Magdalenas de leche condensada y arándanos
La lluvia nos vuelve a acompañar y aunque las temperaturas son más cálidas sigue apeteciendo encender el horno.
Las magdalenas que os traigo hoy las vi hace muchísimo tiempo en Instagram.
Ahora no tengo mucho tiempo para redes sociales (en realidad para casi nada) pero reconozco que son una fuente inagotable de inspiración.
Siempre estuvieron rondando por mi cabeza, pero no fue hasta un día que me cansé de ver una lata de leche condensada en el armario de la cocina que decidí prepararlas.
Creo que lo he comentado en alguna ocasión ¡no me gusta nada la leche condensada!
Reconozco que siempre he sido muy dulcera (con algunos periodos de excepción) pero con la leche condensada no he podido jamás.
Recuerdo que mi prima abría la lata en casa de mi abuela y si no tenía cuchara a mano (o para evitar que la pillasen) se la zampaba metiendo el dedo una y otra vez.
Y a mí me daba mucho asco. Porque estaba muy dulce y porque a mí aquello me sabía mucho a leche y el sabor de la leche y yo no hemos sido nunca amigos.
Yo creo que mi abuela sabía perfectamente de aquellos ataques a la lata de leche condensada, pero como mi prima era su nieta favorita (que eso lo sabíamos todos y lo seguimos manteniendo cuando se van a cumplir 12 años de su partida) se lo permitía todo.
En realidad mi abuela era también muy golosa, recuerdo sus últimos años que podía pasar perfectamente de la comida pero comerse dos postres (cosa que le permitía precisamente mi prima)
Mi reconciliación con la leche condensada ha sido gracias a la repostería, pero sola no puedo casi ni olerla, mucho menos comerla.
Miro el lado bueno, menos calorías para el cuerpo.
Comencé con un bizcocho y poco a poco he ido probando en otros postres, como esta tarta con limón y galletas que está para morir de rica (y de calórica) o los roscos que publicaba justo antes de Semana Santa.
Si os soy sincera tenía puestas muchas esperanzas en estas magdalenas, que tenían miles de millones de likes y es de un perfil que supuestamente hace postres riquísimos y si os digo la verdad me han decepcionado un poquito.
Seguramente sea culpa mía que no he sabido cogerle el punto porque ¡oh sorpresa! esta vez he seguido la receta al pie de la letra con la única salvedad que añadir arándanos en lugar de chocolate.
¿Están buenas? Por supuesto. Prueba de ello es que no hice las fotos el día que las horneé y cuando quise darme cuenta quedaba ¡sólo una! A veces no sé si vivo con personas o con una horda de langostas, porque como algo les guste ¡no paran!
¿Son lo que esperaba? Pues no. Porque les habían dado tanto boom y la gente decía que estaban tan buenísimas que yo tenía otras expectativas.
Así que o bien yo tengo un paladar muy selecto o no he sabido prepararlas como se merecían.
También es cierto que yo soy más fan de muffins que de magdalenas y quizá por eso las que os traigo hoy salen perdiendo, aunque como os digo están ricas, pero para mi gusto un poco secas.
La receta no tiene complicación alguna y se ensucian muy pocas cosas para prepararla lo que para mí la hace ganar puntos.
Tampoco se requieren aparatos especiales, es suficiente con un bol y unas varillas así que está al alcance de cualquiera.
Como desayuno o merienda están genial y si tenéis una lata de leche condensada ¡no le deis muchas vueltas y dadle una oportunidad a estas magdalenas!
¿Os apetecen?
Ingredientes:
* 1 lata de leche condensada (unos 397 gramos)
* 4 huevos
* 100 gramos de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
* Ralladura de un limón
* 1 cucharadita de canela en polvo
* 16 gramos de levadura química (impulsor)
* 250 gramos de harina
* 100 gramos de arándanos desecados
* 1 cucharadita de harina
Elaboración:
1. En un bol ponemos los huevos, el AOVE, la leche condensada y la ralladura de limón y batimos hasta obtener una mezcla cremosa
2. Añadimos la canela, la levadura y la harina y batimos hasta integrar
3. Ponemos en un bol los arándanos y la harina y mezclamos bien y los añadimos a la masa de las magdalenas. Repartimos con ayuda de una espátula.
4. Ponemos las cápsulas en nuestra bandeja para magdalenas y repartimos la masa con una cuchara de helados.
5. Introducimos en el horno precalentado a 200º C y horneamos unos 20-25 minutos o hasta que al pinchar en el centro con un palillo salga limpio.
6. Apagamos el horno, dejamos templar cinco minutos con la puerta entreabierta, sacamos, retiramos de la bandeja para magdalenas y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla
Una receta muy fácil, de fondo de repertorio repostero, que merece la pena probar aunque solo sea una vez en la vida.
Para conservarlas las podéis guardar en un recipiente que tape bien, aunque ya veis que en casa si me descuido no llegan a las fotos.
Prefiero no invocar a los virus. Seguimos libres, por el momento, pero tal y como está el panorama con el Covid (que sigue existiendo, aunque no lo parezca) y con los cambios de temperatura prefiero no decir nada, ni muy alto que seguro que me dejan por mentirosa en un abrir y cerrar de ojos.
A mi marido esta semana le están haciendo pruebas a ver si dan con el origen de su dolencia, así que llevo unos días sola en casa con las niñas, pero como ellas tienen mamitis tampoco les ha costado el cambio.
Como son muy listas me dijeron la primera noche ¿y si dormimos contigo en tu cama? y ahí se frustró el tener la cama para mí sola. No hay manera ¿eh?
Gracias a todos por seguir visitando mi cocina y por vuestros comentarios. Os espero el jueves próximo.
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Cuando era pequeña, sí que me gustaba la leche condensada, pero ahora no, es demasiado empalagosa y cuando algún dulce la lleva enseguida lo noto, y no porque esté malo, sino porque debo tener el sabor en la memoria del disco duro. A tus magdalenas no les pongo ni una pega, al contrario que a ti, me gustan más que los muffins, otra cosa grabada en mi cabeza, las maduritas somos así.
ResponderEliminarMe alegro que andéis todos bien y que a tu marido le estén haciendo pruebas, últimamente eso es bastante difícil, a menos que estés listo de papeles, porque ya ni que tengas el virus sirve.
Un beso.
Buenos días Cuca, la verdad hija mía, a veces creo que lo de tu inconformidad crónica te viene de nacimiento, pero oye, que no es una crítica, sino un elogio, porque hay que ver lo bien que te han quedado, o te ha quedado esta magdalena, ya que solo es una, Jajajaja…, a pesar de no gustarte, con una receta fácil, sí, pero por la que no te morirías por probar, cosa que no me pasaría a mí, que sin ser yo excesivamente golosa, la leche condensada si me gusta, aunque tampoco la compro nunca, cuando lo hago, solo es para hacer café bombón, o muy excepcionalmente para añadir un bolillo a los fresones, si estos son más bien sosones.
ResponderEliminarEspero que tal como está el panorama, den pronto con la causa de la dolencia de tu marido, la situación es desesperante, las esperas se hacen eternas, crucemos los dedos y ojalá tengas pronto un diagnóstico claro, al menos sabrás con lo que te enfrentas.
Besos
Un muffin golosissimo con foto meravigliose! Complimenti!
ResponderEliminarQué delicia. Yo soy de las que si se comería la leche condensada a cucharadas, pero no puedo abusar del azúcar, así que me limito solo a los postres con ella, ja ja. Muchos besos y de nuevo, me anoto la receta. :D
ResponderEliminarHola cuca , a mi hijo le pasa como a tu prima ,que ve un bote de leche condensada y no para hasta que lo acaba , a cucharadas o a morro ,que alguna vez le hacia 2 agujeros a la tapa y cuando me quería dar cuenta.. el bote vació
ResponderEliminarlas magdalenas tienen buena pinta y prueba de ello es que casi no puedes hacer la foto ,pero tienes razón a veces nos creamos espectativas que luego nada tienen que ver con nuestra realidad
besitos
Una receta deliciosa
ResponderEliminarSalu
Una receta deliciosa
ResponderEliminarSaludos
Hola Cuca. Pues creo que ya te habré comentado que a mí me pasa lo contrario, adoro la leche condensada y como no puedo tomarla, conseguí hacerla sin azúcar, pero no la preparo mucho para no pasarme metiendo la cuchara.
ResponderEliminarEres honesta dando tu opinión, pero sabemos que no todas las recetas salen bien, por muy famoso que sea el blog o los millones de likes que tengan. Si están ricas, perfecto.
Espero que pronto sepan qué dolencia tiene tu marido. La espera siempre va acompañada de ansiedad.
Besos y cuidaos.
Cuca, pues muy golosas tus magdalenas y además con leche condensada que me encanta. Te han quedado para mordisco y un té.
ResponderEliminarEspero que no sea importante lo de tu "santo", a veces viene todo junto. Yo voy muy de cabeza, arrastrando algo el cansancio que me dejó el Covid (con todas sus castas) y con trabajo de más. Todo el día en el ordenador que además por la Ley de Murphy está dando problemas...cómo no, esto es como cuando sí o sí debes imprimir algo urgente y la impresora no imprime... me ha pasado tantas veces que ya no las cuento. Pues estoy así, corriendo y a salto de mata con mi blog, publicando cuando tengo tiempo para dejar algo programado. En fin, un poco desastre.
Me alegro que las niñas tengan mamitis, luego crecen, se casan y se van como Susanita de Mafalda.
Aprovéchalas.
Besos a las tres fuertes y achuchones a las pequeñitas.
Qué buenas tienen que estar!!! Gracias por la receta, a ver si me atrevo a intentarlo. Un beso
ResponderEliminarHola Cuca, pues tu única magdalena se ve muy rica y de gran tamaño... qué bueno que al menos te dejaran una, para las fotos... jajaja!! A veces, es lo que pasa que una ve una receta en redes, tiene miles de likes, la hace y... ¡zas! "Chasco que te crió..." no es todo oro como lo pintan y más en redes; de todas formas me quedo con tu comentario de que estaban ricas... o quizás fuera porque a ti no te gusta la leche condensada... es que pueden ser muchos factores. En fin... algunas recetas saben mejor que otras... a mi me pasa lo mismo.
ResponderEliminar¡¡Hola Cuca!! Bueno, ya sabemos que estos de los gustos son muy relativos, pero una vez que lo has dicho, es verdad, la miga se ve un poquito reseca, y bueno, si no la hiciste en el mismo día las fotos, también se queda un poquito más reseca al día siguiente. Tal vez le falte un poco más de líquido. Pero bueno, las magdalenas que quedan un poco más secotas, son ideales para remojar en leche, pues y soy de remojar las magdalenas en la leche, je, je, y las que están muy tiernas me las como a palo seco.
ResponderEliminarA mí me gusta la leche condensada, pero tampoco para comérmela a cucharadas (ya sabes que la nocilla sí, ja, ja, aunque esté empalagosa al máximo, lo sé, pero lleva chocolate, ja, ja). Pero la leche condensada me parece ideal para la repostería.
Por cierto, te habrá quedado sólo una de las magdalenas, pero no ha hecho falta más para que te hayan quedado unas fotos muy bonitas, a mí me han encantado.
Me alegro que sigáis libre de virus, por aquí, yo tengo muchísimos alumnos con covid, precisamente los que han aguantado todos estos años sin contagiarse. Mi hermana también lo ha pillado, y estuvo conmigo dos días antes, pero parece que es la misma variante. La pobre está totalmente aislada en su habitación pues no quiere pegárselo a mi padre, que ya tiene una edad y sí que nos preocuparía que lo cogiera. De mi casa, sólo faltaban ellos por cogerlo. También hay mucha gripe, también tengo muchos alumnos que la están pasando. Y una bacteria en la tripa que está causando estragos. En fin, que este año parece que está atacando todo.
A ver si a tu marido le dan pronto en lo que tiene, por lo menos que tenga tratamiento y se pueda recuperar. El mío sigue en casa, la semana que viene tiene rehabilitación y visita con los especialistas, a ver qué le dicen. Aunque él ya está cansado de estar en casa (bueno, cansado no, que ha engordado varios kilos y quiere volver a la rutina para intentar quitárselos de nuevo, pero ganas de volver a trabajar y ver a los compañeros, me dice que ninguna, ja, ja. Besitos.
¡Vaya!, pues en mi casa raramente entraba leche de vaca y todos tomábamos leche condensada. Y cuando iba a campamentos en verano hervíamos el bote y nos salía algo parecido al Dulce de leche que nos encantaba. Ahora la verdad es que apenas la utilizo y si alguna vez me he inspirado en el supermercado mi bote acaba como el tuyo, aburrido en una estantería de la despensa. Me alegro que no os haya atacado el virus, nosotros lo acabamos de dejar atrás y la verdad es que nos ha dejado algunas secuelas. Espero que a tu marido le salgan bien todas las pruebas. ¡Ah! y las magdalenas se ven deliciosas. Un beso
ResponderEliminarSe ve muy delicioso
ResponderEliminarBuenas tardes Cuca, contrariamente a ti yo si soy fan incondicional de la leche condesada lo de meter el dedo en la lata no mas que nada por la guarrada que es pero eso si al final siempre lo rebañaba con algún que otro corte (por golosona) peo como pillara un bote...ahí si que daba rienda suelta a mi equilibro que no era otro que poner el tubo en alto y que no me fallare la puntería jajaja. Así que se da por hecho que tus magdalenas (o se dice madalenas...?) me gustan y si las tachas de secas la solución está en el café o lo que se tercie. Besinos preciosa
ResponderEliminarJajaja Así que estás durmiendo muy bien acompañada! Espero que enseguida terminéis de pruebas, son muy cansinas, la verdad. La leche condensada (y sus ataques) están en los recuerdos infantiles de varias generaciones por lo que veo. Qué ricas estarán esas magdalenas, ya solo viendo la textura que tienen por dentro se me apetecen.
ResponderEliminarBesitos.
Cuca, de niño comencé a tomar leche condensada y no fue hasta ya de bastante mayor cuando dejé de hacerlo, me encantaba. Con el paso de lo años me dio por comprarme una lata y mi decepción fue tal que me quedé pasmado, la tenía idealizada, recordaba un sabor que no se corrrespondió con la realidad. En fin, veo que tus magdalenas (menos mal que te quedó una para las fotos) te han gustado pero no tanto como esperabas. Solo te puedo decir que en las fotos se ve perfecta
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana!
Hola Cuca. He de decirte que tampoco yo soy un asiduo a la leche condensada ya que apenas la he utilizado pero también te diré que no me desagrada. Hay muchas cosas que no puedo con ellas y la leche condensada no es una jj.
ResponderEliminarYo hace mucho tiempo que no hago magdalenas y como los arándanos me gustan, aunque los desecados no los he probado, creo que estas magdalenas tienen que estar muy ricas, pero veo que no han cubierto las expectativas que habías puesto en ellas. No es oro todo lo que reluce 😂😂.
A ver si dan con el problema de tu marido y se recupera pronto.
Por lo que leo las peques no son tontas 😂😂 porque quieren dormir con compañía y más si se trata de su mami 😂😂. Seguro que no las dejaste ¿verdad? 😂😂
Un abrazo.
debe de ser delicioso el hecho que tenga leche condensada ,que delicia los haré felicitaciones
ResponderEliminarTienen que estar muy buenas. Podemos también comprar arándanos en sección congelados
ResponderEliminarUna receta fantástica una foto muy bella
ResponderEliminarpero tiene demasiadas calorias para mi
Algo increible de dulzor debe de ser
Un abrazo bella
Hola Cuca, sabes a mi me pasa lo mismo que a ti con la leche condensada, ni fu ni fa.
ResponderEliminarPero cierto es que la compro alguna vez cuando quiero hacer alguna receta que he visto y me llama mucho la atención.
Pero te digo una cosa no diria que no a estas magdalenas con arándanos que por cierto me encantan y hace unos años ni los quería probar, jaja
Pues eso que muy ricas!!
Besos
Lo primero espero que tu marido ya esté mejor o por lo menos vaya por buen camino... mujer si la cama está libre pues nada la niña y el gato jajaja
ResponderEliminarEl bizcocho de leche condensada (que es muy parecido por la receta a los muffins) no es que esté malo pero para mi gusto queda más seco que las magdalenas clásicas o los muffins. Mejor me pongo la leche condensada en el café y voy mojando magdalenas caseras jajaja
Besos,
Palmira
blueberry is good for improve our health... love it.
ResponderEliminarHave a wonderful weekend