Plum cake de higos con perlas de chocolate

El final del verano es bonito. A mí me encanta que las tardes sean un poco más cortas, que por la noche y por la mañana temprano no tengamos un calor asfixiante, que el sofá empiece a llamarte y apetezca pasar más tiempo en casa porque ya no tienes la sensación de vivir en un horno, que estés deseando que las temperaturas bajen para preparar una sopita para cenar o unas lentejas calentitas para la comida...

Pero sobre todo me gusta la cantidad de frutas y verduras de temporada que hay en esta época. Como el pasado invierno fue bastante escaso en lluvias este año la huerta de mi padre no está produciendo ni la mitad de verduras que hemos tenido otros veranos y la cosecha de frutas también está siendo pobre, pero hay que tomar las cosas como vienen y aprovechar lo que buenamente tenemos.

Curiosamente este año hay muchos higos y aunque a mí me encantan y cuando los pongo encima de la mesa no puedo parar de comer no es normal (y seguramente tampoco es bueno) comerse de una sentada medio kilo de higos (y pretender hacerlo cada día). Así que hay que buscar recetas para aprovechar lo mejor posible esta delicia que me consta que os vuelve locos a más de uno de los que pasáis a diario por mi cocina.

Este verano me apetecía probar con algo diferente y desde hace bastante tiempo no lograba quitarme de la cabeza una receta de bizcocho de higos que encontré un día mientras ponía orden entre mis recetas impresas, recortadas y copiadas muchas de las cuales llevan esperando años y es que atesorar recetas es un vicio anterior al blog ¡seguro que para muchos de vosotros también!

Le tenía ganas y a la vez tenía dudas porque no acababa yo de ver cómo podía quedar una masa a la que se incorporan higos ¡pero qué poca fe! Si todas las masas que llevan fruta quedan deliciosas, esponjosas, jugosas e irresistibles ¿a santo de qué esta iba a ser diferente?

Entre nosotros, fue darle el primer bocado y saber que había descubierto un nuevo vicio casero y es que este bizcocho es simplemente IMPRESIONANTE. Está feo que yo lo diga, pero es la verdad. Es uno de los bizcochos más ricos que he probado nunca, la textura es fabulosa y cuando das un bocado y muerdes las semillas de higo crujientes en medio de un bizcocho tan jugoso y esponjoso que se deshace en la boca y además encuentras un trocito de chocolate... ¡es un placer indescriptible!

Creo que mi marido lo definió muy bien : es un bizcocho para saborear sin prisas. Y tiene toda la razón porque el tiempo se para cuando das el primer bocado y te gustaría que no se acabase nunca el trozo que tienes en las manos.

Además he descubierto mis perlas de chocolate favoritas del mundo mundial (al menos por ahora) que son las de la marca Belbake de LIDL ¡están deliciosas! Hasta ahora usaba las de Hacendado que son de Antiú Xixona y que salían muy bien de precio. Estas son un poquito más caras (aunque tampoco nada fuera del alcance de la mayoría de economías domésticas) pero para mi gusto merecen mucho la pena. ¡Su sabor me ha conquistado! Y conste que las pago yo de mi bolsillo y que LIDL no me las ha mandado para que las pruebe ni le haga publicidad, pero cuando un producto me gusta y creo que merece la pena compartirlo lo cuento tan felizmente.

No os lo penséis y probad esta receta ¡que vendréis corriendo a darme la razón y seguro que la preparáis más de una vez!

Yo de hecho sigo experimentando con masas en las que incorporo higos (aunque por ahora esta es mi favorita eh?) porque cuando algo me gusta no puedo dejar de experimentar y sí, estáis en lo cierto, durante este mes igual estoy un poco monotemática con el tema de los higos pero es que están dando para muchas recetas estupendas ¡y las hay para todos los gustos!

¿Vamos con la receta? Veréis que es muy fácil de preparar ¡si es que lo tiene todo para que salgáis corriendo a encender el horno!

Ingredientes:

* 160 gramos de higos pelados

* Un huevo

* 150 gramos de azúcar moreno

* 40 gramos de mantequilla

* 100 gramos (sí, pesada) de leche semidesnatada (o la que tengáis en casa)

* 250 gramos de harina

* Un sobre completo de gaseosillas (un sobre blanco y uno azul o morado según marcas)

* 5-6 higos más pelados y troceados

* 60 gramos de perlas de chocolate 

Elaboración:

1. Pelamos y partimos los higos y los ponemos en un bol

2. Con ayuda de un tenedor los aplastamos bien hasta obtener un puré. No pasa nada si queda algún trozo más grande.

3. Añadimos el huevo y batimos muy bien para que se quede perfectamente integrado con el puré de higos.

4. Incorporamos el azúcar y volvemos a batir hasta obtener una masa homogénea.

5. Añadimos la mantequilla derretida o a temperatura ambiente si hace calor porque nos será relativamente sencillo incorporarla, y volvemos a batir hasta que esté todo bien mezclado.

6. Incorporamos la harina, el gasificante y la sal y comenzamos a batir. Como la masa se espesará vamos añadiendo poco a poco la leche para que nos sea más fácil. Al final obtendremos una masa suave pero con consistencia.

7. Pelamos los higos que teníamos reservados y los partimos en trocitos. Los incorporamos a la masa.

8. Añadimos las perlas de chocolate y con la ayuda de una espátula procuramos que tanto los higos como las perlas queden bien esparcidos por la masa.

9. Untamos de mantequilla el molde que hayamos elegido (en mi caso uno de plum cake que últimamente es mi favorito). También podemos cubrir el interior con un papel de hornear lo que nos facilita tremendamente el desmoldado y evita riesgos como la rotura, enfados y frustraciones. Vertemos la masa en el molde.

10. Introducimos en el horno precalentado a 180º C y horneamos durante unos 45 minutos aproximadamente. A partir del minuto 30 comprobad el estado del bizcocho pinchando con un palillo de madera y tapad con un papel de alumino para que la superficie no se dore en exceso.

11. Una vez horneado dejamos reposar unos minutos en el horno con la puerta entreabierta y pasados cinco o diez minutos sacamos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Se conserva perfectamente en el frigorífico envuelto en un film transparente. Ya sabéis que al llevar fruta natural es más delicado y tarda menos en ponerse malo, así que nos curamos en salud y lo mantenemos en frío ¡que está delicioso!

Además va a durar muy, muy, muy poquito ¡si lo hacéis me daréis la razón! De hecho como no había podido hacer las fotos del corte guardé un trocito en el cajón de las verduras hasta que sacara un momento ¡pues mi marido dio con él y se comió la mitad! Y no es que lo encontrase de casualidad, es que sabía que quedaba y se puso ex profeso a buscarlo por todo el frigorífico. Menos mal que tuvo a bien dejar un poquito para que pudiera enseñaros el interior de esta maravilla y tentaros a prepararlo cuanto antes.

Antes de despedirme me gustaría compartir con vosotros que mañana, cuatro de septiembre, es mi quinto aniversario de boda. No podía haber mes mejor para casarme y sin duda me ha ido bien porque estos cinco años se han pasado volando ¡espero cumplir muchos más! Os deseo un feliz y dulce fin de semana y que la vuelta a la rutina no se os haga muy dura.

Manos a la masa y ¡bon appétit!