Muffins de plátano y pepitas de chocolate
Los muffins que os traigo hoy pudieron ser causa de divorcio.
Los ves ahí, tan bonitos, tan inofensivos y para nada piensas que haya tremenda tragedia detrás de ellos.
Pues os aseguro que la hay.
Hace bastante tiempo os contaba cuando publiqué estos muffins de fresa y plátano que me costaba mucho tener plátanos maduros para mis recetas porque plátano que pisaba mi casa plátano que caía antes de estar siquiera medio amarillo.
Mi marido es un devorador de los plátanos verdes. No sé cómo no se pone enfermo, la verdad, yo sería incapaz de comérmelo así y no acabar malísima.
Y tiene un gran defecto con esta fruta que consiste en que cuando están medio amarillos, o tienen alguna pinta negra en la piel ya no los quiere. Asegura que están pasados y que así no le gustan.
A Elena sin embargo para que el puré de fruta le gustase (hace ya mucho que la fruta se la come a trozos) necesitaba que estuvieran muy maduros o no la quería. Así que plátano que no era para el padre era para la hija.
Era un arreglo perfecto. O casi. Porque hubo momentos en los que se maduraron rápidamente muchos plátanos que nadie quería.
Yo con estas cosas el único problema que tengo hoy por hoy es la falta de tiempo, que no siempre puedo sacar un hueco para convertir esos plátanos negros en bizcocho o muffins.
Así que cuando veo que la cosa se está pasando más de la cuenta opto por pelar los plátanos, meterlos en una bolsita y congelarlos.
El único pero a esta solución siempre tengo el congelador petado, pero se parchea la situación.
La cuestión es que el pasado verano había en el frutero tres plátanos que habría tenido que congelar hacía al menos diez días.
Los pobres estaban negros por fuera.
No con manchas.
No, eso hubiera sido pasable.
Estaban negros negros, como si las niñas hubieran cogido un plastidecor y los hubieran pintado con todas sus ganas.
Así que una mañana que el alma no me daba más para verlos y el congelador seguía hasta los topes los pelé y para mi sorpresa por dentro estaban maduros pero ni siquiera oscuros o blandos en exceso como su aspecto exterior hacía presagiar.
Ya no había marcha atrás y pensé convertirlos en muffins. Sí o sí había que hacer algo con ellos.
Y ahí entra en escena mi señor esposo que no hacía más que ir y venir a la cocina repitiendo que los plátanos estaban podridos y que cómo se me ocurría hacer nada con ellos que nos íbamos a poner malos.
La primera vez que dijo que los plátanos estaban podridos se los enseñé bien de cerca y le dije que maduros sí, pero podridos no, que ni siquiera estaban negros.
Pero ahí seguía él con su cantinela.
Y como yo pasaba de decirle nada más insistía él en el mal estado de los plátanos y que nos íbamos a poner malos.
Mi enfado iba en aumento.
Sentía alguna vena en el cuello y en la frente tensarse y llegar al límite del colapso.
Mis peores instintos querían ponerle en la cabeza el bol donde estaba preparando la masa.
Mi mente, mucho más práctica, aseguraba que era desperdiciar a lo loco una masa buenísima.
Al final ganó el lado racional y cuando hube metido los muffins en el horno y escuché por millonésima vez que estaba haciendo muffins con plátanos podridos le dije con toda la tranquilidad del mundo que no se preocupara, que dado que consideraba que comer aquellos muffins era un riesgo que me los iba a comer yo todos para preservar su salud.
¿Pero estamos tontos o qué? ¿Voy a hacer nada con un alimento que no esté bueno? Una cosa es aprovechar los alimentos y otra jugar con nuestra salud, muchísimo menos en verano que las intoxicaciones alimenticias están a la orden del día.
Para desesperación de mi marido y satisfacción mía el horno, además de un calor infernal en pleno agosto comenzó a desprender un olorcito de lo más embriagador a plátano, a chocolate, a dulce...
Y aquí ambos callábamos. Él porque sabía que la espada de Damocles prendía sobre su cabeza dijera lo que dijera.
Yo porque esperaba que él tomara la iniciativa.
Pues huelen muy bien.
Se atrevió a decir cuando los saqué del horno y los dejé sobre una rejilla para que se enfriaran.
Para estar hechos con fruta podrida sí.
Fue mi única respuesta.
Y calló.
Casi para siempre.
Cuando se enfriaron hice las fotos y después fueron a un tupper y al frigorífico.
Las niñas se merendaron dos una tarde. No sé si la de aquel día (lo más probable) o la siguiente.
Los demás me los iba comiendo yo por las mañanas para desayunar.
Y una mañana, cuando quedaban solamente dos y estaba cogiendo el penúltimo suelta " y serás capaz de comértelos tú todos y no dejar que pruebe siquiera uno"
Por supuesto, no ves que los hice con plátanos podridos.
Le podían las ganas. Es muy goloso.
En general es muy celoso con toda la comida y no soporta que alguien coma algo que él no coma o no pruebe.
Yo esa ansiedad por la comida no la concibo.
Pero me sentó tan mal aquel runrún con el estado de los plátanos que me parecía justo castigo que no probase los muffins que presupuso en mal estado desde antes de que estuvieran horneados.
Y aquí acaba la historia de estos muffins.
Ni qué decir tiene que no ha vuelto a cuestionar el estado de ningún alimento que cocino.
Creo que las fotos hablan por sí solas. El resultado fue espectacular.
Me sigue sorprendiendo cómo de la improvisación salen a veces cosas tan ricas a la par que sencillas.
Sé que no es una receta novedosa, pero los grandes placeres de la vida son estos pequeños y sencillos caprichos.
La felicidad es un muffin esperando en la nevera para el desayuno, lo que hace más llevadero el madrugón y te invita a salir a la calle con una sonrisa en los labios (que no se ve por la mascarilla)
Por no hablar de la satisfacción de ver a las niñas devorarlos. A Lara le llamaban más la atención las pepitas de chocolate, eso era de esperar, pero al final se lo comió entero.
Elena es de buen diente. Se come prácticamente cualquier cosa que le ofrezcas.
Y a mí me emociona que me digan que algo de lo que cocino está rico. Sobre todo Lara que es tan reacia a probar nada nuevo y tiene un repertorio tan limitado de alimentos que quiere.
Como podéis ver quedan unos muffins muy esponjosos y húmedos.
Se mantienen perfectos, como recién horneados, hasta el último día.
El olorcito es espectacular. La mezcla plátano y chocolate es siempre un acierto (a ver qué no mejora con chocolate) ¿no creéis?
Y para prepararlos no se ensucia casi nada. La batidora, un bol, unas varillas y una cuchara de helados. Menos es casi imposible.
Con estas cantidades me salieron 6 muffins grandes y dos de tamaño normal.
Me encantan estas cápsulas para los muffins. El único inconveniente que tienen es que como son grandes salen menos, pero con las cantidades de la masa, si usáis cápsulas de tamaño normal os da para una docena o incluso alguna más de sobra.
Así son más pequeños y nuestros remordimientos también. Aunque ya sabéis lo que os digo siempre, que si lleva fruta, es saludable y no hay remordimiento que valga.
En fin, no me alargo más. Espero que os hayan gustado estos muffins y os hayáis divertido con su historia y sobre todo que os hayan entrado ganas de prepararlos y compartir uno conmigo mientras os cuento cómo hacerlos en casa.
Ingredientes:
* 3 plátanos maduros
* 125 gramos de panela
* 2 huevos
* 60 gramos de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
* 15 gramos de levadura química (impulsor)
* 1 cucharadita de esencia de vainilla
* 220 gramos de harina
* 100 gramos de chips de chocolate y una cucharadita más de harina
Elaboración:
1. En un bol ponemos los plátanos, la panela, los huevos, el aceite y la vainilla y batimos con la batidora hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos.
2. Añadimos la levadura y la harina, mezclamos bien, tapamos y guardamos en el frigorífico un par de horas antes de hornear.
Si tienes mucha prisa también puedes hornear sin enfriar previamente la masa.
3. Ponemos en un bol las pepitas de chocolate y añadimos la cucharada de harina. Mezclamos bien y vertemos en la masa. Repartimos con ayuda de una espátula.
4. Ponemos las cápsulas que vayamos a usar en nuestra bandeja para muffins y repartimos la masa con ayuda de una cuchara para helados.
5. Introducimos en el horno precalentado a 210º C y horneamos unos 25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo de madera en el centro este salga limpio.
6. Apagamos el horno, dejamos la puerta entreabierta unos cinco minutos y a continuación sacamos los muffins, los retiramos de la bandeja y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Con estas cantidades salen 6 muffins grandotes y dos pequeños.
Se conservan perfectamente en un tupper bien cerrados en el frigorífico.
Aunque también podéis congelarlos e irlos sacando de uno en uno para alternar con otro tipo de desayunos a lo largo de la semana.
Estoy segura de que si los hacéis no os váis a arrepentir.
Como es una receta de aprovechamiento de plátanos maduros va lógicamente al reto 1+/-100, desperdicio 0 de mi amiga Marisa.
Gracias por seguir acompañándome una semana más. Nos leemos el jueves próximo.
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Madre mía, Cuca. Menos mal que la sangre no llegó al río. Sé cómo te sentiste porque he pasado por situaciones así, una lucha para demostrar que cada uno tiene la razón y se crea una impotencia y una tensión grandes. Lo más gracioso es cuando la parte contraria, en este caso tu marido, se muere de ganas de comerse uno, pero ni por esas, te dice que tenías razón. Orgullo y no pedir disculpas van de la mano.
ResponderEliminarNo dudo de que ru cocina olía de maravilla y como dices, no por sencillo y de reciclaje, está menos bueno. Me alegra saber que Lara ya come más cosas.
Muchas gracias por traerlos a 1+/-100. Este mes está siendo un éxito.
Beso grande para ti.
La verdad es que yo esperaba algo más gordo de enfado, cuando discuto con mi marido yo me altero más que él y hasta lo echo de la cocina, después si algo le gusta se aviene enseguida a razones, no se queda sin probarlo. Los muffins te han quedado con un aspecto increíble, los dulces con fruta en general salen muy jugosos, pero con plátano más, imprime un sabor dulzón que no hay que ponerles azúcar apenas porque ya la lleva incluida. Bueno, para los más golosos sí. Con tus recetas de aprovechamiento, el proyecto de Marisa aumenta su valía.
ResponderEliminarUn beso.
Muy divertida la historia de los plátanos maduros. En mi casa pasa algo parecido. Los muffins tienen una pinta fantástica.
ResponderEliminarSaludos
Hola Cuca, pues por estar con plátanos pordridos, jaja, te han quedado de lujo!! Se ven riquisimo y has aprovechado muy bien la fruta. Para gustos los colores, pero luego cuando salieron del horno ya les venia el bueno olor. Te han quedado muy bonitos, buen finde!!!
ResponderEliminarBesos.
Bueno Cuca!!
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia y menos mal que no terminó en tragedia.
Qué matrimonio no habrá pasado por una discusión tonta. Yo misma hace una semana, que me costó estar sin hablar casi la semana entera, hasta que se disculpó, ya que el motivo de la discusión fue tonta y tan solo quise dar mi opinión de algo. Pero, son esos momentos de estrés que digas lo que digas los hombres se descargan.
Los Muffins están que se salen de rico. Y desde luego sé que no cocinarías con algo podrido jeje
Besos
Se ven estupendos tus dulces :-))))
ResponderEliminarHe visto plátanos muy pasados de color caramelo, pero nunca enmohecidos que ya pueden tener micotoxinas.
Cuca lo de tu marido es inusitado, porque si toma el plátano verde no sabe el verdadero sabor de esa fruta, para que despues le guste los plátanos en los dulces.
1 saludito
¡¡Hola Cuca!! Ja, ja, vaya con el esposo. Si se los come tan verdes, los de la corteza negra, directamente piensa que eso tiene que ser veneno puro. La verdad es que si al pelarlos están bien, no pasa nada y para la repostería, mejor que tiren a maduros en exceso que al revés. Menos mal que al final cedió, ja, ja.
ResponderEliminarCon las magdalenas soy un poco más selectiva, pero cuando se trata de muffins, ¡me encantan todos! No sé qué tienen pero me están todos muy ricos. Los que nos traes hoy tienen que estar riquísimos, con la humedad de la miga gracias al plátano y con las pepitas de chocolate, ¡si ya sólo merece la pena comerlos por las pepitas de chocolate, ja, ja! Y es verdad, quedan divinos en esas cápsulas, se ven gordotes y de lo más apetecibles. Bueno, hoy no me enrollo tanto, que te escribo de cada testamento cada vez que vengo que no veas, ja, ja. Besitos.
Hola Cuca. Tu entrada parece mas bien un relato de suspense que una receta de cocina. Pero me queda una duda ¿le diste a probar uno de los dos muffins que quedaban o fuiste inmisericorde y lo dejaste a la luna de Valencia jj? Si me hubiera ocurrido a mí ten por seguro que mi mujer se habría quedado con las ganas porque después de todo lo que dijo pensando que con esos muffins todos ibais a caer enfermos le dejo solo las cápsulas jj.
ResponderEliminarLa verdad es que nunca se me ha ocurrido congelar plátanos y por lo que dices aunque su aspecto exterior no llame mucho, eso le pasó a tu marido jj, el interior debe estar en su punto.
Y la prueba de ello son estos muffins que con esas perlitas forman un bocado exquisito. Me da la impresión de que tu marido por algún tiempo dejará de decir frases de las que luego puede arrepentirse jj. Pobret!! pero le está bien empleado por dudar de tan fabulosa cocinera.
Unos muffins que son todo un espectáculo y que sin duda debieron estar de fábula.
Un abrazo.
Que ricos te quedaron , no le darias ninguno? jajaja besitos
ResponderEliminarHola! Qué ricos! El interior se ve espectacular! Nos guardamos tu receta! Justo esta semana he repetido yo unos de plátano y nueces! Besis
ResponderEliminarmenudo martillo pilon 🤦♀️ tienes don de aguante..yo casi seguro le pondría el bol se sombrero 🤷♀️entre lo que me molesta que entre en la cocina cuando estoy en faena..👩🍳 como para estar escuchando el ronroneo...enfín la cosa no fué a mayores y el resultado fueron unos muffins remendamente ricos 😋 besinos preciosa
ResponderEliminarMadre mía. Vaya historia... pero luego sí que tenía ganas de probarlos. Es casi como si estuviera leyendo a mi madre xD
ResponderEliminarComo siempre, me apunto la receta. Es que tiene una pinta... que ya tengo ganas de hacerlo. El único problema es que no tengo plátanos maduros en casa, pero en cuanto los haga te mando una foto. ¡Ya te contaré que tal! ;D
¡Nos leemos!
Cuca eso no es una incidencia, lo tuyo con tu marido y ,os plátanos es todo un culebrón, Jajajaja...
ResponderEliminarYo no tengo ese tipo de problemas porque los dos cocinamos y los dos dominamos la materia prime, pero es inevitable tener roces por nimiedades, si a una persona que ya de por sí el estrés laboral le tiene tocado, imagina si le sumas todo lo que se va acumulando, imposible no discutir, o sí, porque dos no discuten, si uno no quiere, la razón debe imponerse a visceralidad, y es lo que yo suelo hacer, al final no hay discusión que valga, y encima salgo triunfante, Jajajaja...
Tus muffins tienen muy buena pinta, no sabe el muchacho lo que se perdió, Jajajaja... Besos
En casa no se tiran los plátanos maduros, hacemos batidos, galletitas con avena y postres diversos, si no me los meriendo yo antes :-)
ResponderEliminarY al parecer no son malos sino todo lo contrario, hay estudios que dicen que son beneficiosos para el sistema inmunitario ya que tienen antioxidantes y cierta proteina que combate las células tumorales.
Solo hay que tener en cuenta que cuando maduran aumenta su contenido en azúcares.
Así que hiciste bien en aprovecharlos para esos deliciosos muffins.
Bss
Jajaja Cuca, menuda trifulca la vuestra por los plátanos malignos. Yo creo que todas sufrimos del mismo mal, hace bien poco que tuve que echar literalmente de la cocina a mi marido por algo similar, estaba cocinando a la plancha como muchas veces hago y él venga a decir que eso no se estaba cocinando bien y yo tranquilo espera a ver el resultado y el que no, que así no se hacía, uffff. Menos mal que me hizo caso y se fue, que si no le tiro la satén jajaja. Además el problema de los plátanos verdes lo tengo con mi hijo, que es igualito que tu marido, si ve una mancha verde al plátano ya no lo toca, te digo que si quiero comer algún plátano yo, ya directamente lo compro con manchas y los muffins me encantaron esas pepitas de chocolate molan un montón. Si tengo suerte una semana de estas y sobra algún plátano, no dudes que los haré.
ResponderEliminarUn beso guapísima y feliz casi finde.
Ay Cuca lo que me he reído según te iba leyendo y es que estos hombres son increíbles , siempre dando lecciones sin tener idea de lo que hablan para al final acabar dándonos la razón a regañadientes , pero a estas alturas de la vida, ya no cambian, habrá que educarlos para que aprendan como has hecho tú , seguro que ya no se le ocurre contrariarte de nuevo o se queda sin probar cosas ricas ja ja.
ResponderEliminarYo soy de las que para comer un plátano , tienen que tener manchas , es decir, que esté bien maduro . Verdes no los soporto, de hecho alguna vez que lo he comido así, me ha sentado fatal al estómago.
Me encanta hacer bizcochos y magdalenas con ellos porque quedan deliciosos , tal cual se ven tus muffins, para comer uno detrás de otro si nos dejamos llevar por la gula. Las perlitas de chocolate siempre le sientan genial y las nueces también.
Me llevo uno virtual con tu permiso para la merienda y te deseo un feliz fin de semana . A cuidarse mucho. Bss.
¡Hola!
ResponderEliminarPues vaya historia detrás, jajaja. Pero me alegro que no hayas desperdiciado algo que no estaba echado a perder y lo hayas convertido en algo mucho mejor.
Se ven super ricos los muffins. Me llevo tu receta.
¡Un beso! 🦚✨
Jaja cuca que buena historia, mira que pueden llegar a ser cabezotas estos hombres, mi marido es todo lo contrario le encantan los plátanos y a veces se los come a si blanditos, vamos que en casa no se estropean
ResponderEliminarLos muffins se ven con una pinta barbara a si que imagino el olor
Besitos
Qué maravilla Cuca! yo soy muy fan de los dulces con plátano, y del plátano en si. Como tú, cuando ya van madurando a más, los corto y los congelo, y siempre tengo a disposición para dulces o batidos...
ResponderEliminarNo he podido reírme más con la disputa, vaya vaya con el señor marido, desde luego!!
Un abrazo!
Jajaja! Ay Cuca! Pero como me has hecho reir con tu relato! Bueno, creo que al final le ha podido a tu marido haber entrado en esa discusion contigo, mas al ver y oler esas delicias que hiciste. A mi me pasa algo con los platanos, los compro verdes, porque a mi hija le gustan poquito verdes con amarillo. Pero por mas verdes que los compro, el mismo dia que los traigo del super, llegan a la casa ya mitad verdes y mitad amarillos y al dia siguiente ya son amarillos, maduran demasiado rapido, como por arte de magia Y no se si es porque los tienen congelados y luego los ponen a la venta y de inmediato pasan a ese estado. Y vaya que consumimos platanos, siempre tengo que tener para los smoothies del desayuno. Lo malo es que igual que tu, tengo el congelador o nevera lleno de bolsitas de platanos congelados porque claro, ya nada mas estan poquito negros y nadie se los quiere comer. Yo los sigo usando en los smoothies hasta que es posible sin que se den cuenta, jeje y luego ya cuando de plano estan muy negros los congelo. Porque para mi tambien es un crimen desperdiciar.
ResponderEliminarBesos
Me suuuuuuuper encantan, se ven deliciosas y tengo que hacer tu receta si o siiiiiii
ResponderEliminarBuen finde!! bssss
Hola Cuca!!
ResponderEliminarMe gustan los plátanos comerlos maduros, verdes no puedo con ellos, tontos para tu marido, yo como Elena jaja, pues bien a pesar de que me gustan mucho en dulces no puedo con ellos , no me gustan nada, esos muffins tendría que probarlos y a lo mejor cambio de opinión, aunque creo que cambiaría el plátano por manzana y listo, el caso es que te han quedado espectaculares. ..Bess
Hola Cuca , Cuando he comenzado a leerte lo del divorcio, y la palabra plátano,ya recordé aquella entrada que después mencionas jajaja, y sabiendo cuanto le gustan, he pensado en un segundo.. verás tú que Cuca ha dejado sin plátanos al marido y se ha liado jajja.
ResponderEliminarLuego he ido leyendo y aún me he reido más, le sirve de escarmiento para que nunca más dude de tu sabiduría!! jajaja.
Yo en verano procuro no hornear, también los congelo como tú, y cuando tengo tres o cuatro, hago helado, que es muy rápido y les encanta. Tus muffins son pura delicia, no me cabe la menor duda, y esas chispas de chocolate son la guinda. Ñam ñam!!
Hola Cuca,
ResponderEliminarVengo hoy pero te leí el jueves y la verdad que me puse tanto en la situación que hasta me sentí identificada. Debo serte sincera; este conflicto por llamarlo de alguna manera... se volverá a repetir. Sí, lo siento pero eso es la convivencia ¡jajaja!.
Bueno quedó clarísimo que los muffins quedaron perfectos, muy aromáticos y deliciosos. No los probé pero no hace falta, se aprecia el resultado en las fotografías.
El plátano verde puede ser indigesto y diría que hasta perjudicial...pero bueno eso quizás lo puedas encontrar en algún post de medicina.
El plátano fue la base y la guinda las pepitas de chocolate. Puro placer para los cinco sentidos.
Hola, Cuca:
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja! ¡Vaya tela con tu marido! Lo junto con el mío y no veas que peligro esos dos. Te leía y me sonaba al mío. Lo único que a mí me entra un fuego por el cuerpo y me dan ganas de comérmelo a él. ¿Cómo se le ocurre pensar que vas a hacer una comida con algo en mal estado y luego permitir que lo consuman las niñas? ¡Madre mía, estos hombres! Estos muffins de plátano con esas pepitas de chocolate te quedaron con una pinta espectacular. Estoy segurísima de que estaban para chuparse los dedos. Espero que las peques y ustedes estén muy bien.
Un besazo y feliz fin de semana.
Hola guapa, me parto.
ResponderEliminarNo narras tan bien que tienes que pensar escribir, tus hijas se lo pasarán pipa cuando sean mayores ya verás.
En casa me pasa con mi hijo que le da asquito todo menos lo que el hace y los plátanos me pasa como a ti cuando más maduros mejor, esta receta me la guardo que tengo ganas de hincarle el diente.
besitoss
Qué buenos deben de estar! Me encanta el colorcito...
ResponderEliminarQue buenos Cuca . ademas al llevar platano los hace mas jugosos , riquisimos
ResponderEliminarbesinos
Cuca, te han quedado unos muffins de lo más ricos, altos y esponjosos. Para mi el secreto de unos muffins o pan de banana con todas las de la ley es que las bananas o plátanos como ustedes les dicen, estén así negritos en la concha y muy suaves sin que lleguen a estar malos, ellos van soltando una miel que es puro sabor, menos de eso me parece quedan blandengues.
ResponderEliminarMe traigo un par para desayunar que me han provocado mucho, ya voy a preparar mi café.
Besos a las tres, ¡feliz domingo!
jajaja el tema de los plátanos maduros podridos o verdes podría dar para libros jajaja Los muy maduros en casa para mi marido los verdes para Polyanna y los ligeramente amarillos para mi ;o) Y si sobran al congelador en rodajas para batidos o helados light con frutos rojos.
ResponderEliminarEn muffins quedan espectaculares y cuanto más "podridos" más esponjosos y ricos ;o)
Cuidaos mucho!
Besos y feliz semana,
Palmira
Ja ja ja!! Totalmente identificada, no por parte de mi marido que el pobre se lo come todo sin rechistar, pero sí por otros incrédulos por lo que he optado muchas veces por no decir los ingredientes o la forma de cocinar alguan que otra receta. Yo sí que hubiera sido feliz con estos muffins delante mía, un buen café y la mejor compañía. Encantada con esta receta pues no hay que tirar nada aprovechable, un 10 para la maestra repostera!!! Mil besos
ResponderEliminarMadre mía Cuca! He vivido de lleno tu relato jajaa... es que parecía que estaba en tu cocina con vosotros alli jajaa... La verdad que en casa tengo un problema similar con los plátanos... mi marido no se los come verdes (yo sí jaja..) pero él tiene que ser en su punto y sin ninguna mancha, porque sino.. ya no se lo come... Luego cuando quiero hacer algún postre... y los voy dejando que se maduren en el frutero... no hay noche que no diga... los plátanos al final se tiran... jajaa.. y bueno...luego ya sabes... no hagas algo y que te quede un poco tostado... porque tampoco se lo come... Así que tengo que tener un cuidado, para no tenérmelo que comer yo sola y eso es más peligroso jajaa.. La verdad que los muffins te han quedo espectaculares amiga mía... que suerte tuviste de pillarlos casi todos para ti jajaa.. Un beso.
ResponderEliminarDeliciosos, me llegó hasta el aroma del café...Saludos.
ResponderEliminarViendo el impresionante aspecto de esos muffins ¿Quién podría dudar de la calidad de sus ingredientes?
ResponderEliminar¡Lástima que te saliesen tan pocos! Pues yo me apuntaría encantada a probar uno, ya me estoy imaginando su sabor con un café bien calentito.
No es de extrañar que te vayas a trabajar con una sonrisa de oreja a oreja después de tun delicioso desayuno en el que, el principal protagonista, es un muffin de plátano y chocolate.
Seguro que a tu marido también le hubiera gustado repetir.
Cariños.
Kasioles
¡Hola! Tienen una pinta deliciosa, parecen de pastelería, gracias por compartir la receta, me encantaría probarla. Un saludo.
ResponderEliminarEstoy segura de que tu marido jamás va a olvidar estos muffins, ¡sin ni siquiera haberlos probado!, jajajaja. La pinta es deliciosa, querida mía :)
ResponderEliminarEn primer lugar gracias por tu visita a mi blog y hacerte seguidora del mismo, te enlazo para poder seguirte mejor. Me he visto reflejada en tu relato, mira que son puñeteros cuando quieren, me parece justo castigo, yo también lo he hago cuando me da la tabarra con algo que he hecho y a el no le cuadra. Tienen un aspecto buenísimo y mejor sabor tendrán.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Cuca! Como siempre me sorprendes con tus entradas, eres tan natural y espontanea que da gusto venir a verte.
ResponderEliminarQue sepas que tu marido ya nunca cuestionará el estado de algún alimento y más si tiene ese celo por la comida que has comentado jaja, pobrecillo se quedo con las ganas de probarlos jaja.
Y que decir de esos Muffins que se ven deliciosos y esponjosos, yo también los hago y dejo los plátanos madurar adrede para hacerlos, así que es una receta de 10 y me encanta.
Un besazo preciosa.
Hola! una pinta super rica, hace siglos que no hago muffins, me apunto la receta y me quedo por aqui como seguidora. Te invito a pasar por el mio si te apetece. Besos
ResponderEliminar¡Hola Cuca!
ResponderEliminarHabía entrado para apuntar la receta... pero es que no me he podido reír más con esa anécdota que venían con esos apetecibles muffins. Espero que tu marido haya aprendido bien la lección 🙈 y ya para la próxima disfrute de su parte. ¡Que pintaza tienen! Que pena que no podamos olerlos desde la pantalla...
¡Nos leemos! 💜
¡Hola, Cuca!,
ResponderEliminarEstos Muffins te quedaron espectaculares. Me encanta el plátano y el chocolate, así que espero hacerlos en algún momento *.*. Además, es una buena manera de aprovechar los plátanos.
Mil gracias por tus maravillosas recetas.
Un besito de tinta y hasta pronto :D
Caramba ¡¡¡¡¡ es que a veces los maridos nos la lían en la cocina, ¡¡¡¡ lo que si importa es lo bien que te han quedado los muffins, se ven divinos y muy ricos. A mi me gusta para repostería que el plátano esté mas bien madurito le da un sabor más potente a la masa. La imagen es preciosa. Besos.
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