Crema de nubes (en Monsieur Cuisine Plus)
Esta semana Lara ha comenzado su último mes de guardería.
Recuerdo como si fuera ayer el día que fuimos a presentar la solicitud con Lara en su carrito que no paró de llorar desde que salimos hasta que regresamos a casa.
Recuerdo la buena impresión que me causó el centro, lo familiar que me pareció todo, lo felices que parecían los niños allí y las ganas de conseguir una plaza con las que llegué a casa así como el miedo a que la niña no entrara en esa guardería que me conquistó en aquella primera visita.
Recuerdo las dudas que me dejé sembrar unos días antes de que comenzara su primer curso acerca de estar haciendo lo correcto. Tuve que escuchar tonterías del tipo "es una pena que siendo tan pequeña la dejes en la guardería" "con el tiempo comprenderás que igual te compensa dejar de trabajar y poder comprar menos cosas pero estar con tu hija" pero siendo primeriza te dejas arrastrar y dudas de tus convicciones.
Como anécdota os contaré que una de las que me lo dijo, al año siguiente llevó a su bebé recién nacido a la guardería ¡sin estar siquiera trabajando! Y ahora con Elena, que ha intentado hacerme sentir de nuevo mal por regresar a mi trabajo se ha tenido que comer mi respuesta que os podéis imaginar y que para nada se esperaba.
No sabéis como me acuerdo del primer día de guardería de Lara. Como si la hubiera dejado esta misma mañana. No se me ha olvidado ni la ropa que llevó ese día y han pasado casi tres años.
Ni qué decir tiene que esas dudas y miedos se disiparon rápidamente. Los habituales de mi cocina virtual sabéis lo contenta que estoy con el centro y como muestra Elena entrará en septiembre.
Cuando nació Lara escuché (y leí en vuestros comentarios miles de veces) que lo disfrutara todo que el tiempo pasa muy rápido. Y no lo comprendía. Lo estaba viviendo y no era capaz de verlo.
Aquellos primeros meses fueron muy duros para mí y los días se sucedían todos iguales y no veía ningún avance en un bebé que lloraba día y noche así que yo sólo quería que el tiempo pasara muy rápido y encontrarme con una niña que hablara y pudiera expresar lo que le pasaba para ponerle solución.
Las cosas comenzaron a ser más sencillas sin necesidad de que el tiempo corriera tanto y la realidad me ha dado en la cara cuando he comprendido que Lara ha vivido ahí tres cursos completos, que ya hemos disfrutado de tres fiestas de fin de curso y sobre todo que entró siendo un bebé de seis meses y sale siendo una niña de tres años muy dinámica, muy parlanchina, con una curiosidad enorme por todo lo que le rodea y que sabe tantas cosas que me quedo alucinada muchas veces con ella.
Lara cierra esta etapa y a mí me entra una pena infinita porque dejamos atrás muchas cosas bonitas.
Bien es cierto que llega el turno de Elena y que no nos desvinculamos (aún) del centro, pero en septiembre todo será diferente porque nos toca volver a empezar.
Lara ha tenido muchísima suerte con las profesoras que le han tocado. Este año hemos tenido la fortuna de trabajar con una persona tan maravillosa que lo ha hecho todo tan sencillo que ahora duele pensar que el próximo curso ya no la tenga.
Quien se dedica a esto tiene que tener una vocación muy grande, nadie trabaja con niños por descarte o porque "algo hay que hacer", tengo clarísimo que trabajar en una guardería es vocacional, pero cuando además das con alguien que trata a los pequeños como si fueran suyos propios entonces no quieres que los días pasen para que tu pequeña pueda seguir disfrutando y aprendiendo de alguien así.
Porque Lara no sólo ha recibido unos conocimientos y una atención docente, Lara ha recibido cada día cariño, apoyo, comprensión, risas, juegos, cuentos, canciones, complicidad, toneladas de besos y abrazos y purpurina ¡kilos y kilos de purpurina, sellos y pegatinas!
Ella no lo sabe, pero ha recibido unos cimientos maravillosos para el resto de su vida, y esto no hay dinero que lo pague ni palabras suficientes que lo agradezcan.
Es una maravilla ver cómo va feliz a la guardería porque tiene ganas de estar con "su seño" y se te parte el alma cuando le tienes que explicar que el próximo curso estará en otro "cole" y que en ese cole hay otras seños pero no su seño Isabel.
Pero el tiempo corre, para bien o para mal, y esta etapa toca a su fin.
Al principio lloraba mucho. Ella quería su cole nuevo pero con la seño Isabel. Poco a poco ha ido comprendiendo que hay que cambiar y de repente un día dijo "vale mamá. La seño Isabel para el Elena" y la pobre está convencida de que el próximo curso seguirá viendo cada día a su seño cuando dejemos a Elena en la guardería.
Yo ya he dejado caer en el centro que el próximo curso estaría encantada de que Isabel estuviera en nido con Elena. Lo he repetido varias veces, hasta Lara se lo ha dicho a la directora, a ver si el universo se alinea y tenemos la suerte de compartir tres años más con ella. Seguramente la suerte no nos acompañe, pero cruzaremos los dedos por si acaso.
Cuando Lara comenzó en la guardería pensé que yo no podría trabajar alli. Pensaba en encerrarme en un aula sola con diez o quince niños con los que había que trabajar, enseñarles cosas, conseguir su atención, darles de comer, cambiarles el pañal, jugar...y me entraba pánico.
Tres años después sigo pensando que yo no podría trabajar en una guardería. Pero no por el miedo a quedarme con un puñado de niños a mi cargo. Yo no podría trabajar en una guardería, querer y criar a un puñado de niños y verlos partir de mi vida para siempre cada dos o tres años. La capacidad de dar amor de estas mujeres es infinita así como también lo es su capacidad de pérdida. Y sinceramente yo no sería capaz.
Así que aprovecho mi rinconcito para darle las gracias a todo el personal del centro y muy especialmente a Isabel por todo lo que nos llevamos de ella y por haber formado parte de nuestras vidas. Ojalá el año que viene pase a ser parte de la vida de Elena ¡nada nos gustaría más!
Y al hilo de esta entrada tan melodramática os traigo una receta muy golosa, mega calórica, muy poco saludable (así que los amantes de lo healthy, fit y demás mejor cierren los ojos) pero que está tan tremendamente rica que no os vais a arrepentir de prepararla.
Todos sabéis que siempre estoy dándole vueltas a las cosas que tengo en el armario y que quiero que lo que tengo rote rápidamente en un intento de no acumular. La teoría es sencilla, la práctica no tanto como ya comentábamos la pasada semana.
Pues bien, hace no sé cuánto tiempo (años, confesemos) se me ocurrió la idea de hacer fondant de nubes. Mi señor esposo se presentó en casa con dos bolsas (es que una le parecía poco) y pasó lo de siempre ¡se quedaron en el armario!
De hecho no en un armario cualquiera de la cocina no. En el armario más inaccesible de mi cocina. Ese que es esquinero y que para alcanzar a la balda superior hace falta la escalera, subir hasta arriba y aún así cuesta trabajo llegar a lo que hay en el centro.
Ese fue precisamente el sitio que le dimos a las nubes (para no comérnoslas, creo que queda claro) y ahí continuaban día tras día.
En uno de mis arrebatos de limpieza durante la baja topé con las bolsas. La fecha estaba pasada, pero las nubes parecían intactas. Las abrimos, estaban bien, así que mi conciencia no me permitía deshacerme de ellas ¡había que hacer un reciclaje y cuanto antes mejor!
Cuando yo empecé a moverme en estos lares había una tarta de nubes que estuvo muy de moda durante un tiempo. Después no la he visto mucho más, así que empecé a mirar algunas recetas que tenía guardadas y al final terminé haciendo lo que a mí buenamente me pareció mejor.
Abramos la caja de los recuerdos ¿alguna vez habéis quemado nubes con el mechero? Yo lo descubrí en el instituto y hubo un tiempo en el que me volví adicta.
Y muchos os preguntaréis ¿qué hacía un grupo de adolescentes en el instituto con mechero? Obvio ¡quemar nubes! Y fumar, porque alguno fumaba. Que esto es previo a la ley anti tabaco y hasta los profesores fumaban por los pasillos por no hablar de que había algunos que hasta lo hacían en el aula.
Pero no es de esto de lo que yo quiero hablar. Si alguna vez habéis comido nubes derretidas con el mechero (o en el fuego, muy a lo campamento yanqui) ya conocéis el sabor de esta crema y seguramente os estarán entrando muchas ganas de prepararla.
Y no es para menos porque en casa fue un visto y no visto.
Os aseguro que para mí fue toda una sorpresa porque cuando se terminó de hacer el aspecto no me gustó nada. Como las nubes tenían tonos blancos, rosados, naranjas y amarillos, aunque todos muy pálidos, la crema tenía un color amarillento anaranjado nada apetecible así que tiré de colorante rojo (porque tenía unos tubitos de colorante líquido desde hace ni me acuerdo tampoco)
Al principio ponía una o dos gotas y mezclaba. Iba con mucha precaución. Al final me vine un poco arriba y ha quedado más rojo que rosa que era mi idea inicial, pero como ya había una base de color previa no puedo quejarme.
Y no sólo he reciclado parte de las nubes que había en casa ( la otra parte la empleé en otra receta que próximamente verá la luz) sino que salió sobre la marcha un yogur a punto de caducar, un sobre para preparar gelatina (que a mí no me gusta pero a mi costillo sí y mira que es tan simple como calentar agua pero nunca se la preparo ni él tampoco lo hace) un resto de mermelada y unos fideos de colores que estaban ahí muertos de risa.
La receta la he preparado con mi nuevo cacharrito. Algún despistado preguntó la semana pasada qué tipo de cacharro es. La Monsieur Cuisine es la versión "pobre" de la Thermomix así que la receta se puede adaptar perfectamente de un robot a otro, pero si no lo tenéis o preferís hacerlo en el fuego se puede hacer también sin problema alguno. Más abajo os indico el paso a paso.
Como hace mucho calor no me extiendo más que no pega demasiado estar delante del ordenador pasando calor pero sí disfrutando de uno de estos vasitos que con tanto cariño he reservado para vosotros.
Y después de dar buena cuenta de ellos todo el mundo a la piscina o a darse un largo paseo a la caída de la tarde para quemar esas calorías tan innecesarias pero tan tremendamente ricas ¡ya me lo diréis si os animáis!
Ingredientes:
* 200 gramos de nubes
* 500 mililitros de leche
* 125 gramos de yogur natural
* 120 gramos de mermelada de fresa
* Un sobre de gelatina de fresa
* Colorante rojo (opcional)
* 500 mililitros de leche
* 125 gramos de yogur natural
* 120 gramos de mermelada de fresa
* Un sobre de gelatina de fresa
* Colorante rojo (opcional)
* Fideos de azúcar de colores para decorar.
Elaboración:
1. Ponemos en el vaso las nubes y 300 ml de leche. Programamos 4 minutos y medio, velocidad 2, 90 grados.
2. Añadimos el yogur, la mermelada y resto de leche y programamos 15 segundos velocidad 5
3. Añadimos el sobre de gelatina y programamos 4 minutos y medio, velocidad 3 90 grados
4. Cuando termine añadimos unas gotitas de colorante rojo si queremos un tono más intenso y programamos a velocidad 5 unos segundos para que se reparta de manera homogénea.
5. Vertemos en los vasitos en los que vayamos a servir, dejamos templar en la encimera, tapamos bien y pasamos al frigorífico.
6. Antes de servir ponemos unos fideos de colores en la superficie o cualquier otra cosa que se os ocurra.
Elaboración tradicional:
1. Ponemos a fuego bajo en una olla las nubes y 300 ml de leche.Vamos removiendo hasta que las nubes se hayan derretido
2. Añadimos el yogur y la mermelada y mezclamos hasta integrar.
3. Retiramos el fuego y añadimos el sobre de gelatina. Mezclamos hasta disolver y añadimos el resto de la leche. Removemos bien.
4. Añadimos unas gotitas de colorante rojo si queremos un
tono más intenso y batimos para que se
reparta de manera homogénea.
El resto de los pasos igual que con la preparación en Monsieur Cuisine.
Si usáis algún tipo de decoración de azúcar (ya sean fideos como yo, bolitas o cualquier otra cosita que tengáis en casa) os aconsejo ponerlos justo antes de servir o acabarán derretidos.
Falta no es que le haga, pero quedan más monos y de paso le daba salida a unos poquitos que quedaban en el armario.
Como mi receta es 100% de aprovechamiento, que no me cansaré de decir que no se debe tirar nada, también va para el reto 1+/-100 desperdicio cero de mi amiga Marisa en el que os invito a participar como cada vez que os hablo de él.
La entrada se me está alargando pero no quiero despedirme sin contaros que la fiesta de Lara fue estupenda a pesar del calor que caía sobre nosotros y la gran afluencia de familiares que hubo. Es la tercera fiesta a la que acudo y es la vez que más personas han asistido. Estaba tremendamente agobiada y menos mal que Elena estuvo durmiendo casi todo el rato.
Lara lleva el baile en las venas y cuando terminó mucha gente le decía ¡eres la que más has bailado de todo el cole! y es que la chiquilla lo dio todo.
A Elena le he cortado el pelo. Se le había caído por partes, el que no se le ha caído lo tenía muy largo y así no había manera ni de peinarla por lo que a la peluquería de cabeza. Y el martes le tocó la segunda vacuna de la meningitis. Igual soy una mala madre, pero a mí no me da pena vacunarlas, yo casi deseo que llegue el momento de hacerlo y doy gracias por tener acceso a tantas vacunas que pueden evitarnos males mayores. Además igual que hicimos con Lara estamos pagando todas las que no se financian en el sistema público pero que recomiendan poner a los niños como esta que le pusimos hace dos días. No voy a entrar en este tema hoy porque me gustaría sacarlo más adelante y porque esto se ha alargado ¡como viene siendo habitual en mí!
Nos leemos la semana próxima. Mientras tanto ¡sed felices y disfrutad del verano!
¡Manos a la masa y bon appétit!
A las conclusiones sobre la educación de nuestros hijos debemos llegar nosotros, los padres, y no dejarnos influir por personas que no tienen nada que ver con ella. Yo no he trabajado fuera de casa desde que me casé y me mudé aqui, pero mis hijos han ido a la guarde los dos porque la socialización es muy importante, ellos siguen manteniendo algunos amigos desde esa etapa y son los mejores. Lo sé de buena tinta, era mi trabajo antes de dejarlo, lo que supuso no poca tristeza para mi.
ResponderEliminarEn cuanto a tu cremita, tú siempre poniéndonos los dientes largos en época que no se puede, pero ¿cuándo nos vamos a poner el biquini? Ya veo, nunca más. Los vasitos son lo más rico del mundo, menos mal que son pequeños, aunque también se puede repetir. Por favor que tu marido, ni tú, tengáis más esas ideas tan golosas en verano. Hombre ya!!
Bss
Hola Cuca.
ResponderEliminarMe encanta leerte. Y es que esto es tu diario y el nuestro... y cuando nos cuentas tus historias recordamos las nuestras.
Que al fin y al cabo todas hemos pasado por ellas...no pude dejar a mi hijo más de un mes en la guardería y es que no le gustó desde el primer día que lo deje.
Todo influye, eso está claro... y los profesores son primordiales.
Bueno Lara ya tiene su primer título y superado con creces.
A la vuelta del verano, cada una comenzará con su cole y seguirán creciendo y aprendiendo.
Sigue disfrutando de ellas, de su inocencia, de sus alegrías, de sus días que no te dejan un momento para retirar... pero que al cabo del tiempo desearas que este agobio hubiera durado mas...
Todavía te queda muchos años para que te dejen tiempo libre... pero es lo más bonito que le puede pasar a una persona.
Por lo menos para mi lo es.
Y ahora le toca a la parte más dulce de la entrada, bueno a la comestible.
Estos garitos de ven de lo más bonitos y más que seguro, por lo que nos cuentas, que riquísimos...
Lo que da ese armario de la cocina... cosa "rica".
Un besazooooo para las chicas y como nó... tambien para el chico... que siempre nos olvidamos de él.
Feliz y caluroso fin de semana.
Hola Cuca !
ResponderEliminarDice el refrán : Consejitos vendo que para mi no tengo.
Y así es, la gente da su opinión sin que nadie se la pida y les gusta meter la nariz en todo, a no ser en lo suyo, ahí ya cambian las tornas .
En realidad, solo debemos dejarnos guiar por nuestro corazón y hacer las cosas, según nos las hayamos planteado . Si nos equivocamos, aprenderemos y si acertamos, pues muchísimo mejor .
Un detalle de tu parte el reconocer el trabajo extra de las personas que se dedican a cuidar de los niños y a enseñarles con tanto mimo y dedicación, aunque no se puede generalizar, pero la mayoría lo cumplen a rajatabla y es de ley , reconocerlo, así que la seño si lee lo que has escrito , seguro que se habrá emocionado.
Respecto a la receta, no dudo que esta crema debe ser una exquisitez, aunque no suelo comprar nubes , pero me has tentado a hacerlo, solo por probar este postre jaja...
Un besín y feliz jueves.
Hola Cuca, como siempre me encanta leer tu entrada y todo lo que nos cuentas de nuestras sobrinas virtuales, se acabo la guardería para Lara empieza otra nueva fase y Elena empezará a despegarse de mami, pero ya ves que es bueno para ella, aunque a ti te duela a morir, pero es por el bien de todos.
ResponderEliminarSabes cuando vi el título (nubes) dijo unmmm que ricas.
Yo hija a mi no se me caducan, sabes las chuches no me van mucho pero las nubes me encantan y quemadas ya son lo más.
Aunque esta crema lleva gelatina, cosa que no me gusta, te aseguro que metería la cuchara para probarla, posiblemente me comería el vasito entero.
Un beso y hasta la semana que viene.
Cuca, cuando he visto la receta en FB hace un rato, no pensaba que volvías con el reciclaje, pero al ver que la has colgado, me he acordado de tu entrada anterior y ya no me extraña nada. Ahora, al leerte, todavía lo comprendo mejor porque tener tantas nubes en el armario más inaccesible de la cocina sin darles uso...
ResponderEliminarDa igual que tenga calorías porque con el ritmo que lleváis en casa con las dos niñas, seguro que las quemáis en seguida y si encima, toca bailar sin parar para estar a la altura de Lara, ni te digo.
Yo no he comido nunca nubes, igual no las había cuando era pequeña, porque me acordaría, pero de todas formas, no he sido nunca de chuches y a mi hijo, tampoco le compraba en demasía.
Es raro porque siempre he sido muy golosa, pero me parece que es porque me va la repostería tradicional, aunque está claro que ambas cosas, no son incompatibles.
Las cremas con ese color y el sabor que deben tener, imagino que desparecerán en nada por puro vicio de disfrutarlas.
Si me pongo a hablar de madres, de comentarios, de críticas, de sabiondas... no pararía. Ahora con los grupos de wass de madres, pobres maestr@s y pobres niñ@s, porque son estos últimos los más perjudicados.
Felicidades por compartir con todos ese alegato al buen hacer educativo-emocional, por agradecer la labor educativa bien hecha, por valorar a los docentes con vocación... Ojalá fueran muchos padres y madres como tú. Gracias por la parte que me toca.
Lara ha tenido la suerte de disfrutar de esa etapa pre-escolar y en nada, el cambio al nuevo colegio supondrá una pequeña adaptación, pero como es inteligente, en cuanto asimile que va al colegio de los mayores, estoy segura de que en nada, superará ese inicio de etapa.
Felicidades también por hablar del tema de las vacunaciones. A la espera quedo de que te extiendas más sobre él porque es necesario y muy importante en estos tiempos que corren.
Besos y mil gracias por ser mi recicladora con estrella.
Ay madre mía.. si parece que fue ayer cuando nos contaste que Lara empezaba la guarde... seguro que a Elena también le irá genial! Esos vasitos se ven riquísimos, yo confieso que aunque algo esté caducado si está bien lo utilizo jeje que tengas un buen día! besis
ResponderEliminarAsí me gusta.... Esa es mi Cuca... Un sartenazo en toda la cara le hacía falta a esa mujer y al final se lo llevó...
ResponderEliminarEn mi caso sabes que no soy nada fan de ésta receta, pero, aún así aquí me tienes porque de eso se trata... Respetar y apoyar aunque no se comparta estilo verdad?
Besos.
Hola Cuca!!
ResponderEliminarHasta a mi se me ha pasado el tiempo rapidísimo!! Es verdad que parecía ayer cuando nos contabas de la guardería y ahora ya va a empezar hasta Elena.
Encontrar una buena guardería es lo mejor que puede pasar. Y como dices una educadora se supone que lo hace porque le encanta, no para ganar un sueldo.
Mi hijo después de 5 años de estudio, recién ayer le dieron el título, empezará en agosto en una guardería a trabajar. Está de lo más contento, ya que es lo que más le gusta.
Yo no sé en España, pero aquí se busca últimamente hombres para este puesto y así poder dar una educación mixta. En esto habrá opiniones de todo tipo.
Sobre el postre, pues no llego a pillarle que sabor debe de tener. El color es precioso :)
Un besote!!
La receta es demasiado para mí y eso que me encanta el dulce,jeje. te sigo desde ahora y me ha gustado mucho conocer a tus petes. Bsts
ResponderEliminarCuca, es tan íntimo y tan trascendental lo que has contado que me ha parecido un escrito precioso, es íntimo, personal, de dudas, de poca experiencia, de vulnerabilidad... que me ha gustado mucho. Me he quedado con las ganas de saber lo que te contestó la “stronza” esa. Te tienes que juntar solo con gente positiva. Hay que tener mala idea para decir lo de “pobre, tan pequeñita” será “mala idea” una mediocre. Les dan pena estas situaciones, pero no ayudan,
ResponderEliminarEn fin.
Bueno, tu dulce con los mashmellows me ha encantado. Tengo que tener cuidado en mi casa, pues mi “santo” arrampla con todo lo Dulce y no debe. Una delicia como todos tus platos (y tus niñas... of course)
Mil besos y lo dicho, ni caso a los malos que haberlos haylos.
¡¡Hola Cuca!! Yo soy fan, fan de las nubes, así ni te cuento lo que me durarían a mí estas cremas, yo me las tengo que comer de dos en dos, nada de una en una, ja, ja. También he comido muchas veces nubes caducadas, pero de estas que ya están duras como una piedra porque el azúcar que llevan se han cristalizado. Cuando era pequeña, me compraba en el pequeño súpermercado que teníamos las nubes precisamente porque estaban ya duras, nada de esponjosas, la dependienta no entendía cómo me podía comer eso tan duro e incomible, pero me encantaban. Ahora, ni aún pasadas se ponen duras, supongo que antes llevaban menos conservantes. ¡Y me encantaba comerlas quemadas! Bueno, es que me encantan de todas todas. Hay miles de cosas que nos podemos comer caducadas, es cierto que no todo, sobre todo los productos frescos o de origen animal, esos, mejor precaución, pero estas cosas medio químicas, si ya llevan el veneno dentro con tanto azúcar, así qué mas da, ja, ja.
ResponderEliminarTu postre será muy calórico, pero vamos, nos lo merecemos con este estrés que llevamos normalmente, si no fuera por estos ratos en lo que disfrutamos comiendo, no sé ya que nos queda, ja, ja. Además, hay que fomentar el reciclaje, y es una delicia esta forma de reciclar, ojalá todo se reciclara así de bien.
La verdad es que el tiempo pasa rápido, rápido, es una pena, pero se nos escapa entre las manos. Y supongo que tienes que sentir mucha añoranza por estos tres años de la vida de Lara, está claro que ya no vuelven, pero te quedan otros muchos aún por descubrir, sin ir más lejos, ahora, empezar el cole de mayores. Todo siempre es incertidumbre, pero te pasará lo mismo, cuando pase el tiempo, lo volverás a mirar con añoranza. Y bueno, repites con Elena, ojalá todo le sea igual de bonito, o incluso mejor. No importa nunca el tiempo que le dediques a tus hijas, lo que importa, es que el poco que tienes, sea de verdad. Cuántas madres conocemos que no trabajan, todo el día con los niños y no le hacen ni p**o caso. Madres realmente agobiadas de estar con sus hijos y que llega un momento que no les importa si se suben a la encimera, encima de una silla, se tiran del sofá, si lloran o si ríen. Eso me ha pasado a mí, te lo aseguro, ir a hablar con gente a sus casas y el crío parecer que está desatado por la casa (o en la tuya propia, que es peor) y ni siquiera decirle que se comporte un poco. Así que nada, que cada uno críe a sus hijos como pueda.
Yo doy clase a niños pequeños, y siempre procuro tener un vínculo especial con ellos, de hecho, lo notas cuando te cuentan sus cosas, los padres se quedan muy sorprendidos de ver, a veces, lo que me cuentan. Sé el niño que no le gusta que le abraces y seas sólo correcto con él. al que necesita más mimos y abrazos que los demás, los que siempre necesitan estar pegados a ti, los que son muy introvertidos y necesitan su espacio...lo bueno es saber llegar a todos, no siempre es fácil, pero se intenta. Al fin y al cabo, a la mayoría, yo los veo sólo una vez a la semana. Cuando estaba en cruz roja y colaboraba en la guardaría en vendimias, eran 12 horas con ellos, teníamos de 0 años a 14 y los mayores los llevábamos al cole, los recogíamos a la hora de comer y por la tarde deberes y merienda, y se nos iba ya las horas con eso, pero los pequeños, estábamos las 12 horas con ellos, y te aseguro, que al acabar echaba de menos muchísimo a esos niños pequeños, a algunos más que otros, claro está. Sobre todo, el año que sólo teníamos pequeños a dos o tres, terminabas cogiéndole un cariño muy, muy grande. Recuerdo a unos gitanillos que eran de fuera pero venían sus padres a vendimiar al pueblo y nos traían a los niños a la guardería. Un mes después de terminar las vendimias, vi a uno de los niños en el mercado vendiendo con unos parientes gitanos. El niño, nada más verme, que se venía conmigo, pataleaba y todo. Lo que me costó convencerlo de que se quedara con sus parientes. Pero tenía casi más confianza conmigo que con sus parientes y esos que sólo habíamos estado un mes y medio juntos, pero muy intensos, eso sí. Besitos.
Estos vasitos me encanta , quiero uno, cuca que de gente hay por el mundo opinando de verdad , besitos
ResponderEliminarNo se si comentarte más la receta o tu historia...jejeje. Pero la verdad yo nos soy de letras soy más bien oral. Yo también tuve mis pinitos con el fondant casero. La crema tiene que ser una bomba de las de verdad, vamos que para que sea...que se vea.
ResponderEliminarbesinos
Hola Cuca, pero que rebonito escribes! Me ha encantado todo lo que dices sobre las trabajadoras de las guarderías, tienes toda la razón. Madre mía, parece que esté leyendo lo que nos contabas de Lara y ya han pasado 3 años y ahora tienes a Elena con lo mismo....como pasa el tiempo (aunque yo sigo sin ser abuela snif snif, pero bueno no pierdo la esperanza que este año se casa mi hijo).
ResponderEliminarLo de quemar las nubes lo probé cuando mi hija era jovencita, y la verdad es que estaban riquísimas, es que siempre he sido muy golosa jeje. La crema de nubes me encanta, te ha quedado con un color precioso y seguro que está buenísima, yo tengo hechos unos vasitos con ella y una tarta que hice cuando estaban de moda.
Un bst guapa.
Hola, Cuca:
ResponderEliminarMe he emocionado muchísimo al leer tu entrada. ¡Qué reflexiones más bonitas con respecto a las profesionales que se dedican a cuidar de los peques! ¡Cuánto respeto y cariño! Ojalá todas las madres y padres tuvieran una mirada como la tuya.
Considero normal que una persona vacune a sus hijos, no suelo entrar en discusiones sobre ese tema. ¡Quién verá a Elena con su pelito corto! Así estará fresquita para el calor que está haciendo. Ya leí que Lara bailó como nadie en la fiesta. ¡Ja, ja, ja...! Para verla por un agujerito. Ciertamente, comienza una etapa nueva para vosotros con Lara. Y para quienes te leemos, porque narras como nadie el día a día de una mujer que es trabajadora y también madre. Con el arte de compaginarlo todo en su vida y hacer magia con el tiempo.
Esta receta está de muerte relenta, para relamerse y disfrutarla despacito. Un día me gustaría perderme en los armarios de tu cocina y ser un alimento más, porque estoy segura de que (por lo que nos narras) haría muchos amigos.
Besos y feliz fin de semana, guapísima.
Cuca que bonito es leerte y y ver la gratitud de las personas sobre todo con los hijos que aunque no soy mamá, me alegra el corazón ver este tipo de detalles, el saber que una persona hace las cosas con esa pasión y vocación como bien dices, que bonito detalle, increíble como pasa el tiempo Lara como hermana mayor ya pasar al cole, uau!!!!! ha crecido un montón y lo despierta que es creo que es gracias a precisamente esa interacción con otros peques desde chiquitina, que no eres mala madre, creo que eres una gran mamá y Elena seguramente seguirá los pasos de Lara, claro cada pequeña es diferente y que bueno que puedas seguir en contacto con el centro. De la receta tiene un color precioso, nunca he intentado nada con nubes o como los conozco por acá malvaviscos, un recetón goloso que has hecho por todo lo alto, aprovechando cada cosa que por allí tengamos en el olvido.
ResponderEliminarbesitos querida y buen finde
Vengo por aquí buscando inspiración para un resto de leche de coco y lo primero que leo es esta entrada tan bonita. Espero que la "seño" Isabel la lea, porque creo que hoy en día no se valora lo suficiente el trabajo de los educadores.
ResponderEliminarLa receta muy original. Cuando yo era cría, en mi zona no la llamábamos nubes, sino jamones y por supuesto jamás marshmallows.
Un beso.
Las nubes nunca han sido lo mío, sera porque soy poco de dulces y todavía menos de dulces con colores jajaja
ResponderEliminarParece mentira que el tiempo vuele tan rápido... A mi se me hicieron cortos los primeros meses con Polyanna pero te puedo adelantar que los años después se me hacen todavía más cortossss.El pasado sábado comentábamos con otra madre que ya sólo nos quedaban 2 fiestas del cole por delante...
Ainsss el tema de las vacunas, podría contarte cosas increíbles y más todavía....
Besos a los 4!
Palmira
Hola Cuca, el tiempo pasa rápido, ya lara es tida una mujer, ajaja, pasando su tiempo de guardería. me alegro que te haya ido bien con la maestra pues eso es muy importante, trabajar juntas y sobre todo que la niña se entienda con ella. Así es más fácil para todos.
ResponderEliminarLos vasitos de hoy son una maravilla, color y sabor seguro que también van de la mano. Un beso guapísima!!
Hola Cuca! Qué tantos recuerdos...a veces queremos que el tiempo pase rápido y otras veces que se detenga para disfrutar de esos momentos hermosos con nuestros hijos. Al final, todos esos cansancios y frustraciones se nos olvidan al mirar atrás y darnos cuenta de cuánto han crecido,reconocer todos sus avances logros y hasta las anécdotas que a veces las mas duras ahora nos hacen reír.
ResponderEliminarMientras me haces rebobinar mis recuerdos del primer día de escuela con mi hija, me llevo uno de estos vasitos a probar cómo quedan las nubes en postre, de seguro me gusta mas que comerlas solas del paquete. (me parecen que estos vasitos están monos para una mesa dulce no crees?)
Besos a las tres y buen fin de semana!
hola Coca, como me ha gustado leerte, me he visto refejada cuando mi niña era pequeña, que mal lo pasamos, pero ya te estas dando cuenta de lo rapido que esto va, asi que disfruta todo lo que puedas, una receta estupenda, besos
ResponderEliminarLo del colorante ha sido todo un acierto, porque ha quedado un color precioso. Hace tiempo hice un postre con nubes, no le puse colorante y me quedé chafadísima, jajaja.
ResponderEliminarBueno, igual la seño Isabel toma el grupo de Elena, no perdemos la esperanza...
ResponderEliminarDe verdad te ha quedado de un rojo manzana asada muy apetecible. Me encanta la arqueología culinaria, ingredientes y/o revistas ancestrales que resurgen del armario para hacernos la vida deliciosa. Qué apañada eres... Un besote.
Hola Cuca, ¡Feliz domingo! ya ves a qué horas me paso...
ResponderEliminarBueno, la vida son etapas. A los nostálgicos, nos cuesta un poco asimilar que la vida va pasando y que tienes que dejar atrás cosas, momentos, personas...en fin..., la vida...que no es tan fácil como la pintan algunos. Por suerte tendrás otros 3 años por delante para disfrutar de la presencia de las profesoras, mamis y bebés.
Referente a las nubes...al no ser excesivamente golosa, hasta hace unos años no descubrí que algunas personas quemaban las nubes. Me quedé súper asombrada cuando lo vi por primera vez.
Las nubes me han gustado lo "justo" no soy de pegarme el atracón pero sí que me gustan. Es más tengo una receta "deliciosa" de Isabel publicada en el blog que he hecho más de una vez. Y acúerdate de la tarta de caquita rosa...
Estos vasitos improvisados, me parecen una delicia. Claro! calóricos...pero ¿qué no es calórico si es dulce?
Lo importante es dar salida a lo que tenemos aparcado en un rincón del armario y evitar en la medida de lo posible tirar comida caducada. Yo no siempre lo cumplo, por desgracia.
Besos y feliz día a los cuatro.
Sil
Mi querida amiga a veces los consejos van llenos de veneno No quiero yo decir w siempre sea así pero esa buena amiga q después ella no hizo lo q te aconsejo no me da muy buena espina jijijijiji gracias q tú sabes muy bien lo q haces y sobre todo sabes hacer felices a tus preciosas princesas q como bien dices cada día se hacen más grandes Bueno decirte w la recetica de nubes me ha vuelto loca Mil besicos preciosa
ResponderEliminarHola Cuca , parece mentira que en pleno s.XXI todavía nos encontremos con mujeres de ese tipo, creo que el educar a un hijo es algo muy íntimo, pero todo el mundo opina sin saber. En cuanto a la receta es un dulce muy goloso, a mi me sobran las nubes, pero el resto es ideal. Aunque seguro que probaba el vasito y no me enteraba de que llevaba nubes.☁️☁️☁️☁️👏👏😘
ResponderEliminar¡Hola Cuca! Se ve que hemos coincidido con las gelatinas esta semana... que ni tu ni yo somos muy fans de ellas jajaa... La verdad que tampoco me gustan mucho las nubes... creo que soy una de las pocas que no las ha probado quemadas con el mechero... no sé como sabrán... aunque si que las compré una vez para hacer fondant casero... que al contrario del que venden, eso sí que me gusto... Así que tengo mucha curiosidad por saber como sabrá esta cremita de nubes que has hecho.. que te ha quedado monísima... Un beso.
ResponderEliminarHola Cuca !!!
ResponderEliminarQue alegría volver a tú cocina !!
Tú reflexión totalmente acertada, el tiempo pasa de un rápido que en muchas ocasiones, nos atropella.
La receta me parece muy original y divertida, perfecta para hacer en estas semanas de verano .
Un abrazo enorme
Miguel
lareposteriademiguel.com
Te ha quedado una crema con un color muy bonito y seguro que con un sabor delicioso... Besos
ResponderEliminarMe encanta la idea, así le das salida a cosas que se quedan en los armarios y estoy segura de que a mis miniyo les encantará. Besos
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