Tarta marmolada de queso, calabaza y chocolate para Halloween
El mes de Octubre ha pasado a la velocidad de la luz.
Es increíble que sólo quede una semana para que comience noviembre y de ahí a estrenar 2020 hay sólo un paso.
Octubre suele ser un visto y no visto porque es un mes de mucho trabajo para mí, por eso estoy tan ausente de mi cocina, las vuestras y redes sociales. Pero tengo la sensación de que el calendario corre más rápido con cada año que termina.
La semana pasada, entre liquidación y liquidación de impuestos, estuve dándole vueltas a la cabeza sobre la entrada de hoy ¿sería demasiado pronto para las recetas de Halloween? ¿publicar el mismo día 31 sería demasiado tarde?
En esas andaba yo cuando saqué un ratillo para ver qué novedades había en la blogosfera y me topé con recetas para navidad así que decidí que cualquier jueves de octubre iba a ser bueno para esta receta.
En realidad es una tarta que podéis preparar cuando se os antoje, que de Halloween no tiene más que la apariencia gracias a este molde de calabaza tan cuqui que aunque fue un flechazo os aseguro que tardé bastante tiempo en llevármelo a casa pero al final se vino porque siempre me ponía ojitos (literalmente ji ji ji)
Con que tengáis calabaza asada en el congelador es más que suficiente aunque ya os digo yo que en esta época es cuando mejor sabe ¡yo es que soy así de metódica y me gusta comer calabaza en otoño y no en mayo!
Sé que Halloween tiene sus defensores y sus detractores. Yo estoy totalmente en contra de que eclipse nuestras tradiciones en torno a la festividad de Todos los Santos. Me horroriza pensar que con el paso de los años pueda caer incluso en el olvido por traer "modas" más atractivas a los ojos de las nuevas generaciones.
Por otro lado soy una enamorada total de parte de la estética y el ambiente de esta celebración con orígenes tan antiguos que los norteamericanos han sabido explotar y popularizar tan bien.
Y digo "de parte de la estética" porque no comulgo con el mal gusto ni lo gore, especialmente en lo que a comida se refiere. Me gusta ver los blogs repletos de calabazas, fantasmas, arañas, momias... todo lo que sean recetas simpáticas son bienvenidas pero si veo mucha sangre, casquería, miembros amputados...ya puede ser la receta más rica del mundo que difícilmente me decida a probarla, mucho menos a hacerla en casa.
Lo que me tiene fascinadita aparte de las tonalidades, cosa lógica porque son otoño en estado puro, es encontrarme con calabazas por doquier. Con gusto tendría mi casa llena de calabazas todo el año y todos los accesorios serían de calabaza aún a riesgo de parecer una loca (incluso las niñas tienen varias calabazas de juguete ¡me las estoy llevando a mi lado oscuro!)
Creo que a Lara no le importaría. Ella, fiel seguidora de mamá, dice que el otoño le gusta mucho y le encanta meter las manos en las cosas de atrezzo que utilizo para las fotos.
La tarta le encantó, por la forma y los colores. Probarla fue más complicado. Ni siquiera se animó diciéndole que tenía chocolate. Ella decía que era de calabaza y que no le gustaba. Y lo decía por la forma, no porque hubiera visto los ingredientes. Además, gracias a su amiga Peppa (Pig, nota imprescindible para los que no tenéis niños a vuestro alrededor) sabe que con las calabazas se hacen tartas. Así que una batalla perdida de antemano.
Lo bueno del postre es que se hace en un suspiro. Lo peor es tener que esperar a que termine de cuajar, pero preparándola la noche de antes pasamos la mayor parte del tiempo durmiendo y es más llevadero.
Los que me seguís hace tiempo sabéis de mi gusto por las tartas de queso y últimamente no me prodigo demasiado con ellas. Soy muy fan de las horneadas aunque últimamente se están colando algunas sin horno e incluso presentadas en vasitos porque me parecen la mar de cómodas.
Hace unas semanas, cuando publiqué la mousse de calabaza y chocolate os comentaba que casi nunca había comido la calabaza "en crudo" o en postre sin hornear o cocinar. Como la experiencia fue buena el siguiente paso ha sido esta tarta y os aseguro que seguiré experimentando.
El resultado es fantástico. Si combino queso, calabaza, canela y chocolate la apuesta es casi segura y mucho se debían torcer las cosas para que no me gustase.
Me ha gustado que la tarta tenga dos texturas. No sólo a simple vista se notan las dos elaboraciones. La parte del cacao ha quedado más firme, la parte a la que sólo le añadí calabaza ha quedado más cremosa. Como están muy combinadas no ha sido problema a la hora de desmoldar ni partir, pero si queréis que la textura sea idéntica tendréis que añadir una cucharadita de maicena junto con la canela. Creo que con eso será suficiente.
En cuanto al dulzor he sido muy minimalista. Se ha quedado justo en el límite. Para mí estaba bien. Pero sé que mi marido esperaba más. Porque se lanzó muy feliz a zamparse su trozo pero la cara le cambió. Le preguntaba pero sólo decía "está bien" o "no es el mejor de los postres que has hecho" y sé que es porque se esperaba un postre más dulzón, empalagoso... más a lo de siempre que acabas saturado de azúcar.
Vosotros tendréis que ajustarlo a los gustos de vuestra casa, usar algún edulcorante...
El queso lo podéis sustituir por queso de untar, mascarpone... cualquier queso cremoso os irá bien. A mí me gusta el quark porque no aporta muchas calorías aunque tiene un "pequeño problema" y es que las elaboraciones con este queso sueltan mucho suero.
El yogur estaba empadronado en el frigorífico, pero lo podéis sustituir por cualquier yogur que tengáis en casa o por más queso o nata de montar. Como siempre os traigo una receta bastante versátil a la hora de prepararla en casa.
Espero que os animéis a prepararla. cualquier molde que tengáis en casa irá de perlas, y cualquier día será una ocasión perfecta para disfrutar de esta tarta con un producto tan de temporada como es la calabaza porque al chocolate no hay quién se resista!
Y ahora sí que sí ¿truco o trato? y os sirvo un buen pedazo
Ingredientes:
Es increíble que sólo quede una semana para que comience noviembre y de ahí a estrenar 2020 hay sólo un paso.
Octubre suele ser un visto y no visto porque es un mes de mucho trabajo para mí, por eso estoy tan ausente de mi cocina, las vuestras y redes sociales. Pero tengo la sensación de que el calendario corre más rápido con cada año que termina.
La semana pasada, entre liquidación y liquidación de impuestos, estuve dándole vueltas a la cabeza sobre la entrada de hoy ¿sería demasiado pronto para las recetas de Halloween? ¿publicar el mismo día 31 sería demasiado tarde?
En esas andaba yo cuando saqué un ratillo para ver qué novedades había en la blogosfera y me topé con recetas para navidad así que decidí que cualquier jueves de octubre iba a ser bueno para esta receta.
En realidad es una tarta que podéis preparar cuando se os antoje, que de Halloween no tiene más que la apariencia gracias a este molde de calabaza tan cuqui que aunque fue un flechazo os aseguro que tardé bastante tiempo en llevármelo a casa pero al final se vino porque siempre me ponía ojitos (literalmente ji ji ji)
Con que tengáis calabaza asada en el congelador es más que suficiente aunque ya os digo yo que en esta época es cuando mejor sabe ¡yo es que soy así de metódica y me gusta comer calabaza en otoño y no en mayo!
Sé que Halloween tiene sus defensores y sus detractores. Yo estoy totalmente en contra de que eclipse nuestras tradiciones en torno a la festividad de Todos los Santos. Me horroriza pensar que con el paso de los años pueda caer incluso en el olvido por traer "modas" más atractivas a los ojos de las nuevas generaciones.
Por otro lado soy una enamorada total de parte de la estética y el ambiente de esta celebración con orígenes tan antiguos que los norteamericanos han sabido explotar y popularizar tan bien.
Y digo "de parte de la estética" porque no comulgo con el mal gusto ni lo gore, especialmente en lo que a comida se refiere. Me gusta ver los blogs repletos de calabazas, fantasmas, arañas, momias... todo lo que sean recetas simpáticas son bienvenidas pero si veo mucha sangre, casquería, miembros amputados...ya puede ser la receta más rica del mundo que difícilmente me decida a probarla, mucho menos a hacerla en casa.
Lo que me tiene fascinadita aparte de las tonalidades, cosa lógica porque son otoño en estado puro, es encontrarme con calabazas por doquier. Con gusto tendría mi casa llena de calabazas todo el año y todos los accesorios serían de calabaza aún a riesgo de parecer una loca (incluso las niñas tienen varias calabazas de juguete ¡me las estoy llevando a mi lado oscuro!)
Creo que a Lara no le importaría. Ella, fiel seguidora de mamá, dice que el otoño le gusta mucho y le encanta meter las manos en las cosas de atrezzo que utilizo para las fotos.
La tarta le encantó, por la forma y los colores. Probarla fue más complicado. Ni siquiera se animó diciéndole que tenía chocolate. Ella decía que era de calabaza y que no le gustaba. Y lo decía por la forma, no porque hubiera visto los ingredientes. Además, gracias a su amiga Peppa (Pig, nota imprescindible para los que no tenéis niños a vuestro alrededor) sabe que con las calabazas se hacen tartas. Así que una batalla perdida de antemano.
Lo bueno del postre es que se hace en un suspiro. Lo peor es tener que esperar a que termine de cuajar, pero preparándola la noche de antes pasamos la mayor parte del tiempo durmiendo y es más llevadero.
Los que me seguís hace tiempo sabéis de mi gusto por las tartas de queso y últimamente no me prodigo demasiado con ellas. Soy muy fan de las horneadas aunque últimamente se están colando algunas sin horno e incluso presentadas en vasitos porque me parecen la mar de cómodas.
Hace unas semanas, cuando publiqué la mousse de calabaza y chocolate os comentaba que casi nunca había comido la calabaza "en crudo" o en postre sin hornear o cocinar. Como la experiencia fue buena el siguiente paso ha sido esta tarta y os aseguro que seguiré experimentando.
El resultado es fantástico. Si combino queso, calabaza, canela y chocolate la apuesta es casi segura y mucho se debían torcer las cosas para que no me gustase.
Me ha gustado que la tarta tenga dos texturas. No sólo a simple vista se notan las dos elaboraciones. La parte del cacao ha quedado más firme, la parte a la que sólo le añadí calabaza ha quedado más cremosa. Como están muy combinadas no ha sido problema a la hora de desmoldar ni partir, pero si queréis que la textura sea idéntica tendréis que añadir una cucharadita de maicena junto con la canela. Creo que con eso será suficiente.
En cuanto al dulzor he sido muy minimalista. Se ha quedado justo en el límite. Para mí estaba bien. Pero sé que mi marido esperaba más. Porque se lanzó muy feliz a zamparse su trozo pero la cara le cambió. Le preguntaba pero sólo decía "está bien" o "no es el mejor de los postres que has hecho" y sé que es porque se esperaba un postre más dulzón, empalagoso... más a lo de siempre que acabas saturado de azúcar.
Vosotros tendréis que ajustarlo a los gustos de vuestra casa, usar algún edulcorante...
El queso lo podéis sustituir por queso de untar, mascarpone... cualquier queso cremoso os irá bien. A mí me gusta el quark porque no aporta muchas calorías aunque tiene un "pequeño problema" y es que las elaboraciones con este queso sueltan mucho suero.
El yogur estaba empadronado en el frigorífico, pero lo podéis sustituir por cualquier yogur que tengáis en casa o por más queso o nata de montar. Como siempre os traigo una receta bastante versátil a la hora de prepararla en casa.
Espero que os animéis a prepararla. cualquier molde que tengáis en casa irá de perlas, y cualquier día será una ocasión perfecta para disfrutar de esta tarta con un producto tan de temporada como es la calabaza porque al chocolate no hay quién se resista!
Y ahora sí que sí ¿truco o trato? y os sirvo un buen pedazo
Ingredientes:
* 500 gramos de queso quark (queso fresco batido)
* 500 ml de leche evaporada
* 400 gramos de calabaza asada
* 150 gramos de yogur natural (yo usé Skyr)
* 2 cucharaditas de caramelo líquido
* 120 gramos de azúcar
* 100 ml de leche
* 3 sobres de preparado para cuajada
* 2 cucharaditas de canela en polvo
* 30 gramos de cacao en polvo sin azúcares añadidos
* Colorante naranja (opcional)
Elaboración:
1. En la jarra de la batidora ponemos el queso, la leche evaporada, la calabaza asada, el azúcar y el caramelo líquido y batimos hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos.
2. La vertemos en una cacerola y la ponemos a fuego medio-bajo removiendo de vez en cuando.
3. Mientras en un vaso ponemos la leche y desleímos los sobres de preparado para cuajada. Reservamos.
4. Cuando la mezcla de la cazuela esté a punto de romper a hervir retiramos del fuego, añadimos la leche con el preparado de cuajada disuelto, removemos bien y volvemos a poner al fuego durante unos cinco minutos removiendo de vez en cuando.
5. Apartamos del fuego y vertemos la mitad de la mezcla aproximadamente en un bol. A una de las mitades añadimos la canela y a la otra el cacao en polvo y removemos bien.
6. Con ayuda de dos cucharas de helados vamos echando de manera alterna las masas en el molde elegido. Cuando acabemos podemos hacer remolinos con ayuda de un palillo de dientes para que se mezclen mejor ¡pero sólo si la masa no está cuajando ya!
7. Dejamos enfriar por completo, tapamos con film transparente y guardamos en la nevera hasta que haya cuajado totalmente o mejor de un día para otro.
8. Desmoldamos antes de servir.
Si el tono de nuestra mezcla no fuera lo suficientemente naranja podemos utilizar un poquito de colorante naranja para darle el tono que más nos guste. Es algo meramente estético y completamente opcional.
Si tenemos la calabaza asada en menos de media hora tendremos esta tarta lista para dejar enfriar y que cuaje.
Al igual que sucede con todas las tartas de queso está mejor de un día para otro y va ganando en sabor y en textura a medida que pasan los días.
El tema lo sacamos a relucir todos los años, pero con el paso del tiempo los gustos también cambian, así que si os apetece contadme qué hacéis vosotros en estas fechas, si habéis sucumbido por devoción o por obligación (a raíz de la guardería o el colegio de los hijos/nietos) a esta fiesta... ¡lo que queráis! ¡soy toda oídos!
Yo este año estoy bastante perdida porque no sé qué se hace en el colegio de Lara. Parece mentira que lleve 12 años trabajando en el mismo lugar y el colegio esté pared con pared con mi oficina ¡soy incapaz de recordar si los niños otros años han venido o no disfrazados el día 31!
Quiero creer que si no los recuerdo disfrazados será porque aquí no se celebra nada y on tengo nada previsto para el disfraz de Lara. Tampoco quiero preguntar, sólo confío en que avisen con un poco de margen de tiempo para poder preparar algo.
En la guardería de Elena sí que van los niños que quieran disfrazados y si no se pone malita es posible que veamos una brujita la mar de guapa. Como aún falta una semana no sabemos qué puede ocurrir.
Y en casa, fuera de algún postre que preparo para el blog tampoco se hace nada especial por el momento ya que las niñas son muy chicas. Ya pedirán en años venideros.
Esta semana estoy poniéndome al día poco a poco con las visitas a vuestras cocinas. Gracias por seguir pasando por aquí y por vuestros comentarios cargados de cariño ¡así da gusto!
Nos vemos la semana próxima ¡sed felices!
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Por aquí celebramos Tosantos, que es la fiesta de los frutos secos, en el mercado de abastos se llenan todos los puestos de montaditos y cervezas o refrescos, también de frutas y frutos secos, para celebrar la fecha. Pero por supuesto los niños se visten de brujas y zombis para ir pidiendo caramelos por las casas. Nosotros nos adaptamos enseguida a una fiesta, pero yo pienso que mientras sea eso y no algo malo, vamos bien. En cuanto a tu pastel, no puedo por menos pensar que es una delicia de las tuyas, con nombre propio y muy otoñal, que también me gusta. Sí que me ha sorprendido saber que era como un flan porque me ha parecido más textura abizcochada, pero chasco de los buenos, ya que me encanta y con esos ingredientes debe ser una ricura de las buenas.
ResponderEliminarBesitos para todos.
Que buena pinta tiene, muy otoñal. A mi me gusta la tarta de queso de cualquier forma pero con calabaza no la he probado, seguro que le da un sabor delicioso
ResponderEliminarBesitos
¡¡Hola Cuca!! Yo no sé porqué hay tantos objetos que nos hacen ojitos, es que nos ponen ojos tiernos de verdad, no es porque nosotras seamos las caprichosas, son ellos, doy fe, nos llaman y nos llaman y nos engatusan sin que nosotras podamos hacer nada, ja, ja. También me pasa con algunos ingredientes, que no necesito para nada, pero jo, es que, hasta dicen mi nombre. Así que seguro que este molde tan chulo te llamaba a gritos, y tampoco es cuestión de que todo el mundo se entere de que te llama, lo mejor, echarlo al carrito y utilizarlo, aunque sean varios años después, pero ahí está, esperándonos y nosotros lo sabemos y con eso es suficiente.
ResponderEliminarMuy rica tu tarta, con dos combinaciones y dos sabores fantásticos, muy otoñal tanto en sabor como con esa presentación de calabaza simpática, con sombrero y todo. A mí me pasa igual, me encanta la decoración de Halloween. Y bueno, ya no sólo de Halloween, ya me gustaría a mí tener un chalecito (no hace falta que fuera muy grande) y poder poner esa decoración de calabazas en la puerta, esas coronas en la puerta de hojas de colores otoñales tan bonito. A finales de agosto vi en una tienda una corona para la puerta divina, pero claro, digo, para qué la compro, si no tiene motivo navideño ni nada, simplemente otoñal, voy a ser la única que la va a poner y me la van a robar de nuevo (como la de navidad), ja, ja, así que a pesar que me llamaba y me llamaba, me tuve que aguantar y le tuve que susurrar que lo siento, que no encajaba en mi puerta. En fin, cuantas cosas bonitas que no me puedo llevar, bueno y porque no entraría en la casa, o porque me echaba mi marido o porque no me dejarían entrar tanto trasto.
Pues yo no celebro ni todos los santos ni halloween, no me gusta ir al cementerio ese día, lo siento, las personas se llevan en el corazón, pero me parece bien quien quiera ir, cada uno tiene que expresar lo que siente a su manera. Y aquí los niños si que salen por la tarde a pedir chuches. Unas veces vienen a casa y otras no. El año pasado llovió mucho y no salió nadie, así que me quedé con todas las chuches en casa. Este año me toca trabajar lejos y vendré tarde, porque es jueves, dejaré las chuches por si mi marido quiere darlas, pero tiene yoga ese día, sale a las nueve y se va a cenar casa de su madre, como todos las noches que yo vengo tarde de trabajar (casi todas, vamos) y creo que se me van a quedar las chuches en casa. Bueno, los jueves doy también clase a niños, así que les llevaré a ellos unas pocas, porque las compro temáticas de halloween y sé que les gusta.
Bueno, que pases buena semana, ya va quedando menos para noviembre y para navidad, je, je. Besitos.
Cuca, en casa esta fecha de Halloween pasa casi desapercibida. Aquí en Cataluña hay una tradición muy arraigada, la castanyada, y desde que vivo aquí es lo que celebramos. Claro que una propuesta como esta que tú nos haces bien me haría Halloween celebrar a lo grande
ResponderEliminarAbrazos!!
Aquí celebramos todos los santos toda la vida con magostos chorizos asados vino ,😉 pero desde hace unos años se ha puesto de moda celebrar Halloween y los chicos se disfrazan y salen con los amigos yo siempre hacia algún dulce y galletas para mí sobrina y mi hijo pero ahora mi sobrina está estudiando en Coruña y llega tarde con lo cual no sale y mi hijo sale a cenar por y con sus amigos y no quiere llevar nada así que ya no hago nada especial .
ResponderEliminarLa tarta te ha quedado de relujo y seguro que está de rexupete 😋
Lo que daría yo por poder dar cuenta de un trozo uuuuumm 😋
Ya nos dirás si al final las niñas fueron o no disfrazadas a la guardería y el colegio .
Bicos mil para los cuatro y feliz finde wapisima 😘
Con esos ingredientes que lleva la tarta, rica tiene que estar un rato, aunque a algunos les guste con más o menos dulzor, esa combinación ha de ser ganadora, no me cabe la menor duda.
ResponderEliminarTe ha quedado chulísima en ese molde , me encanta !
Yo este año he hecho por primera vez galletas terroríficas para mi nietín, deseando estoy que venga hoy para verle la cara que se le queda , espero que no sea demasiado crítico porque muy bien no me han quedado, hay que practicar más, pero seguro que unas risas van a caer.
Eso sí, los buñuelos de calabaza , también los he preparado que esos no pueden faltar, aunque él no se los coma, los demás sí.
Quien me lo iba a decir a mi que nunca me gustó el Halloween, pero es lo que hay jaja.
Seguro que tus niñas estarán guapísimas si van disfrazadas y que lo van a pasar de lujo.
Un abrazo Cuca.
Hola, Cuca:
ResponderEliminarEsta tarta marmolada de queso, chocolate y calabaza tiene una pinta de lo más tentadora. Además, queda muy vistosa y me imagino que a las peques les habrá encantado, sobre todo a Lara que puede relacionar más con la Navidad dicha imagen.
En casa, Halloween pasaba totalmente de largo. La costumbre en casa de mis padres era los difuntos, más este año con el fallecimiento de mi padre. Si bien, he pensado comprar algunas chuches porque el año pasado se me partió el alma. Tocaron en casa unas vecinitas y solo tenía unas gominolas y no sé si algunos bombones. ¡Me dio una pena tan grande! Así que he pensado comprar unas chocolatinas, bolsitas pequeñas de gusanitos y demás, así como algunos caramelos. Tal vez no aparezcan por lo poco que obtuvieron el año pasado. ¡Ja, ja, ja...! Ya te contaré.
Besitos y feliz tarde, preciosa.
Me ha encantado tu tarta "calabaza"...jaja..
ResponderEliminarNo me gusta halloween especialmente, no me dice nada....además mi padre murió el día 31 que tampoco me dice mucho porque le echamos de menos cualquier día, pero no se...no me ha pillado con los críos y aquí en el País Vasco como que lo celebramos menos...¡cada vez mas eso si!...ha ido todo el aumento, cuando carlos era pequeño...solía comprarle ojos y esas cosas en Francia, aquí no había....no les ha hecho mucha gracia la verdad y en los coles no hacían nada...¡ahora fíjate!..nos estamos americanizando, jaja..
No recuerdo si tu Lara ha ido disfrazada....jeje...supongo que con mirar la entrada del blog del año pasado seguro que lo recuerdas...
De toda esta fiesta me quedo con las decoraciones de calabazas de esas casas tan bonitas con escaleras, calabazas y moontones de hojas otoñales...pero lo de mas me da un poco igual....me quedo con tu tarta..jaja..¡ESO FIJO!
Un beso gordo
Marialuisa
Que buena pinta tiene Cuca. Yo la verdad es que como calabaza durante todo el año aunque intento solo usarla en repostería en esta época para no saturarme, pero en salado la como casi durante todo el año.
ResponderEliminarUn beso :)
Cuca, pues qué te voy a contar que no sepas, yo al haber estudiado en un colegio americano eso estaba a la orden del día, en España cuando lo decía me miraban con caras de esta esta loca... y a mis hijos se lo contaba y hacíamos calabazas, pero al exterior nada. Luego con el tiempo España me dejó eclipsada con su Halloween, todo a lo grande... algo muy poco natural. En fin. Ahora de Halloween solo me queda hacer Dulces con calabaza y poco más.
ResponderEliminarTe ha quedado una tarta otoñal y preciosa. Con mucho trabajo, pero que no me cabe duda que encima superrica.
No te acuerdas si iban disfrazados o no porque no te interesaba, gracias a que somos selectivos nos acordamos de lo principal que creo son muchas, demasiadas cosas.
Seguro que sales del apuro de los dos disfraces en un segundo. ¿Será por creatividad?
Mil besos a las tres como siempre. No te agobies que pronto está aquí la gran fiesta de las brujas y la magia.
Cuca soy de la opinión que en un mundo globalizado cabe todo, y en cuanto a fiestas, cada uno celebra lo que le guste, siempre que sea con respeto y sin confrontaciones.
ResponderEliminarTus niñas son del s.XXI y es lo que les ha tocado vivir, y si tienen que celebrar varias fiestas a la vez, ya verás como encuentran el momento para todo, así lo hace más de uno que empalma año nuevo con fin de año, pasando 365 días de fiesta en fiesta, jajajaja...
La performance te ha quedado muy chula, seguro que la tarta está riquísima, no espero menos de tus dulces.
Besos.
Me encanta ese molde Cuca y que decir de la tarta. Halloween no es que me guste mucho, pero como yo no decido y quien nos vienen detrás (en mi caso mi nieto)mandan...pues me veo haciendo galletas y dedos....lo importante es disfrutar con respeto y alegría. besinos wapa
ResponderEliminarHola Cuca. Hoy editando la entrada del 1+/-100, me acordaba de ti. Es de color naranja, pero no lleva calabaza.
ResponderEliminarCreo que todos los amantes de la cocina caemos fácilmente cuando vemos algún cacharrito de cocina. Yo últimamente, no quiero que me pase porque estoy intentando lo del desperdicio 0 en eso también y porque la cocina y la casa, no dan para más.
No soy de Halloween para nada, pero tampoco voy de cementerio. Nunca he podido desde que perdí a mi padre.
Sí que cuando daba clase a los niños de inglés y no se celebraba en España, yo era la única del cole que lo trabajaba y era divertido.
Tu tarta es preciosa y el corte llama la atención. Como dices que no está dulce, a mí me vendría perfecta seguro, pero sin azúcar, claro.
Se nota que andas liada y se te echa de menos. Con esta tarta, te redimes de no visitarnos tanto porque es un regalo precioso.
Me llevo mi trocito y me pido que sea del gorro.
Que disfrutes con tus niñas y besos.
Delicosa, no hay mejor forma de endulzarnos en estas fechas, un beset Cuca
ResponderEliminarBien bonita :-))
ResponderEliminarLo peor que nos acortan la hora mañana joooooo quiero las tarde laaaargas
Un saludito
Hola! pues si que es otoñal y muy divertida para las fechas que estamos, y con el molde especial la hace de fiesta, ami me gusta mucho :) Besos.
ResponderEliminarQue original!. Nunca he probado una tarta de queso con calabaza. La pinta es inmejorable. Tiene que estar muy rica.
ResponderEliminarSaludos
Hola Cuca, a mi también me pasa, molde que veo molde que compro. Este que has utilizado es precioso , ideal para estas fechas . Con este detalle has envuelto tu tarta en una aureola de otoño y fiesta de Halloween. Ese toque de calabaza y chocolate me encantaria probarlo, se me antoja delicioso. Besos.
ResponderEliminarEl tema de los moldes es una fuente de inspiración sin límites... Soy moldemaniaca ;o)
ResponderEliminarEn casa celebraremos la castanyada donde comeremos castañas asadas con panellets y añadiremos jamón, nuestro toque personal jajaja
Y para compartir, polyanna y sus amigas irán por las tiendas del pueblo pidiendo chuches disfrazadas cada una a lo suyo jajaja
Fusión como solemos hacer en casa para compaginar las tradiciones de todos, como esta tarta tuya con chocolate y calabaza sin horno al estilo pastel de queso!
Que las niñas disfruten del día con o sin disfraces o fiesta jajaja
Besos y feliz domingo,
Palmira
¡Me encanta el molde! y la tarta :) Siempre creando, ¡que maravilla!
ResponderEliminarPor aquí celebramos Halloween al modo estadounidense. Hacemos una merienda, después vamos a buscar caramelos por las casas y terminamos cenando en la plaza del pueblo y representando una casa del terror.
A los niños les gusta muchísimo este día, se lo pasan genial llenando sus calabazas de chucherías, jijiji.
Que receta más guay para Halloween. Gracias!!
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda y el molde es genial!! Me parece muy acertada para cualquier época del año pero como dices para Halloween encaja a la perfección. bsts
ResponderEliminar¡Hola Cuca! que risa con eso de que te hacía ojitos el molde... como te entiendo... bueno... yo y seguro que más de una que anda por aquí... jaja... Yo suelo hacerme la dura... normalmente me voy y ya si no me lo quito de la cabeza, es señal de que hubo flechazo entre los dos y a la próxima (si está, que eso es otra....) me lo traigo... La verdad que si yo llego a ver este molde... también me lo adjudico... porque me hace ojitos (ya desmoldado en forma de tarta)... desde tu casa jajaa...
ResponderEliminarY la receta no me puede gustar más... es que te ha quedado una tarta preciosa, a la vez divertida y lo más apetitosa para la noche de halloween... ¡Me encanta Cuca! Un beso.
Hola Cuca, pues no es demasiado tarde ni demasiado temprano, cada una a su ritmo, faltaría más. Para este pastel tan delcioso y simpático cualquir momento es buenao y aunque yo soy de Tosantos, celebrar con un rico pastel siempre me encanta. Un beso
ResponderEliminarMe gusta como te ha quedado la tarta con ese molde y seguro que con la combinación de ingredientes está muy rica... Besos
ResponderEliminarTiene un aspecto estupendo y debe estar deliciosa! Me encanta volver por tu cocina y disfrutar de estas maravillas.
ResponderEliminarUn abrazo
Clara
Cuca hace 8 días me quede en ti y mira la hora en la que vuelvo a aparecer, esta fecha con niños me parece divertida por completo, en casa desde que tengo memoria nos disfrazaban. Me río con la pequeña Lara al ver la calabaza, que los niños no son bobos, y por más que queramos meterles un ingrediente que no les va, no hay posibilidad. Este marmolado de queso con su calabaza y chocolate me atrae un montón, así tal cual de dulce me encanta. Besito y hoy voy por partida doble
ResponderEliminarPero que gran aportación para Halloween!!!! me ha encantado el molde... Y la receta en si también, que pinta tan jugosa, el corte me ha enamorado... Tanto que ayer compré calabaza, iba a hacer crema, pero vamos... Que creo que la voy a asar y... Al lio!!!!!!!!!!!!!!!!!
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