy difícil encontrarlas en el súper o la frutería) pero deben de irle muy bien a la carne de membrillo ¡lo tendré en cuenta!
Eliminar¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es
No, no nos has aburrido ,al contrario veo que tus recuerdos han sido mis recuerdos ,en mi caso era mi madre quien nos hacia un dulce de membrillo que en mi vida he vuelto a tomar uno igual.
ResponderEliminarEl tuyo ( bueno de tu madre ja ja aunque seguro que tu removiste un poco con la cuchara de madera ) se ve delicioso.
Un besito
Lourdes
Yo dí mucho apoyo moral y la calidez de mi compañía, pero como he dicho fui totalmente una pinche de repostería y mi madre dirigió todo el cotarro. Me pregunto si por un momento me vio como la niña inquieta a la que ponía lazos en el pelo y no podía dejar exponerse ante tremendo "peligro"
Eliminar¡Besos mil!
Hola Cuca, que rico es el dulce casero, también hice por primera vez. Esta semana lo publico.
ResponderEliminarbs
¡Qué coincidencias tiene la vida! ¡Estoy deseando que lo publiques!
Eliminar¡Besos mil!
En casa hemos hecho un monton esta de rica!!besos
ResponderEliminar¡Ya veo que os habéis provisto para todo el año! ¡Besos mil!
EliminarDormido dices???? Que bonita tu historia que a mi me trajo también otras historias relacionadas con el membrillo, con la Carne de Membrillo, así me gusta llamarla a mi.Yo llevaba tiempo buscado una receta que me saliese durita y tu aquí nos das la clave de que el membrillo se que de en "Carne" y no en dulce.Por fin podre hacerlo como mi Rafi me lo hacia, ella era una gran cocinera. Gracias y es un placer haber participado, yo tambien primera vez y recoger tan buenas recetas. Un abrazo.
ResponderEliminarEstela me alegro muchísimo de que mi receta te pueda servir. Ojalá se parezca un poquito a la que te preparaban a tí ¡sería toda una satisfacción! Verás que se queda "dura" si la dejas orear ¡me tienes que contar qué te parece si la preparas!
EliminarSin duda es un placer haber formado parte de este reto y compartirlo con gente como tú
¡Besos mil!
¡¡Hola Cuca!! La verdad es que el tiempo pasa volando y cada vez nos enteramos menos. Yo no suelo participar en ningún reto, ¡¡y es que me faltan horas!! Con el blog voy siempre por libre y si se puede se publica y si no no. Además, prefiero publicar una vez a la semana y tener un poquito de tiempo para visitar vuestros fantásticos blog cada día, y ver de pronto este dulce de membrillo tan extraordinario. ¡¡Y es que no hay nada como un dulce tradicional hecho con tanto mimo como lo hacían nuestras abuelas. ¡¡Es fantástico Cuca!! ¡¡Más artesanal imposible!! Oye, y si cada vez que te quitas un poco de tu tiempo para participar en retos tan fantásticos nos traes estas joyas, ¡¡adelante!! Besitos.
ResponderEliminar¡Qué mensaje tan bonito Isabel! Cuando descubro retos que me llaman la atención intento repostear cualquier cosita que me valga para ellos durante el fin de semana, pero si no puedo llegar, no pasa nada, el blog está para divertirse, y no para que se convierta en una obligación o un agobio. ¡Bastantes cosas tenemos para eso en nuestra vida y no podemos renunciar a ellas!
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado el dulce de membrillo ¡como bien dices no hay nada como las recetas de las abuelas!
¡Besos mil!
Esta tarde me toca hacerla a mi a ver que tal.Seguro que no tan bueno como a ti.
ResponderEliminarFelicidades
¡Seguro que te ha salido de lujo Carmen! Espero verlo publicado en tu blog
Eliminar¡Besos mil!
Forma parte de las meriendas de mi infancia, me encanta y te ha quedado perfecto. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarMuchas gracias Clara. Es un placer evocar gratos recuerdos con las recetas que os traigo
Eliminar¡Besos mil!
Hola Cuca! Te entiendo perfectamente con el tema de los retos y el poco tiempo que tenemos para dedicar al blog, la verdad es que yo solo sigo alguno muy esporádicamente. Si me agobio con los plazos no se disfruta igual de este hobby.
ResponderEliminarPero la verdad es que hay ocasiones que merecen la pena, y más si van acompañadas de historias tan entrañables, gracias por compartir tan bonitos recuerdos y este dulce tan rico como típico! Una presentación extraordinaria!!
Besitos guapa!!
¡Muchísimas gracias Cristina! Con vuestros comentarios me doy cuenta de que ha merecido la pena "apretar" un poquito el ritmo para llegar a este reto y compartir la historia de "mi" carne de membrillo con vosotros.
Eliminar¡Besos mil!
Hola Cuca! lo primero agradecerte que con el poco tiempo que tienes hayas participado en este reto, mas que un reto es un homenaje al dulce español y desde luego tu lo has cumplido a raja tabala, me encanta la historia de tu abuela, las cajas de galletas y el membrillo puesto a orear, es genial que hayas realizado este viaje en el tiempo con nosotras y que hayas querido compartirlo con el dia del dulce Ts. Un Besazo de Vanessa de Il Prezzemolo Tritato
ResponderEliminarVanessa no me tenéis que dar las gracias. Ha sido un auténtico placer participar en este homenaje y compartir mi historia con vosotros porque estoy recibiendo muchísimo más de lo que he dado. He conocido nuevos blogs, me he llevado un montón de recetas y me he sentido muy bien tratada y acogida.
EliminarAdemás todos los mensajes que está recibiendo esta entrada están cargados de cariño y buenas palabras ¿se puede pedir algo más?
¡Besos mil!
Para nada me he aburrido con tu entrada, me ha encantado leerla. Mi abuela también lo hacía porque a mi abuelo le encantaba. Y también como tú recuerdo el olor a membrillo que había en la casa. Me ha encantado tu receta y leerte Cuca, eres entrañable.
ResponderEliminarUn beso grande!!
Es un placer que mi entrada os traiga tan buenos recuerdos y me dejéis mensajes tan bonitos como este.
Eliminar¡Besos mil!
Yo lo hago todos los años y luego los congelo, así tengo dulce todo el año.
ResponderEliminarEn casa nunca llegan para congelarlos, de hecho ni me lo había planteado, pero lo tendré en cuenta.
Eliminar¡Besos mil!
Hola Cuca, leyendo tu historia me has puesto nostálgica con mi abuelita, ella también era una gran pastelera, casera, hacía el membrillo, el cabello de angel, pastisets....y las pelotas que he puesto yo en el reto, todo lo aprendí de ella. Gracias por tus recuerdos que me han hecho recordar los mios. La receta de lujo.
ResponderEliminarUn bst.
Gracias por tu comentario Mavi. Lo cierto es que los comentarios de esta entrada están siendo muy emotivos. Me alegro mucho de haberos hecho recordar buenos momentos pasados.
Eliminar¡Besos mil!
¡Qué decirte Cuca...! Tu entrada de hoy es preciosa y me hace recordar vivencias parecidas. Como no recordar esos platos que comentas, incluso los de latón recuerdo...
ResponderEliminarY es que el dulce de membrillo me encanta!! Como más lo disfruto es con una buena rebanada de pan de pueblo tostado con su torta del casar y sobre ésta untado o loncheado el membrillo...Ummm!!
Besos
Para mí es un honor traeros tan buenos recuerdos contando mi historia y mostrando este dulce tan sencillo pero tan rico.
EliminarNunca lo he probado con torta del casar (que me encanta) así que tomo buena nota de tu sugerencia ¡porque tiene que estar de muerte!
¡Besos mil!
Me ha encantado la receta Cuca y la historia que la acompaña, yo también tengo recuerdos de mi abuela en la cocina, de las latas de metal haciendo sus funciones de costurero, de la carne de membrillo en la mesa...Comparto tu opinión de que las recetas hechas de forma tradicional saben mejor, tal vez sea una romántica de la cocina pero siempre me enseñaron que la cocina se basa en dos premisas, tiempo y temperatura y acelerarlo todo con métodos modernos, soluciona la papeleta pero no se obtiene un resultado igual. Mi madre es una fan de la carne de membrillo me llevo tu receta que tiene el sabor a las cosas de siempre que tanto me gusta, Besos!
ResponderEliminarChusa no podría estar más de acuerdo contigo. Tiempo y temperatura junto con productos naturales son los ingredientes básicos de cualquier receta de lujo. Lo malo es que el tiempo brilla por su ausencia en los tiempos que corren (al menos para los que aún somos capaces de conservar un empleo) y nos quieren hacer creer que hay que simplificar. Yo me niego. "Reposteo" por placer, por evitarnos calorías "plastificadas" en casa, y como lo hago por gusto le dedico el tiempo que necesite. Para hacerlo con prisas y de malas formas mejor me estoy quieta.
EliminarPor cierto, me encanta que coincidamos en tantos recuerdos de la infancia
¡Besos mil!
No me gusta mucho el membrillo, aunque siendo sinceras, hace un montón de años que ni lo pruebo, así que quizá solo sea un recuerdo de niña y ahora sí me guste jaja
ResponderEliminarEntre nosotras, y ahora que nadie nos escucha, a mí tampoco me hacía especial gracia, hasta que volví a probarlo hace pocos años ¡y me ha enamorado! Además me ha pasado con muchas más cosas que no tragaba desde la infancia, así que nunca jamás me voy a negar a volver a comer cosas que antes no me gustaban, porque por probar no se pierde nada
Eliminar¡Besos mil!
Yo la hago todos los años, éste tambien, tengo la suerte que me regalan bastantes membrillos y en casa nos encanta. Este año he probado a hacer mermelada de membrillo y tambien queda riquísima! Bs.
ResponderEliminarJulia
¡Voy a mirar en tu blog si tienes publicada la mermelada de membrillo! Tengo que probar a hacerla
Eliminar¡Besos mil!
Desde que lo hice casero espero todos los años que vuelva la época para repetir, está buenísimo y nos encanta a todos. Te ha quedado tan bonito que dan ganas de meter el dedo.
ResponderEliminarBesos.
Ya se puede meter el dedo sin problemas que está oreado y durito ¡una delicia! Anoche nos comimos un buen trozo durante la cena
Eliminar¡Besos mil!
Me ha encantado tu entrada Cuca, y ese maravilloso recuerdo que tienes de tu abuela, no lo pierdas nunca que ella aunque no este, si que vive a través de estos recuerdos tan bonitos.
ResponderEliminarEl dulce de membrillo riquísimo, lo he preparado pocas veces y no me ha quedado como a tu madre, ja,ja, claro ahora lo entiendo!! con una familia tan excepcional como la tuya en la cocina es normal que tu salieras así,es normal que todo te salga tan rico, ja,ja,ja.
Bueno el mantel de tu abuela me ha encantado, tienes que enseñarlo más, que antes se hacían unos trabajos maravillosos y tu abuela se nota que tenía muy buena mano.
Y contestando a tu pregunta, yo creo que si lo puedes sustituir por queso batido, porque el quark es más liquido que el tipo philadelphia.
Un besote grandote y feliz semana.
¡Ay Manoli! ¿Sabes ese refrán que dice que de casta le viene al galgo? Pues creo que en mi caso es así, aunque un día de estos os contaré las "peleas" para que yo entrara en la cocina cuando era más pequeña, porque antes eso era un suplicio para mí.
EliminarTambién prometo enseñar más el mantel de mi abuela, que como bien dices es muy bonito y se merece aparecer más veces en el blog.
Gracias por resolver mi duda con el queso ¡espero preparar muy pronto tu tarta! ¡Besos mil!
Cuca tu entrada es preciosa por la historia y los recuerdos que conllevan!! a mi el dulce de membrillo me encanta, una vez se me ocurrió ponerme al lio y no conseguí que me cuajase como a ti, incluso hice una entrada en mi blog, que se llama ¿porqué a mi no? jaajjaja, después de todos los consejos que me dieron no me he atrevido a volver a prepararlo! me quedo con tu entrada para intentarlo la próxima vez.
ResponderEliminarbesitos!
Toñi ¡no me creo que te des por vencida! A mí cuando una receta se me resiste ¡más empeño pongo en hacerla! Aunque es cierto que a veces se coge tanto miedo a algo que no quieres volver a ponerte con ello ¡a mí me ha pasado muchas veces! Aunque luego me digo que los miedos son para superarlos y me pongo manos a la masa que haga falta jajajajaja
EliminarEspero que te decidas a prepararlo otra vez y que mi receta te ayude
¡Besos mil!
Una aportacion fantastica al reto yo al final no hice nada por que tenia las entradas programadas ,me ha encantado el post por los recuerdos y la preciosa historia que nos has contado, asi como me ha encantado el mantel de tu abuela es una preciosidad que seguro tienes guardado como oro en paño.
ResponderEliminarEl membrillo te ha quedado de relujo y seguro esta de rexupete.
Bicos mil wapa.
El mantel está a buen recaudo y no suele salir el cajón. Es muy bonito, está bastante bien conservado ¡y se ensucia con mucha falicidad! (ahora que no nos escucha nadie te diré que mi marido es especialista en manchar manteles) así que intento no usarlo para guardarlo lo mejor posible y que en un futuro lo hereden mis nietos jejejeje
EliminarHabría sido fantástico contar contigo en el reto, pero no te apures ¡si será por retos!
¡Besos mil!
Que bueno !!! Ver este dulce de membrillo me recuerda a mi abuela cuando lo hacía, que bueno que estaba !!! Por suerte ahora es mi padre el que una vez al año suele hacerlo. Tener este dulce de membrillo cerca es un peligro.
ResponderEliminarLa verdad Cuca es que la explicación esta perfecta, nadie puede decir ya que no sabe como hacerlo.
Un abrazo fuerte y gracias por traernos los dulces de toda la vida !!
Miguel
lareposteriademiguel.com
Miguel creo que va siendo hora de que empieces a recoger el testigo de preparar el dulce de membrillo ¡y mira que tu abuela y tu padre seguro que te lo han puesto complicado! aunque estoy segura de que cuando llegue el momento estarás a la altura.
EliminarGracias por tu comentario ¡Besos mil!
Enhorabuena por tu receta, por tu blog, por compartir tus dulces secretos con nosotros y por animar a la gente a comer lo nuestro, lo de siempre, lo de casa. Me encanta el membrillo¡¡¡ Besitos
ResponderEliminarTe copio la imagen del 4 de noviembre y la comparto, que no lo sabía, ains.
Gracias por tu comentario Carmen, es un placer recibir tu visita. Espero verte por aquí a menudo. Ahora paso a conocer tu blog
Eliminar¡Besos mil!
Me encanta el dulce de membrillo; hace tiempo que no lo pruebo. El tuyo tiene un aspecto fantástico.
ResponderEliminarBesos.
Ahora ya no tienes excusa para no prepararlo tú misma en casa ¡Besos mil!
EliminarNo hay nada como esas recetas que nos traen tantos recuerdos!
ResponderEliminarGracias por participar!
¡Ha sido un placer Patricia! Espero poder formar parte de más retos ¡Besos mil!
EliminarComo buen andaluz y descendiente de una familia de Puente Genil, me encanta la carne de membrillo, pero el casero, el que ha hecho siempre mi abuela en una olla grande removiendo sin cesar hasta conseguir un tono marrón oscuro y un olor delicioso. Por lo que veo, tú lo haces igual que ella y te queda igual de estupendo. Una receta riquísima que todo el mundo tiene que conocer!
ResponderEliminarHe publicado nueva receta en mi blog, si te quieres pasar.
Un beso
Adrián
http://www.dulceriasconsorpresa.com
¡Anda que no vienes tú de buen sitio ni ná! ¡Menudo ojo tienes que tener tú para este dulce! Y para mí es todo un honor que lo compares con el de tu abuela, pero seguro que el suyo estaba mejor ¡es que la carne de membrillo de una abuela no tiene comparación!
Eliminar¡Besos mil!
Que receta mas deliciosa ,me recuerda los que hacia mi abuela ,yo lo tengo que intentar , no lo he probado de hacer ,pero me animare .Un beso!!
ResponderEliminarSeguro que te sale estupendo Carmen ¡Besos mil!
EliminarFabuloso el menbrillo, te ha quedado perfecto, a mi me encanta comerlo con queso, se ve riquísimo.
ResponderEliminarUn beso.
¡Muchas gracias Azucena! Con queso está sublime ¡opino igual!
Eliminar¡Besos mil!
te quedo maravilloso, este año no hice gran cantidad ya que mis menbrillos pocos han tenido, a un así estamos disfrutandolo un montón, te quedo maravilloso y con una textura estupenda, cuanto me gusta...Bess
ResponderEliminarSeguro que te ha quedado delicioso y esperemos que el próximo otoño tu cosecha de membrillos sea mayor ¡Besos mil!
EliminarMe encanta el dulce de membrillo con un buen queso. Hoy he comprado membrillos para hacerlo. Lo hago una vez al año en cantidad suficiente para los 12 meses y para regalar a amigos y familia. Lo hago con la Thermomix, que es muy cómodo de hacer y te evita algunos quemados, luego lo congelo y lo voy sacando cuando lo necesito. Queda como recién hecho.
ResponderEliminarSaludos
Probaré a congelarlo, a ver si así nos dura un poquito más
Eliminar¡Besos mil!
El dulce de membrillo me encanta. Siempre que puedo lo tomo de postre con queso fresco, nueces y miel.
ResponderEliminarMmmm, se me hace la boca agua, te ha quedado estupendo guapa.
Besos
¿A que es complicado resistirse? Me alegro mucho de verte de nuevo por aquí
Eliminar¡Besos mil!
Lo más bonito de esta entrada es el recuerdo a tu abuela y después el membrillo que te ha quedado, mejor dicho le ha quedado a tu madre muy bien.
ResponderEliminarNunca lo he desmoldado y oreado al día siguiente, siempre se aprenden trucos nuevos.
Besos.
Tienes que dejarlo orear varios días, según haga de frío, hasta que por fuera esté bien seco, y un poco durito (como algunas gominolas que tienen una capita más dura que se resquebraja al morderla)
Eliminar¡Besos mil!
Un trozo de tu dulce de membrillo con un buen pedazo de queso
ResponderEliminares un postre diez puntos!! me encanta al igual que tu blog, desde
hoy una seguidora mas.
Un beso
¡Gracias por seguirme! Es un placer que te guste mi rinconcito
Eliminar¡Besos mil!
Cuando pienso en membrillo también pienso en queso, para mi son inseparables!! Cuca gracias por compartir tu receta, es muy tradicional tal y como a mi me gusta!! yo suelo hacerlo una vez al año o así.. Besitosss
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado Eva. A mí también me encanta con queso
Eliminar¡Besos mil!
Me encanta el membrillo, o la carne de membrillo como también se dice en mi casa. También la tengo ya preparada y la hago cada año. Te ha quedado deliciosa , no me cabe duda, tiene un color espectacular. Mil besos!!!
ResponderEliminarSeguro que el tuyo está también delicioso Elisa ¡con las manos que tienes no es para menos! ¡Besos mil!
EliminarCuca me ha encantado tu historia. Es muy bonita y tierna. A mí el dulce de membrillo no me convence mucho pero éste seguro que está muy bueno. Ah y yo me acuerdo de esos platos jeje. Un besote!
ResponderEliminarMira que igual te pasa como a mí, que decía que el dulce de membrillo no me gusta, que lo vuelvo a probar y ¡zas! ¡me encanta!
Eliminar¡Besos mil!
Que rico es el membrillo, y este te ha quedado estupendo, besos
ResponderEliminar¡Muchas gracias Adita! ¡Besos mil!
EliminarCuca que buena pinta !!! yo tengo una preguntilla : Yo también he hecho membrillo pero le ha salido un poco de moho encima. Como puntitos . Se lo he quitado pero al poco le han vuelto a salir. Eso es normal ? o se me ha estropeado y tengo que tirarlo ?
ResponderEliminarYa me dirás guapa.
Un besiko
No es normal que le salga moho. Siempre he escuchado que si a la carne de membrillo le sale moho mientras se orea es porque no ha estado el tiempo suficiente al fuego. Lo que no sé es si os lo podéis comer o debéis tirarlo. Pregunto a mi madre, que es la gran experta, y te lo digo.
Eliminar¡Besos mil!
¡Qué rico, me encanta! ¿Te puedes creer que tengo 2 bandejas llenas de membrillo esperando a hacer dulce y todavía no he tenido tiempo? A ver si saco un hueco porque, a este paso, se me van a echar a perder. Un besito
ResponderEliminar¡No vayas a dejar que se pongan malos los membrillos que luego te arrepentirás! Seguro que te sale muy bueno y lo compartes con nosotros
Eliminar¡Besos mil!
Gracias Cuca por revivir tan fielmente mis recuerdos de la infancia con mi abuela preparando carne de membrillo. Aún ahora lo sigue haciendo y te puedo decir, y seguro que a ti también te pasa, que aunque siga fielmente la receta no logro que me quede tan rico como a ella. Se trababa de contar la historia de tu dulce TS y lo has hecho con nota. Muchas gracias por participar en el primer aniversario del Dulce TS. Un beso y nos seguimos leyendo!
ResponderEliminar¡Lo he hecho con muchísimo gusto! Estoy encantada de que os haya gustado tanto mi entrada y mi receta (bueno, es más de mi madre que mía)
EliminarNos seguimos leyendo Chus
¡Besos mil!
Me encanta tu receta cuquina!!, Me la anoto!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias cielo! ¡Espero que te salga muy bueno!
EliminarMe ha encantado tu historia y es que en casa de mi abuela también se hacía así la carne de membrillo y con moldes de cajas y dejándolo orear. Bonitos recuerdos para un dulce de toda la vida que merece la pena conservar porque está buenísimo. A ver si este año me animo a hacerlo, viendo el tuyo tan delicioso dan ganas de ponerse ya!!!
ResponderEliminarUn beso.
Es todo un placer compartir recuerdos con vosotros y que recordéis buenos momentos pasados. Me parece que todas las abuelas hacían lo mismo
Eliminar¡Besos mil!
Tu entrada es entrañable :D que bonitos recuerdos y que rebuena receta, me encanta el membrillo y quizas ya es tiempo de hacerlo ;) besotesssss
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario Mayca! Ya es tiempo de preparar la carne de membrillo ¡espero que te salga buena!
Eliminar¡Besos mil!
Cuca, muchas gracias por tu visita a mi blog..Ya me tienes aquí para ver tus deliciosas recetas.. Por cierto, esta receta tuya que has hecho me ha traído muchísimos recuerdos ya que mi madre cuando llegaba la temporada de los membrillos hacia siempre membrillo casero y jalea de membrillo...Que rico, eh??Nos vamos leyendo guapa.Un besito
ResponderEliminarAnni es un placer tenerte en mi cocina para compartir recetas y buenos recuerdos. No he probado nunca la jalea de membrillo, voy a buscarla
Eliminar¡Besos mil!
En mi tierra también se llama carne de membrillo y la verdad es que con un poco de requesón, miel y nueces está que te inclinas. Te ha quedado estupendo, un beso. azafrandehebra
ResponderEliminarCon requesón no la he probado nunca María, así que tomo buena nota ¡que seguro está increíble como nos cuentas!
Eliminar¡Besos mil!
Me apunto la receta ipso facto jejeje. a mi novio le chifla el dulce de membrillo ;)
ResponderEliminarUn besazo guapa y sigue poniendo esas recetas tan buenas :)
Espero que a tu novio le guste la carne de membrillo que prepares con esta receta ¡me tienes que contar!
Eliminar¡Besos mil!
Tiene una pinta deliciosa !!
ResponderEliminarUn beso
¡Muchas gracias Raquel! ¡Besos mil!
EliminarMi madre y mi suegra también lo preparan año tras año.
ResponderEliminar¡Es que es un clásico!
EliminarComo me gusta el membrillo, en la encimera tengo unos cuántos para preparar, pero ... es que estoy de un vago ultimamente !!!!
ResponderEliminarYo los hago con la receta de la madre de una amiga , ya los hice así el año pasado y quedan impresionantes !!!
Bonita historia la tuya !!! cuántos recuerdos ¿Verdad?
Besos
¡Fuera la pereza Kris! Que el resultado merece el esfuerzo ¿Verdad?
EliminarGracias por pasar por mi blog
¡Besos mil!
Hola Cuca. Me he leído tu receta de cabo a rabo. La verdad es que lo hago con todas las entradas que se publican. Me gusta leer todo lo que se escribe y luego comentar. Sé que eso lleva tiempo, que podría dejar el comentario diciendo solo unas palabras sin mas pero no no soy así jj. He visto algunos comentarios, de esos que no leen ni la entrada, en la que dicen p.ej. "un bizcocho muy rico" cuando lo que figura en la entrada es un pescado o comentar que no publica porque ha estado fuera o por mil circunstancias jj.
ResponderEliminarMi madre también guardaba en esas cajas muchas cosas jj, eran sus cajas fuertes jj, antes se guardaban ahora se tiran. Es el tiempo que nos ha tocado vivir. Como soy mas mayor que tú jj he vivido parte de lo que cuentas y también esperaba con ansiedad que llegara el momento de su desmolde y de probarlo. La carne de membrillo de siempre me ha gustado y lo bueno es que me sigue gustando jj aunque solo la he hecho en una ocasión.
¿Tienes 4 hijos? número no habitual en estos tiempos jj. Yo tengo 3 y ya son mayores.
Si en alguna ocasión te sobra algo de esta delicia de carne de membrillo no me importaría en absoluto recibir una de esas cajas. Disfrutaría como no imaginas jj. No te lo digo en serio jj, aunque lo de disfrutar sí que lo es.
Una entrada preciosa para un dulce tentador y delicioso.
Un abrazo
Juan gracias por este mensaje tan bonito. Se nota que te lees las entradas; tus comentarios lo demuestran. A mí también me gusta leerlas. Los blogs de cocina no son sólo recetas, son historias, recuerdos y conocer a la gente que hay detrás. Al menos a mí es lo que me gusta.
EliminarAsí me estoy creando un círculo de "imprescindibles" que es un placer visitar y seguir conociendo. Además tengo la suerte de contar con mucha gente que está aquí habitualmente y se para a leer y comentar lo que publico ¡es toda una suerte!
Por cierto ¡no tengo cuatro hijos! Los cuatro niños trasto de los que hablaba en mi receta somos mis primos, mi hermano y yo, cuando la carne de membrillo se hacía en casa de mi abuela ¡qué peligro suponíamos! Hijos aún no tengo, pero ya comienzan a entrar en nuestros planes.
Ah! yo también conservo muchas latas y algunos envases, procuro seguir el ejemplo de mi abuela.
¡Besos mil!
Relatando estas escenas tuyas infantiles estás relatando también las mías. Mi madre todavía tiene algunas de esas cajas de lata de mi abuela y eran destinadas para lo mismo que lo hacía la tuya. Por aquí donde vivo también se llama carne de membrillo a este dulce tan tradicional.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato y tu receta
Un beso
Me ha gustado mucho comprobar que una gran mayoría compartimos estos recuerdos. ¡Ojalá no se pierdan estas tradiciones!
Eliminar¡Besos mil!
Ohhh mira que llevo tiempo y tiempo queriendo hacer membrillo!! tiene una pinta espectacular!!!
ResponderEliminar¡Yo te animo a que lo hagas! ¡Besos mil!
EliminarHola Cuca que voy a decirte que no te hayan dicho ya, te ha quedado excelente me dan ganas de ir a comprar membrillos.( Si no fuera por los kilos de mas) gracias guapa .
ResponderEliminarBesos.
Si un poquito de esta carne de membrillo no engorda... lo malo es empezar y detenerse ¡es una tentación tan grande!
Eliminar¡Besos mil!
Hola Cuca, que pinta más buena, a mi me encanta el membrillo casero, está muy rico.
ResponderEliminarBesos
Cocinando con Montse
Me alegro de que te guste Montse ¡Besos mil!
EliminarCuca, el post de hoy me ha encantado. Me has hecho revivir un día de los que para mí eran de fiesta en casa; cuando mi abuela, mi madre y mis tías lo hacían. Creo que en mi casa, era exactamente igual que como tú has contado, incluído lo de no os acerquéis que es muy peligroso. La primera vez que lo hice sola con mi madre, se lo dije, ¿donde está el peligro? jaja. En fin... un receta de diez, niña. Por lo rica y por los buenos recuerdos.
ResponderEliminarUn besazo
Mari para mí lo mejor de esta receta es comprobar que muchos de nosotros compartimos recuerdos parecidos en torno a un mismo dulce. Es fantástico comprobar que en todas las casas se hacía de una forma parecida, que reunía a todas las mujeres de la familia y que a los niños se nos mantenía alejados.
EliminarOjalá podamos compartir más recetas de este tipo porque traen unos recuerdos maravillosos
¡Besos mil!
Es la receta perfecta para el reto! Qué haría yo sin la carne de membrillo de mi madre... sin ir más lejos, ayer me dió un buen trozo y hoy me he puesto las botas con queso... Qué rico!
ResponderEliminarEs que las recetas de abuelas y madres son únicas, aunque va siendo hora de coger el testigo y empezar a hacerlas nosotros mismos, porque de los errores se aprende y cuando tenemos a las maestras a mano ellas nos pueden decir en qué hemos fallado.
EliminarSeguro que la de tu madre está de lujo ¡Besos mil!
Es verdad , recuerdo los moldes le lata y también le ponian un papel encerado encima . A mí me encantaba el olor de la casa cuando lo preparaban. Un clásico en cualquier casa
ResponderEliminarBesos
Es que ese olor es inolvidable ¿verdad?
Eliminar¡Besos mil!
Este homenaje a tu abuela, traer recuerdos y olores antiguos, paladear los sabores de la infancia; todo esto era precisamente lo que buscábamos cuando creamos La cocina typical spanish.
ResponderEliminarGracias por participar en en nuestro cumple con algo tan especial para ti, me ha llegado al alma.
Muchos besos.
Verónica ha sido un placer formar parte de vuestro primer cumpleaños. Me he sentido muy a gusto, cómoda ¡y voy a repetir con algún nuevo reto seguro! Además con esta entrada estoy recibiendo muchísimo más de lo que he dado ¡¿qué más puedo pedir?! ¡Absolutamente nada!
Eliminar¡Besos mil!
Hola!! me ha encantado la entrada y toda la historia que nos cuentas,qué bonita!! en mi casa también lo hacemos tradicional y muy igual al vuestro, que bueno es y que delicia poder tomarlo durante todo el año. Pues nada a ver si a actualizo el post del membrillo que lo tengo caduco con imagenes nuevas, gracias guapa!! feliz membrillo :)
ResponderEliminarMe ha hecho mucha ilusión ver cómo se sigue preparando la carne de membrillo de manera tradicional, con esta fantástica receta hererada de madres a hijas ¡si es que como hacerlo así no hay nada ¿verdad?!
Eliminar¡Feliz y dulce fin de semana Silvia! ¡Estoy deseando ver tu entrada del dulce de membrillo!
A mi padre le encanta el membrillo, en cuando es temporada llena la casa de ellos por el olor que tienen, luego van desapareciendo para comerselos asi tal cual o preparar el dulce de membrillo. La de bocadillos que yo me abre comido para merendar en mi infancia!!!!
ResponderEliminarNo conocia tu blog me quedo un ratito.
Besos
Yo no comí bocadillos ¡pero eso se puede solucionar ahora! Gracias por pasar por mi blog y espero verte a menudo por aquí.
EliminarMi padre siempre lleva un membrillo en el coche porque le gusta el olor. Cuando se pone muy maduro lo quita.
¡Feliz y dulce fin de semana!
Hola Cuca quzas me conozcas porque muchos de los blog que te han comentado son amigos y los conozco de hace mucho tiempo (llevo en esto desde el 2007) pero hoy te vi por casualidad y me hizo gracias el nombre del blog, y aqui me tienes como seguidora, y estoy de acuerdo con Juan que hay que leer las recetas, no solo por deferencia hacia la persona que se molesto en hacer ese trabajo, sino por el interes que puedas tener en hacerla bien.
ResponderEliminarHace dos dias que hice la carne de membrillo, y suelo hacerla asi mas o menos, yo le añado una rama de canela y unos clavos, lo demas igual, es que sino no cuaja, bueno despues de la perorata espero que sigamos viendonos, un abrazo
Mamen ¡bienvenida a esta cocina! Es un placer que hayas llegado aquí y a partir de ahora compartamos recetas y trucos para la cocina. Me ha resultado muy curioso lo del clavo y la canela más lo primero que lo segundo, pero le voy a preguntar a mi madre, porque me ha traído un recuerdo muy lejano e igual en algún momento mi abuela se los ponía también, o al menos alguien en su familia (puede que venga de más atrás)
EliminarGracias por leer mi entrada y reitero mi bienvenida a este rincón
¡Besos mil!
Cuca esta receta me ha encantado tanto por la historia que nos has contado, como por la receta en si.
ResponderEliminarYo nunca he preparado carne de membrillo y eso que me encanta, tal vez sea porque en mi familia no tienen esa bonita costumbre familiar que habéis tenido vosotros, pero siempre he querido aprender ha hacerla, asi que con tu permiso y el de tu familia me guardo vuestra receta para hacerla una dia
Mil besos guapi
Elisa es para mí todo un placer que te lleves nuestra receta de la carne de membrillo para intentar hacerla y ojalá que con ella inicies una tradición que legar a las generaciones futuras de tu familia.
EliminarPiensa además que cada familia tiene tradiciones diferentes; unas en torno a una receta, otras en torno a la recogida de la aceituna o la uva, otras en torno a la navidad, a las vacaciones de verano... ¡uf! se me ocurren mil cosas, así que seguro que en la tuya también hay tradiciones aunque no sean reposteras.
Si te animas a prepararla ¡quiero saber qué te ha parecido!
¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es
Cuca a mi me gusta mucho el membrillo con queso fresco jajajja, pero nunca lo he hecho. Te ha quedado genial. Felicidades guapa, un beso.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Elia! Ya has visto que es sencillo, puedes animarte
EliminarNunca he preparado el membrillo..pero no se ve dificil de hacer! A mi me gusta solo o con con queso. Probaré tu receta!
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