Muffins de ricotta y moras con un toque de canela

Soy consciente de que a mi vuelta de vacaciones he estado monotemática con los higos y aunque aún me quedan varias recetas pendientes y las tengo que publicar más pronto que tarde porque la temporada se acaba pronto esta semana vamos a tomarnos un respiro y voy a publicar recetas con otro tipo de frutas.

Antes de nada, y por si algún despistado aún no se ha enterado, os cuento que el jueves día 10 (si, dentro sólo de tres días) se vuelve a obrar el milagro que sólo acontece dos veces al año y LIDL vuelve a poner en venta su panificadora. ¡Oh qué emoción! Es momento de planificar estrategias de compra, de carreras en el supermercado a la hora de abrir y de ser más rápida y astuta que el resto. Yo me hice con una en abril (podéis leer la experiencia aquí) y estoy muy contenta con ella, así que os animo a que la compréis porque además de hacer pan y bizcochos es una ayuda importante para amasar y seguro le sacáis partido. Y conste que LIDL no me paga por hacer publicidad aunque ya lo haya mencionado en las dos últimas entradas.

Una vez acabado el inciso para tan importante y apremiante noticia sigo con la receta de hoy.

Ya sabéis que me encanta preparar muffins en casa porque son perfectos para el desayuno, para la merienda, para llevártelos a la oficina, para... ¡para cuando te quieres dar cuenta ya no quedan! Seguro que sabéis de qué hablo ¿verdad? Y si llevan fruta ya me resultan completamente irresistibles.

Estamos en temporada de moras de nuevo. De zarzamoras como las llaman las personas mayores de mi pueblo. Y aunque las moras que he utilizado son de morera, de las que recogí en primavera con mi marido de la morera que hay en mi barrio que las tenía congeladas, os aseguro que ya hemos salido a buscar moras de nuevo y tengo unas poquitas (muy pocas porque aún están madurando) para hacer alguna cosilla más.

Así que lo tenía más que claro ¡quiero muffins de moras!y aprovechando que tenía un paquete de queso ricotta en el frigorífico salieron estos deliciosos muffins de ricotta y moras que por supuesto llevan un poquito de canela (esta vez bastante poquita, lo prometo) porque parece que yo no sé repostear nada sin ponerla.

El resultado son unos muffins húmedos y deliciosos, en los que a cada bocado te encuentras con unas cuantas moras que los convierten en irresistibles.

Si nunca habéis buscado moras ¡ya sabéis! Salid al campo, que ahora hace menos calor, y buscad zarzas junto a los barrancos y con mucha paciencia disponeos a coger moras. Después de un buen rato y algún que otro pinchonazo (es imposible salir absolutamente ileso por mucho cuidado que se gaste) regresaréis a casa felices y cargados de estas maravillas ¡veréis cómo os gusta la experiencia!

No me enrollo más, que el fin de semana ha sido intenso, con boda incluída y arrastro demasiado cansancio y demasiadas horas de falta de sueño y os dejo con lo verdaderamente importante que es la receta de estos deliciosos muffins que además son muy sencillos ¡espero que os animéis a prepararlos!

Ingredientes:

* 250 gramos de queso ricotta (lo compré en LIDL)

* Un huevo

* 200 ml de leche (podéis poner la que toméis habitualmente en casa)

* 80 ml de aceite de girasol

* 230 gramos de harina para repostería

* 100 gramos de azúcar blanca

* Cucharadita y media de levadura química

* Media cucharadita de bicarbonato sódico

* Un pellizco de sal

* Una cucharadita generosa de canela

* Moras. Las que tengáis, las que encontréis. Yo puse unos 250 gramos. 

Elaboración:

1. En un bol ponemos el queso, el huevo, el aceite y la leche y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.

2. Añadimos la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato, la sal y la canela y mezclamos sin batir en exceso porque no queremos incorporar demasiado aire hasta que la mezcla esté integrada y sea homogénea.

3. A nuestras moras bien lavadas y escurridas añadimos una cucharada de harina y mezclamos bien.

4. Añadimos las moras a la masa y con la ayuda de una espátula para no estropearlas, sobre todo si están muy maduras las repartimos de manera uniforme.

5. Ponemos las cápsulas de papel que elijamos en nuestra bandeja para muffins y con la ayuda de una cuchara para helados las rellenamos con la masa sin llegar al borde.

6. Introducimos en el horno precalentado a 200º C y horneamos durante 10 minutos

7. Pasado este tiempo bajamos la temperatura a 180º C y horneamos unos veinte minutos más hasta que se pongan doraditos. Comprobad siempre el punto de horneado pinchando con un palillo. Estarán listos cuando este salga limpio.

8. Abrimos ligeramente la puerta del horno para dejar salir el calor pero los dejamos dentro unos diez minutos más para que no se nos bajen.

9. Pasado el tiempo sacamos del horno, quitamos de la bandeja para muffins y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Mi consejo es que se guarden en un tuper o lata bien tapados en el frigorífico sobre todo si sigue haciendo un poquito de calor y porque llevan fruta y queso y a temperatura ambiente (que estaremos en septiembre pero la temperatura aún nos da sorpresas y además las casas están aún muy calentitas) tardarían muy poco en ponerse malos.

Os deseo muy feliz semana ¡vamos a por el lunes que además está la vuelta al cole al caer en según qué zonas! 

Manos a la masa y ¡bon appétit!