Crumble de peras y manzanas
El otoño huele a manzanas.
Sé lo que me vais a decir, que el otoño huele a muchas más cosas, que también huele a calabaza, a las primeras lluvias, a hojas secas, a setas, a humo, a castañas y batatas asadas... pero yo pienso en otoño y me huele a manzanas.
Recuerdo perfectamente cuando era pequeña que mi abuelo iba un día al campo (con mi tío o con mi padre, porque él no tenía carné de conducir) y que llegaban cargados con cajas y sacos de manzanas.
Sólo eran dos manzanos, y no muy buenos por entonces, pero su cosecha era abundante. Recuerdo que mi abuelo pasaba los días siguientes haciendo ristras de manzanas atadas por el rabito que colgaba del techo y que ponían cartones en el suelo de uno de las habitaciones vaciías y ahí colocaban cuidadosamente, una al lado de otra, el resto de manzanas que no tenían rabito.
A mí me maravillaba el olor a manzana que salía de ese cuarto casi inmediatamente y sobre todo, a día de hoy, me maravilla que esas manzanas aguantaran tanto tiempo en perfecto estado, sin podrirse, únicamente con el paso de las semanas y los meses su piel comenzaba a arrugarse, perdía tersura la carne, y su olor era más intenso y más dulzón si cabe pero era raro que alguna de aquellas manzanas llegara a pudrirse.
Y aquel botín daba para todo el otoño y para todo el invierno y al final casi toda la casa olía a manzana a pesar de que mi abuela mantenía la puerta de aquel cuarto cerrada.
Esos manzanos siguen estando ahí. No dan las mejores manzanas del mundo pero son ahora mis padres los que las recogen y yo me siento en la "obligación" de aprovecharlas al máximo. Y como por mucho que quiera no me las puedo zampar todas este año estoy haciendo postres para darles salida y busco aquellas recetas en las que pueda utilizar la mayor cantidad de fruta posible.
¿Y en qué postre se utiliza mucha fruta? ¡Pues en un crumble!
Porque además de los susodichos manzanos (que este año han tenido una cosecha de lo más aceptable) también tenemos un peral la mar de fructífero y ¡sorpresa, sorpresa! toda la fruta ha madurado a la vez. Y las peras, amigos míos, duran un suspiro, al menos estas y se pudren antes de que queramos darnos cuenta (más con el calor que tenemos este año aún dando martirio)
El otro día se me encendió la bombillita y me acordé de esta receta así que me metí en la cocina y en un ratito tenía el crumble en el horno.
Y yo que no soy miserable para nada, y menos para la fruta, me puse a pelar manzanas y peras hasta llenar la fuente y dejar espacio sólo para el crumble (aunque al hornearse fue perdiendo jugo y acabó reducida a la mitad)
Digo yo que ya puestos, hacemos en cantidad, que una vez encendido el horno vamos a gastar lo mismo y llevamos a la mesa un postre bastante sano que ya sabéis que todo lo que lleve fruta no es pecaminoso (o casi)
Además sin quererlo me ha salido un postre apto para veganos ya que cuando echo mano ¡hay cero mantequilla en el frigorífico! y sólo encuentro un resto de margarina (justo la cantidad que lleva la receta). Cómo se nota que he perdido el control en mis dominios después del parón veraniego y mi costillo se ha aprovechado y ha estado venga ponerse mantequilla en el pan y en los bocadillos. Y se ha callado cuando ha terminado mis reservas y eso no se perdona, que yo soy la bloguera mejor abastecida ¡si casi parece que viviera en un supermercado de El Corte Inglés!
Pero os aseguro que ya estoy recuperando la soberanía sobre los productos de la cocina y que uno que yo me sé no va a terminar la mantequilla nunca más y callarse.
Debería haberlo castigado sin probar este crumble, pero me pareció demasiado cruel. Aunque por otro lado me convenía mucho que comiera porque últimamente no consigo que nadie en casa coma fruta.
Lara porque dice que la fruta "es fea" (y yo prefiero resignarme y darle tiempo al tiempo) y el otro porque se inventa la excusa de que está muy lleno y no quiere postre pero cuando recogemos la mesa a la mínima que me descuido lo veo royendo gominolas o cualquier porquería de bollería industrial que haya metido en casa a pesar de que me salen rayos por los ojos cada vez que aparece con una de esas bolsas.
Que no digo yo que no se pueda tomar bollería industrial, pero tomarla por hábito me parece nefasto. Todos en algún momento compramos (o hemos comprado) unas galletas, un paquete de croissants, unos donuts o unas ensaimadas por poner un ejemplo. Y no pocas veces hemos tenido que tirar de algún postre de supermercado por una visita imprevista o por falta de tiempo para preparar un postre.
Y no pasa nada. Y no se juzga a nadie por ello. Pero de ahí a que sean un hábito diario (y repetitivo) va un trecho.
Lo que yo os decía, he perdido mi soberanía y ahora tengo que volver a meterlos en cintura. Así que este crumble (y otros postres que ya iré publicando) ha sido la excusa perfecta para que al menos mi marido coma algo de fruta.
Además tenía una canela en polvo recién comprada que despedía un olorcito... ¡irresistible! y estaba deseando hacer algo con ella y en el último momento se me encendió la bombillita y me acordé de un paquete de salvado de avena que había abierto en el armario desde finales de la primavera y decidí sustituir parte de la harina por salvado y el resultado ha sido la mar de rico por lo que volveré a repetir con él en los crumble.
Las peras que yo he usado son tremendamente jugosas. Me río yo de ese anuncio que he visto varias veces en televisión (y miro que la veo poco) en la que una chica tenía apetencia de una pera jugosa (que me parecía un anuncio de lo más ridículo del mundo)
A lo que iba. Estas peras tienen mucho contenido en agua y por tanto durante el horneado han desprendido mucho jugo. Como yo conocía el producto de sobra dejé el crumble más tiempo en el horno con la idea de que se fuera evaporando, aunque todo no se consumió.
Las fotos están hechas con el crumble recién templado, sin pasar por el frigorífico y se aprecia en el fondo, pero al día siguiente, después de haber reposado en frío, no quedaba prácticamente nada, la fruta lo había reabsorbido y se ha mantenido bastante jugosa y tierna hasta el último día.
Ya sabéis que me gusta ser clara con las recetas, sus pros y sus contras, para que nadie se lleve una sorpresa si se decide a prepararlas en casa.
Así que ya sabéis, si estáis saturados de fruta en casa y no sabéis cómo terminar con ella ¡no perdáis de vista esta receta que seguro os da un buen resultado!
Mientras os voy sirviendo un bolecito, que lo que lleva fruta es sano, y hoy hay para todos.
Ingredientes:
Sólo eran dos manzanos, y no muy buenos por entonces, pero su cosecha era abundante. Recuerdo que mi abuelo pasaba los días siguientes haciendo ristras de manzanas atadas por el rabito que colgaba del techo y que ponían cartones en el suelo de uno de las habitaciones vaciías y ahí colocaban cuidadosamente, una al lado de otra, el resto de manzanas que no tenían rabito.
A mí me maravillaba el olor a manzana que salía de ese cuarto casi inmediatamente y sobre todo, a día de hoy, me maravilla que esas manzanas aguantaran tanto tiempo en perfecto estado, sin podrirse, únicamente con el paso de las semanas y los meses su piel comenzaba a arrugarse, perdía tersura la carne, y su olor era más intenso y más dulzón si cabe pero era raro que alguna de aquellas manzanas llegara a pudrirse.
Y aquel botín daba para todo el otoño y para todo el invierno y al final casi toda la casa olía a manzana a pesar de que mi abuela mantenía la puerta de aquel cuarto cerrada.
Esos manzanos siguen estando ahí. No dan las mejores manzanas del mundo pero son ahora mis padres los que las recogen y yo me siento en la "obligación" de aprovecharlas al máximo. Y como por mucho que quiera no me las puedo zampar todas este año estoy haciendo postres para darles salida y busco aquellas recetas en las que pueda utilizar la mayor cantidad de fruta posible.
¿Y en qué postre se utiliza mucha fruta? ¡Pues en un crumble!
Porque además de los susodichos manzanos (que este año han tenido una cosecha de lo más aceptable) también tenemos un peral la mar de fructífero y ¡sorpresa, sorpresa! toda la fruta ha madurado a la vez. Y las peras, amigos míos, duran un suspiro, al menos estas y se pudren antes de que queramos darnos cuenta (más con el calor que tenemos este año aún dando martirio)
El otro día se me encendió la bombillita y me acordé de esta receta así que me metí en la cocina y en un ratito tenía el crumble en el horno.
Y yo que no soy miserable para nada, y menos para la fruta, me puse a pelar manzanas y peras hasta llenar la fuente y dejar espacio sólo para el crumble (aunque al hornearse fue perdiendo jugo y acabó reducida a la mitad)
Digo yo que ya puestos, hacemos en cantidad, que una vez encendido el horno vamos a gastar lo mismo y llevamos a la mesa un postre bastante sano que ya sabéis que todo lo que lleve fruta no es pecaminoso (o casi)
Además sin quererlo me ha salido un postre apto para veganos ya que cuando echo mano ¡hay cero mantequilla en el frigorífico! y sólo encuentro un resto de margarina (justo la cantidad que lleva la receta). Cómo se nota que he perdido el control en mis dominios después del parón veraniego y mi costillo se ha aprovechado y ha estado venga ponerse mantequilla en el pan y en los bocadillos. Y se ha callado cuando ha terminado mis reservas y eso no se perdona, que yo soy la bloguera mejor abastecida ¡si casi parece que viviera en un supermercado de El Corte Inglés!
Pero os aseguro que ya estoy recuperando la soberanía sobre los productos de la cocina y que uno que yo me sé no va a terminar la mantequilla nunca más y callarse.
Debería haberlo castigado sin probar este crumble, pero me pareció demasiado cruel. Aunque por otro lado me convenía mucho que comiera porque últimamente no consigo que nadie en casa coma fruta.
Lara porque dice que la fruta "es fea" (y yo prefiero resignarme y darle tiempo al tiempo) y el otro porque se inventa la excusa de que está muy lleno y no quiere postre pero cuando recogemos la mesa a la mínima que me descuido lo veo royendo gominolas o cualquier porquería de bollería industrial que haya metido en casa a pesar de que me salen rayos por los ojos cada vez que aparece con una de esas bolsas.
Que no digo yo que no se pueda tomar bollería industrial, pero tomarla por hábito me parece nefasto. Todos en algún momento compramos (o hemos comprado) unas galletas, un paquete de croissants, unos donuts o unas ensaimadas por poner un ejemplo. Y no pocas veces hemos tenido que tirar de algún postre de supermercado por una visita imprevista o por falta de tiempo para preparar un postre.
Y no pasa nada. Y no se juzga a nadie por ello. Pero de ahí a que sean un hábito diario (y repetitivo) va un trecho.
Lo que yo os decía, he perdido mi soberanía y ahora tengo que volver a meterlos en cintura. Así que este crumble (y otros postres que ya iré publicando) ha sido la excusa perfecta para que al menos mi marido coma algo de fruta.
Además tenía una canela en polvo recién comprada que despedía un olorcito... ¡irresistible! y estaba deseando hacer algo con ella y en el último momento se me encendió la bombillita y me acordé de un paquete de salvado de avena que había abierto en el armario desde finales de la primavera y decidí sustituir parte de la harina por salvado y el resultado ha sido la mar de rico por lo que volveré a repetir con él en los crumble.
Las peras que yo he usado son tremendamente jugosas. Me río yo de ese anuncio que he visto varias veces en televisión (y miro que la veo poco) en la que una chica tenía apetencia de una pera jugosa (que me parecía un anuncio de lo más ridículo del mundo)
A lo que iba. Estas peras tienen mucho contenido en agua y por tanto durante el horneado han desprendido mucho jugo. Como yo conocía el producto de sobra dejé el crumble más tiempo en el horno con la idea de que se fuera evaporando, aunque todo no se consumió.
Las fotos están hechas con el crumble recién templado, sin pasar por el frigorífico y se aprecia en el fondo, pero al día siguiente, después de haber reposado en frío, no quedaba prácticamente nada, la fruta lo había reabsorbido y se ha mantenido bastante jugosa y tierna hasta el último día.
Ya sabéis que me gusta ser clara con las recetas, sus pros y sus contras, para que nadie se lleve una sorpresa si se decide a prepararlas en casa.
Así que ya sabéis, si estáis saturados de fruta en casa y no sabéis cómo terminar con ella ¡no perdáis de vista esta receta que seguro os da un buen resultado!
Mientras os voy sirviendo un bolecito, que lo que lleva fruta es sano, y hoy hay para todos.
Ingredientes:
* 6 peras
* 6 manzanas
* Una cucharada generosa de canela en polvo
* Una cuchradita de azúcar
* 75 gramos de harina
* 75 gramos de salvado de avena
* 50 gramos de margarina
* 25 gramos de azúcar blanca
* 25 gramos de azúcar moreno
Elaboración:
1. Comenzamos preparando el crumble y para ello ponemos en un bol amplio la harina, el salvado, los dos tipos de azúcar y la margarina a temperatura ambiente o ligeramente reblandecida en el microondas.
2. Vamos mezclando hasta que los ingredientes adquieran la textura de arena mojada. El aspecto será similar al de unas migas. Reservamos.
3. Pelamos, quitamos las pepitas y partimos en trocitos las peras y las manzanas.
4. Añadimos una cucharadita de azúcar y canela (de manera generosa o a vuestro gusto) y mezclamos.
5. Vertemos la fruta en una fuente que pueda ir al horno y cubrimos totalmente la superficie con el crumble.
6. Introducimos en el horno precalentado a 180º C y horneamos durante unos 45 minutos.
Para conservalo lo tapamos con film transparente y lo metemos en el frigorífico.
La cantidad de fruta es indicativa. Yo puse seis piezas de cada fruta y os aseguro que antes de hornearla llegaba casi hasta arriba de la fuente.
A medida que se fue cocinando fue soltando bastante jugo y quedó reducida en volumen a la mitad así que tendréis que adaptaros a la capacidad de vuestro molde y sobre todo tener en cuenta que una vez horneada pierde bastante volumen.
Si la fuente es transparente podéis ver si queda más o menos jugo para dejarlo más o menos rato en el horno. De todos modos os aseguro que la fruta lo reabsorbe casi todo al reposar en el frigorífico.
Con esta receta quiero participar en la iniciativa 1+/-100 desperdicio 0 de mi amiga Marisa. Si pretendemos alcanzar el nivel 0 de desperdicio tanto de alimentos como de recursos debemos aprender a gestionar lo que tenemos en casa y si tenemos cantidades ingentes de un alimento hay que buscar alternativas para darles salida y aprovecharlos.
Os invito a pinchar en el enlace y echarle un vistazo si aún no lo conocéis, y por supuesto que os planteéis el reto de 0 desperdicio en vuestros hogares.
La princesa (única) de la casa (por poco tiempo, que ya sabéis que hay otra en el horno) se debate entre resfriarse o no. Con estos cambios de temperatura y el mix de virus y mocos que siempre hay en la guardería es complicado no caer. Lo malo es que ha cogido y nos lo ha pegado a nosotros así que aquí estoy yo, luchando contra los virus y deshidratándome con un continuo fluir de mocos.
Cada vez que pienso que cuando nació Lara llevaba cuatro años ¡cuatro! sin pescar un triste resfriado... ¡ains! me deprimo. Cuando los niños entran en casa también lo hacen los virus y no hay cuerpo que lo resista ¡son una fuente variada e inagotable de enfermedades!
Y esta mañana no estoy tras la pantalla del ordenador en la oficina. Si todo va bien estaré en el centro de salud haciendo el test de O'Sullivan, popularmente conocido como la prueba del azúcar y al que muchas personas se refieren despectivamente como la prueba del líquido naranja ese que está tan asqueroso. A mí la primera vez no me estuvo tan malo. Estaba fresquito, yo tenía hambre y lo demás vino solo.
Así que esta vez voy sin miedo (la primera vez, y dado que la gente sólo te cuenta lo peor yo iba dispuesta a enfrentarme en el vaso a algo peor que la lejía) y pertrechada con mi libro electrónico para haer más llevadera la espera entre extracción y extracción y después la espera hasta mi turno en la matrona.
La semana próxima os cuento. Disculpad mi ausencia de vuestras cocinas estos días. Entre el resfriado, las pruebas del embarazo y las liquidaciones trimestrales no saco un solo hueco, pero prometo pasar rauda a ponerme al día en cuanto acabe esta vorágine de números y papeles Mientras tanto sed felices y disfrutad de este maravilloso tiempo.
Cada vez que pienso que cuando nació Lara llevaba cuatro años ¡cuatro! sin pescar un triste resfriado... ¡ains! me deprimo. Cuando los niños entran en casa también lo hacen los virus y no hay cuerpo que lo resista ¡son una fuente variada e inagotable de enfermedades!
Y esta mañana no estoy tras la pantalla del ordenador en la oficina. Si todo va bien estaré en el centro de salud haciendo el test de O'Sullivan, popularmente conocido como la prueba del azúcar y al que muchas personas se refieren despectivamente como la prueba del líquido naranja ese que está tan asqueroso. A mí la primera vez no me estuvo tan malo. Estaba fresquito, yo tenía hambre y lo demás vino solo.
Así que esta vez voy sin miedo (la primera vez, y dado que la gente sólo te cuenta lo peor yo iba dispuesta a enfrentarme en el vaso a algo peor que la lejía) y pertrechada con mi libro electrónico para haer más llevadera la espera entre extracción y extracción y después la espera hasta mi turno en la matrona.
La semana próxima os cuento. Disculpad mi ausencia de vuestras cocinas estos días. Entre el resfriado, las pruebas del embarazo y las liquidaciones trimestrales no saco un solo hueco, pero prometo pasar rauda a ponerme al día en cuanto acabe esta vorágine de números y papeles Mientras tanto sed felices y disfrutad de este maravilloso tiempo.
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Tengo pendiente de hacer una crumble dentro de poco porque hace tiempo que no hago ninguna y me apetece. También a mi las manzanas y las peras, la fruta en general, me gusta para los postres y en éste en particular queda deliciosa. Quizás me anime a ponerle algún fruto seco, ya que estamos en la estación propia y tenemos la excusa perfecta para abusar de ellos.
ResponderEliminarEspero que te vaya muy bien hoy con tu analítica y que se conjuguen todos los astros del cielo para que nuestra niña no se resfríe. Pasad un buen finde largo.
Un beso.
Qué delicia,y una muy buena forma de lograr que todos coman fruta.Un abrazo
ResponderEliminarBuenos días Cuca!!!
ResponderEliminarHasta hoy aquí el otoño olía a verano jaja, hoy empezó a llover y con un poco de temporal, yo estaba super a gusto, aunque echaba de menos los platos de cuchara y con calor no apetecen la verdad, creo que hasta el domingo al menos el tiempo lo tenemos complicado.
Pues si, este cumbre huele a otoño, aquí las manzanas en el huerto no han sido muchas y encima malas, por la sequía supongo, y peras también pocas. Este pastel te quedo maravilloso, que rico tiene que estar, para el postre de hoy me vendría estupendo....Bess
He de reconocer que tiene buena pinta, pero es que la fruta cocida no es de mis postres favoritos, la prefiero cruda y crujiente. Aunque es un postre perfecto para aprovechar fruta.
ResponderEliminarUn beso de maricacharros.
Yo también recuerdo mis abuelos con manzanas por todas partes cuando volvían de cosecharlas en casa de amigos! Y ahora nosotros no tenemos campo pero nos vamos a alguna granja pública y cosechando 5 kilos somos los reyes del mundo jejeje
ResponderEliminarEn casa tengo la suerte que como más fruta mejor, y uno de mis postres favoritos es la manzana asada?!
Cúidate mucho!
Besos,
Palmira
¡¡Hola Cuca!! Entiendo que el otoño te huela a manzanas, pues es la época en las que las manzanas llegaban a casa de tus abuelos, impregnando de aroma toda la casa, un recuerdo, difícilmente de olvidar y con un olor estupendo. Ya me gustaría que todos los recuerdos de mi infancia tuvieran ese olor tan maravilloso.
ResponderEliminarComo donde yo vivía no había prácticamente frutales, mi recuerdo del otoño es de piñones, de ardillas, de grandes hojas marrones caídas por el suelo,el crujido al pisarlas, de comer madroños en el recreo del cole, de higos frescos y los primeros olores a leña que desprendían las chimeneas de las casas. Pero eso sí, todos los recuerdos muy buenos.
Me encantan los crumbles, la pera y la manzana son ideales para hornear, me encanta comerlo caliente, y tus cambios, maravillosos, con el salvado de avena, añadiendo un extra de fibra a este postre. También es una manera estupenda de gastar la fruta y que los demás coman disfrutándola de verdad. Y sin hablar de lo bien el horno, la cocina y la casa en general, cuando lo hueles, a mí si que me recuerda al otoño y de que llegas a casa después de un largo día.
Espero que la prueba se te de bien. Disfruta del puente. Besitos.
Cuca, que dulce tan sabroso!!!
ResponderEliminarQué delicia!!! Tienes razón o al menos yo comparto tu opinión inicial de que el otoño huele a manzana, a manzana y a canela diría yo y por lo que leo tu también pues tu delicioso y crujiente crumble también lleva la aromática canela. De la bollería industrial...mejor no hablar. Bss y feliz puente!!!
ResponderEliminaryo me apunto con un buen trozo y le pondría una bola de helado de vainilla.
ResponderEliminarbesos
Hola Cuca!!
ResponderEliminarEs normal que el otoño te huela a manzanas!! Si es que son recogidas del árbol!!
No sé yo si las del supermercado huelen igual :(
Aquí por esta zona también hay muchos manzanos, yo diría que cada casa, menos la mía tiene varios manzanos. Hay tantos que la gente lleva las manzanas a una empresa donde allí hacen zumos y sidra.
Conozco eso de no quiero más y luego para chuchería sí. jeje
Me parece muy buena opción este postre para consumir todas esas manzanas. Debe de estar super delicioso!!
Besos
Hola, Cuca.Yo también recuerdo las manzanas que mi abuelo tenia sembradas entre las vides.
ResponderEliminarEran unos manzanos enanos silvestres que conservamos con mucho cariño.
Tu crumble muy rico y lo mejor bastante sano, sin excesos.
Cuídate mucho.
Besos, Carmina.
Todo lo que lleve manzana me encanta y este Crumble no iba a ser menos. Me llevo un gran trozo guapísima. Besines!!!
ResponderEliminarBuenas tardes Cuca ,y muy dulces por cierto,nada como los postres de casa,el otro día voy a casa de mi madre y me veo alguna que otro dulce industrial,por lo que le dije que la señora interna bien le podría hacer mejor un bizcocho u otro dulce para tenerlo cuando se le apeteciera y le volvi a decir las ventajas de los dulces caseros.......aunque ella no lo toma todos los días......no se si se lo harán .....por eso veras en mas de un bizcocho que se lo he hecho a mi madre.......ahora como sigo en Punta lo hecha en falta
ResponderEliminarEse crumble es estupendo y de lo más sano para tomar de merienda con esa fruta tan rica¡¡¡
Seguro que le encantaría un trocito a ella y a mi ......jajaja
Espero que estéis todos mejor del resfriado,y que la prueba te haya ido muy bien
Feliz Puente y muchos besitos a repartir con Lara¡¡¡
Hola Cuca, no desesperes. a mis hijas no les gustaba la fruta, una porque decía que estaba fría y la otra no consentía meterla en la boca. Hasta que cambiaron de opinión y no parábamos de cortar frutita para las dos. Pero volviendo a tu receta, me parece un éxito y más reciclando se puede reciclar y aprovechar. Marisa estará contenta . un beso!!
ResponderEliminarCuca imagino el olor tan delicioso que habría en casa de tus abuelos, por cierto la manzana junto con el clavo de olor, es un insecticida natural infalible. Ideal para perfumar armarios y ahuyentar polillas.
ResponderEliminarEste año tamyha sido bueno para el único manzano del huerto de mi padre, es joven, pero ha dado una producción enorme, y entre mermeladas, tartas y dulces, las estamos agotando. Aún queda un parche cajones enormes en el frigorífico, esperando para que demos cuenta de ellas, asadas, en compota, en batidos, en fin en todo lo imaginable, incluso crudas son la merienda perfecta de más de una de mis hermanas, que las prefieren a cualquier pastel del mundo.
Espero que tu prueba haya ido bien , y ya nos contarás la semana que viene.
Cuidaos mucho y muchos besos para las dos.
Que maravilla de crumble, la pinta es inmejorable. Es una receta que tengo pendiente y me apetece un montón hacerla.
ResponderEliminarSaludos
Cuca, un postre sano donde los haya, manzanas y peras una combinación mágica para cualquier dulce en cualquier momento.
ResponderEliminarEso que cuentas de la casa de tus abuelos con lo del olor a manzanas que impregnaban todos los rincones de la casa, esos recuerdos y que sí que los olores te transportan en el tiempo y el espacio, siempre sale de repente, a mí me pasa con el olor a madreselva y que siempre también relaciono con Uruguay en el jardín de la casa de mis abuelos. Han pasado los años y siempre es la misma sensación, maravillosa.
Verás que poco a poco irán pasando los mocos y que Lara le tomará el gusto a la fruta, todo a su tiempo.
Bueno, Cuca, un postre de aprovechamiento para nuestros “locos” fruteros que a veces se quedan un poco feos por comprar más de lo que debemos, a mí me pasa a menudo, así que tu receta me viene bien para recordarme este dulce tan típico de los paises sajones.
Mil besos, cuídate mucho y achuchones a Lara y a tu “costilla” que te haga caso y no coma chucherias... ja ja A nadie le amarga un dulce. Al mío le pirran esas cosas. Feliz finde largo.
Pues sí, el otoño es estupendo por manzanas y peras, que en platos salados me encantan y vuelve a haber variedades. Aquí te has marcado un postre muy rico y suculento... Un besote.
ResponderEliminarEs uno de los postres que tengo ganas de probar, nunca lo he preparado pero creo que llegó la hora, este tuyo tiene una pinta buenisima, me lo llevo.
ResponderEliminarBesitos guapa
Muy bien Cuca...tu mete a todo el mundo en vereda, que carácter no te falta, jajaja....no se pueden comer gominolas...veneno puro....que luego Lara se alía con su padre y serán 2 contra una.....El crumble delicioso seguro.....muy sano, y quedas disculpadas de tus múltiples obligaciones..yo también ando de cabeza.
ResponderEliminarBesos reina
Marialuisa
Lo de crumble no lo había oído en la vida.
ResponderEliminarSe lo oí por casualidad a Alejandro y ahora a ti.
Que textura tiene eso?
Por lo de los catarros, Nathan a estado unos días con algo de tos, pero bueno, como se encontraba bien..... casi que no lo hemos notado.
Espero que el virus no se quiera instalar en casa, ya que sino Alejandro no puede ir a trabajar y eso no puede ser, si yo trabajo... los demás también jajajaja
Feliz finde preciosa! (que a mi me pilla trabajando, incluido hoy)
Muaaaaaaaa
Hola Cucua! Nunca he hecho crumble, y me parece el postre ideal para esos excesos de frutas que se puedan tener, bueno, yo en casa nunca tengo exceso de frutas y menos de manzandas :( así que me tocaría comprarlas exclusivamente teniendo un postre así en mente y yo no tendría problema por eso! jaja
ResponderEliminarHe caído redondita de amor con tu cucharilla, qué monada!!
Espero se recuperen de esos maletares y todas tus pruebas salgan bien, como bien dicen, un día a la vez.
Cuidate mucho, besitos!!!
Que casualidad que hayamos puesto las dos una receta tan parecida casi a la vez y es que para mi el crumble es la definición perfecta de confort food jajajjajajajaj
ResponderEliminarEnhorabuena por el embarazo, que llevo una temporada completamente desaparecida. Ahora me pongo al día con el resto de recetas :)
Hola! que maravilla poder recolectar tus propias frutas y luego hacer recetitas, ese crumble tiene una pinta deliciosa! mucho ánimo con los resfriados y con las pruebas del embarazo! besis
ResponderEliminarQué buena pinta tiene seguro que con tanta fruta tiene que quedar muy jugoso... Besos
ResponderEliminarQue ricura de crumble!!
ResponderEliminarLa verdad es que la manzana también me recuerda mucho al otoño, es más inicie el mes de octubre con las cookies de manzana y esta semana con una tarta, pero es que dan tanto juego en la cocina en general, ya no solo en repostería.
Espero que sea leve el resfriado.
Un besazo
¡Hola Cuca! Una delicia de crumble... mezclado con peras y manzanas... me encantan... ese líquido sabría a gloria bendita... Me guardo la receta.. que te puedes creer que aún no he hecho ninguno en mi cocina... ains.. eso hay que remediarlo... Espero que la peque no se haya terminado de resfriar y el test haya salido genial.. un beso
ResponderEliminarMmmmm qué rico crumble, incluso con el juguito de antes del frigo que debe ser como un almíbar!! Desde luego, nada mejor que saber sacar buen provecho de las frutas de casa, tú les sacas el máximo partido siempre a todo.
ResponderEliminarEn casa hemos pasado un puente hundidos en pañuelos y con concertinas de toses en vario tonos, es lo que tienen estos cambios de tiempo que me desesperan. Y así seguimos todavía, moderándose la cosa poco a poco. Yo si frío, frío y si calor, calor, no me gustan nada las medias tintas (bueno, en todo caso cuando hace calor del infierno sí agradezco los respiros)
Que vayan bien las pruebas, que seguro que si.
Beso grande!!
Solo imaginando el olor mmmm....seguro que esta buenisimo , no lo he preparado cuando tengo exceso de manzanas o peras suelo hacer compota ,pero a si también se ve muy rico ,espero que tu prueba haya salido perfecta
ResponderEliminarbesitos
Esta crumble de peras y manzanas, me parece una muy buena idea por lo que bien dices, para comer fruta de una forma sana y rica. Me encanta además por la textura que tiene, en definitiva un muy buen postre, con mucho sabor y muy otoñal, que es lo que toca ahora !!!
ResponderEliminarUn abrazo
Miguel
lareposteriademiguel.com
Si Cuca el otoño huele a todo eso que dices pero a mi particularmente a lo que mas me huele es a setas, porque sera?
ResponderEliminarLas manzanas no son mi fruta favorita pero hay que reconocer, que echas al horno, en un bizcocho o en un cumble como el tuyo, me gustan y mucho.
Se ve tan crujiente que me comía ahora un bolecito para merendar.
Un besito
Hola Cuca. Vengo muy tarde y ya te contaré la causa. Muchas gracias por regalarme este delicioso crumble en el que has puesto todo el cariño de los recuerdos, sabores y olores de tu infancia. Es precioso y te puedo decir que yo también tengo recuerdos similares de melocotones, sandías, melones, manzanas, caquis, granadas, albaricoques... Ya ves, la pena que me da no poder tener nada parecido.
ResponderEliminarMe encanta cómo has aprovechado los ingredientes y me encanta que hayas incluido la canela entre ellos.
Tiene que estar delicioso.
A ver si os mejoráis y pasa pronto ese resfriado y a ver si encuentras algo que motive a Lara a comer fruta. Ojalá la bebé te dé menos guerra para comer.
Mil besos y gracias.
Vaya rico! Se hace la boca agua.
ResponderEliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué postre tan rico y sano, Cuca.
ResponderEliminarA mi también me encanta el olor a manzana, es verdad que cuando se hornean, el olor inunda toda la casa..
Gracias por compartir. Bsss
Tiene
Holaaaaaa Cuca!!!!! Ay pero que rico tiene que estar esto no?????? Y yo sin probarlo jjjj.Me ha parecido una receta genial así que anotada queda.Tienes razon en lo de la bollería...cogerlo por costumbre es nefasto total por eso los postres caseros los mejores! Y mas si son tan ricos .Estaba desaparecida pero ya he vuelto.Un besito para Lara y otro para ti!!!
ResponderEliminarHola Cuca. me encanta las frutas en los postres y este crumble me encanta. y es cierto el olor a manzanas recién cogidas del árbol es único. Yo tampoco uso nada de bollería comprada, es que una vez que te acostumbras a hacerlo en casa y yo con muy poco azúcar, ahora todo me parece dulcísimo y no puedo con ello jiji.
ResponderEliminarBesinos
El toque de Belén
¡Cómo me gustan los retos de Marisa! Has tenido una idea genial para aprovechar la fruta y me gusta muchísimo el toque de la canela :)
ResponderEliminarQué bonitos recuerdos los de la infancia, se quedan tatuados en el alma y siempre nos arrancan una sonrisa .
ResponderEliminarYo tengo la suerte de que mi familia también me surten año tras año de ellas y su aroma y sabor es excepcional, nada que ver con las que se compran.
Suelo hacer dulce de manzana con el que acompañar el queso para un regimiento jaja , lo congelo y después voy sacando y está tan rico que en casa no quieren otro.
Este crumble me parece todo un acierto y con esta fruta aún más, qué gozada Cuca.
Abrazos.
Pero que rico crumble! Yo tengo ahorita exceso de manzanas y peras, asi que tocara probar tu receta! esas remebranzas de peque, son las que nos hacen sonreir al pensar en el pasado y las que nos sustentan en momentos dificiles. Son tesoros que es bonito recordar. Que todo siga viento en popa con Lara y con tu embarazo!
ResponderEliminarBs
Hola Cuca por fin puedo pasarme a ver este maravilloso y rico crumble que has preparado con las manzanas y peras de vuestros arboles, yo tambien tengo la suerte de poder disponer de fruta casera sin venenos ni ningun producto quimico y aunque no son tan bonitas ni brillan como las de la fruteria estan cien mil veces mas ricas ,yo tambien tengo manzanas en mi cocina y tengo un olorcito que me encanta no hay mejor ambientador ,eso si este año se pudren con mucha facilidad no se si es debido al calor que ha hecho y lo poco que ha llovido pero no estan aguantando como años anteriores.
ResponderEliminarTengo un crumble pendiente de publicar tambien con manzanas caseras que he preparado un monton de veces desde el mes pasado en mi adorada olla de coccion lenta que estoy segura tambien te encantara por la mezcla de especies que le he puesto a ver si lo puedo publicar pronto por que la vida no me da para mas y los bizcochos se me acumulan en la carpeta de recetas para publicar jajaja.
Me llevo un platito de tu crumble que ya es hora de merendar y me has puesto los dientes largos largos que lo sepas, te ha quedado de relujo.
Espero que hayas llevado bien e test de O´sullivan y que estes mejor del resfriado al igual que Lara ,yo llevo cinco dias con el tambien por eso he estado desaparecida ,era llegar de trabajar ,sofa y manta ya decia mi madre que tenia que estar mala para no estar haciendo nada en el ordenador ni en la cocina ,es lo que tienen los cambios de temperatura que hemos tenido.
Bicos mil y feliz semana wapa.
Cuca te leo y es que me siento como en tu casa, como si me estuvieras contando todo sin parar jajajajja, me encanta, imagino tus ojos al ver a tu costillo con aquellas gominolas y haciendo el feo a la fruta, pero te entiendo, a mí me pasa con algo peor..., el cigarrillo (es lo peor..., tengo un olfato de gorila que no pasa ni un solo cigarro, lo detecto luego de mil años..., parezco Sherlock oliendo por todos lados y es algo que no sé ni como hacer con el señor G. que aunque no es fumador empedernido, sí fuma algo y así sea 1 es lo peor..). En fin, ya me fui, pero me imagino tus ojos con los raos y esos son mis ojos cuando siento ese olor. Así que, bueno a poner en cintura al personal de casa, que bueno leer esas historias de infancia, las manzanas creo que son unas frutas muy agradecidas y combinadas con canela son la locura. Una idea estupenda para darle uso a la fruta, sana y deliciosa. besos para ti y ansiosa estaré de la siguiente entrada.
ResponderEliminarQué historia tan bonita la de tus manzanas, con tu abuelo, tu tío y tu padre, Cuca. Me has hecho imaginarme una gran casa de pueblo, que aquí en Cataluña se llaman Masías y en Andalucía Cortijos... con muchas habitaciones, y una gran cocina donde, seguro, tu abuela te enseñaba a dar buen uso de esas manzanas... qué rico aroma, hasta aquí me llega el olor.
ResponderEliminarSin duda el crumble es uno de mis postres favoritos, los suelo hacer mucho en casa, casi siempre cuando tengo invitados y quedan genial, con cualquier fruta que le pongas, pero si son manzanas y peras, bien jugosas como las tuyas, mucho mejor.
Me alegro que tu embarazo vaya tan bien, a ver qué novedades nos traes esta semana... y besos a la princesita que pronto será la mayor y tendrá que aprender a cuidar a su hermanita.
Me encantan!!! las manzanas.
ResponderEliminarUn saludito
Hola Cuca. Entro con cierto retraso pero esta semana ha sido un tanto anómala y casi se me junta esta entrada con la que creo publicarás mañana eso si el resfriado, las pruebas de embarazo y las liquidaciones te dejan un hueco en tu cargada agenda jj.
ResponderEliminarPor lo que he leído te has dejado comer tu lugar en la cocina jj y de eso se ha aprovechado alguien. Te ha dejado sin mantequilla y no te has enterado jj. Nunca debes dejar de vigilar tus dominios ya que así evitarás algún que otro disgustillo jj.
Este tipo de postre nunca lo he hecho y cuando lo veo me gustaría ponerme a ello a ver que sale. Tiene un aspecto estupendo, una cobertura crujiente y unas frutas que deben tener un delicioso sabor. Un postre que es un auténtico lujo.
Espero que todo te vaya a la perfección y que Lara se vaya acostumbrando a comer fruta, aunque te diré que todos a esa edad no la reciben con aplausos jj.
Un abrazo.
Que bueno está el crumble y mira que este está jugoso jugoso.
ResponderEliminarMe apunto con la fruta siempre y haces bien en ponerlo como sea para que lo prueben.
besitoss guapetona
Hola Cuca
ResponderEliminarTodos en algún momento hemos tirado de bollería industrial, avece viene bien, pero tienes toda la razón, como habito normal no, es preferible que como otras cosas. Yo no se porque pero a casi todos los niños les cuesta acostumbrarse a la fruta, se le pasará, no e preocupes, además, tu no tienes problema, con los dulces tan ricos que haces seguro que los vuelves a meter en vereda pronto.
Este crumble de frutas, se ve delicioso, me gustan mucho los postres con fruta y este esta de fregar hasta el plato, jeje, muy rico.
Un besazo.
Me ha encantado esta receta!!!!!!!! Que bonitos los recuerdos que nos compartes, hay que ver como los alimentos y los olores del cocinar nos los evocan.... y lo mejor de todo es que has utilizado pera, que parece la gran olvidada de la repostería porque no hay muchas recetas con ella... Me ha gustado mucho, ando maquinando para hacer su versión FIT.
ResponderEliminarBesotes