Crumble de higos

Me gusta Septiembre. De hecho me encanta el mes de Septiembre. No sé si esto supone que sea la persona más rara del planeta, pero me da igual.

El verano nos dispersa, el calor agota, los días tan largos acaban por agobiar... y septiembre marca el principio del fin de esta anarquía. Confesaré que soy plenamente feliz cuando me despierto y me recibe la primera mañana fría del final del verano y me digo que no debo salir para el trabajo sin llevar una manga (porque reconozcámoslo, es una época bastante traicionera para pescar resfriados) 

Sí, amo el otoño. Y Septiembre anuncia que se encuentra a la vuelta de la esquina. Soy una autumn divine más diva que nunca cuando el frío comienza a desterrar el calor y las hojas de los árboles empiezan a cambiar de color y vestir con una alfombra ocre las calles. 

Este mes me carga las pilas más que ningunas vacaciones, porque en realidad ¿hay alguien que realmente descanse durante sus vacaciones laborales? ¡si entre plan y plan acabamos más cansados que cuando estamos trabajando! Aunque siempre es agradable cambiar de rutinas a mí me gusta la vuelta a la normalidad ¡no puedo evitar ser un animal de costumbres y de horarios! más si es una vuelta tan agradable como reabrir mi cocina y volver a encontrarme con todos vosotros que también estáis volviendo a las vuestras aunque siempre queda algún rezagado (o afortunado) que intenta alargar al máximo los días de descanso.

 

Y para la vuelta os traigo una receta de las que a mí me gustan ¡con fruta de temporada! que los higos están en su mejor momento y además la cosecha está siendo muy abundante y hay que darles salida pronto por dos motivos: porque no puedo tener el frigorífico tomado exclusivamente por fruta y porque no tardan mucho en ponerse malos. Así que la opción ha sido todo un clásico en mi cocina y he optado por un crumble ¡es que no me puedo resistir a prepararlo! ¡me encanta! y además es tan rápido y sencillo de preparar que no hay ni que tener casi tiempo. 

Además he puesto mucha canela, otra de mis pasiones, así que me ha quedado un postre ¡irresistible! Pero si a vosotros no os gusta podéis no ponerla ¡que va a estar igual de bueno! y para cambiar un poco esta vez he usado harina integral y el resultado sigue siendo delicioso.

Encendamos el horno, dejemos que la cocina se inunde con el delicioso aroma de un postre casero recién hecho, que nos embargue la emoción y la impaciencia por meter cuchara cuanto antes y por supuesto abramos una ventana a nuestra cocina para que todo el que lo desee entre y disfrute con lo que preparamos... en definitiva, retomemos las viejas costumbres, que siempre suelen ser buenas.

Una vez más bienvenidos de nuevo a mi cocina, pasad sin llamar que estáis en vuestra casa, buscaos un rinconcito cómodo, servíos un buen trozo de lo que gustéis y disfrutemos del reencuentro y de las historias que todos traemos en la mochila por contar y de las recetas que vamos a compartir.

Ingredientes:

* Higos suficientes para cubrir al menos la base del molde que utilicemos. Yo fui muy bruta y no sólo cubrí la base del molde, sino que puse una capa bastante gruesa para aprovechar todos los higos que tenía en el frigorífico. Creo que utilicé 1,5 o 2 kilos de fruta.

* 100 gramos de harina integral (puede ser de la normal si no tenéis integral en casa)

* 50 gramos de azúcar moreno

* 50 gramos de azúcar blanco

* 60 gramos de mantequilla

* Canela molida

Elaboración:

1. Pelamos y partimos en cuartos los higos. También podéis ponerlos con la piel quitando sólamente algún trocito si está dañado o estropeado.

2. Añadimos un par de cucharaditas de canela molida a los higos partidos, mezclamos bien y dejamos reposar.

3. Para preparar el crumble ponemos en un bol profundo (así se ensucia menos) la harina, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente (esto ahora no es problema con el calor que hace)

4. Amasamos con las manos hasta que nuestra mezcla tenga la textura de arena mojada y la apariencia de unas migas.

5. Ponemos los higos en el molde que vayamos a utilizar y procuramos que queden extendidos de manera uniforme en la base.

6. A continuación cubrimos la fruta con el crumble procurando que no queden huecos.

7. Metemos en el horno precalentado a 180º C durante unos 30 minutos o hasta que la superficie del crumble se vea doradita (y por los bordes empiece a brotar el jugo de la fruta. Os aseguro que es la mejor parte)

8. Dejamos enfriar y disfrutamos de esta maravilla templado o frío. Sólo o acompañado de una bola de helado ¡a vuestro gusto!

Como podéis comprobar es una receta muy sencilla, de las que se preparan casi solas mientras haces otras cosas, pero está tan rica ¡que no podéis dejar de hacerla!

Además estamos en plena temporada de higos ¡no podéis dejar pasar la ocasión!  que esperar hasta la primavera la temporada de las brevas se hace largo ¡os lo aseguro! Al menos a mí que estoy enamorada de estas frutas y todas (os aseguro que este verano la cosecha está siendo abundante) me parecen pocas.

Manos a la masa y ¡bon appétit!