Tarta de chocolate blanco y cerezas
¿Y esto?
¿Tarta de cerezas? ¿En noviembre?
Suena raro ¿verdad? Llevo más de un mes pidiendo frío y otoño en las calles mientras en mi cocina comparto postres con ingredientes típicos de la estación y ahora que llega el frío y la lluvia parece que asoma por algunas zonas ¡zas! llego con las cerezas a la mesa cuando el resto del mundo está haciendo el (temido) cambio de armario.
Los que me seguís habitualmente sabéis que apuesto siempre por una cocina de temporada aprovechando las frutas y verduras típicas del tiempo que están mucho más ricas y a mejor precio. Por otro lado no tiene ningún sentido que en febrero me ponga a publicar una tarta con castañas o en agosto una mousse de mandarina ya que por mucho que os guste la idea no podéis salir corriendo en ese momento y haceros con un puñado de castañas o medio kilo de mandarinas.
Sabéis que soy miembro honorífico del Club Culo Veo Culo Quiero (o Club C.V.C.Q manera más elegante que tiene mi amiga Patty de referirse a él) y por tanto no suelo publicar recetas que no podáis hacer sobre la marcha si os apetecen. Pero como todas las reglas tienen su excepción la mía surge en el mes de Noviembre de la mano de mi amiga Marisa del blog Thermofan y su reto Congelando el verano que este año celebra su segunda edición.
El año pasado ya tuve la fortuna de participar y este año no quería perdérmelo tampoco. Ya sabéis que desde que llegó Lara dejé los retos en los que participaba de manera periódica pero intento acudir a los que tienen un holgado tiempo de preparación y participación ¡así me da tiempo a organizarme!
Cuando Marisa publicó que este año iba a repetir experiencia acababan de regalarlos unas hermosas cerezas cuando ya dábamos por finalizada una temporada que no había sido especialmente buena. En realidad este año no será recordado por la abundancia de ninguna cosecha porque la falta de lluvias nos ha regalado un verano largo y yermo.
Lo tuve claro y rápidamente deshuesé unas cuantas hasta llegar a medio kilo, las puse en una bolsita para congelar y las metí en el congelador lo más horizontales y planas que pude para evitar que se congelaran haciendo una bola. No sé vosotros pero el congelador de mi casa además de pequeño siempre está lleno ¡y eso que no me gusta demasiado congelar! y es complicado darle el espacio suficiente a según qué cosas y que queden congeladas de manera bonita y no hechas una bola.
El resultado fue que algunas cerezas acabaron congelándose pegadas entre sí y haciendo por tanto bola aunque con las manos se podía deshacer (si la bola no era muy grande) Dada mi experiencia congelando moras el verano pasado tengo clarísimo que se pegan por el líquido o la humedad que tenga la fruta. Si las hubiera congelado sin deshuesar (cosa que me parecía poco práctica porque en primer lugar me obligaba a tener que descongelarlas sí o sí para usarlas y en segundo lugar porque estoy segura de que deshuesarlas después de descongeladas iba a ser más tedioso porque la fruta soltaría más jugo y probablemente estarían menos tersas así que acabaría manchándome más) seguro que no se habían pegado entre sí.
La semana pasada ya publiqué en mis redes sociales una imagen de las cerezas recién salidas del congelador para preparar esta tarta cuya receta está incluída en el libro que hay en la imagen.
Mi idea cuando congelé las cerezas no era hacer una tarta. Esta vez iba a tirar (qué raro en mí) por unos muffins que me llevan rondando en la mente casi un par de años, pero cuando este librito cayó en mis manos y vi la tarta de chocolate blanco y cerezas fue un flechazo y supe que las cerezas que había en el congelador eran perfectas para prepararla y presentarla en este reto.
Soy muy chocolatera pero tengo que confesar que el chocolate blanco no está entre mis predilectos. Me resulta muy graso, muy dulce y me empalaga fácilmente. En repostería no lo había utilizado mucho hasta que me hice con una caja de un kilo de perlas de chocolate para fundir y llegó el momento de darles salida porque no se puede atesorar en casa que el espacio es limitado y a veces pienso que tengo más género que algunas tiendas de barrio.
La masa de la tarta me recordó mucho al cafloutis cuya receta fue la primera que compartí en el blog (y ya entonces hacía toda una declaración de intenciones acerca de cocinar con fruta de temporada) pero me intrigaba mucho qué podría aportar el chocolate en la mezcla y sólo podría saberlo si la preparaba. En realidad no he seguido la receta al pie de la letra ya que he reducido un poco la cantidad de nata y he aumentado la de leche y también he puesto más cerezas, pero el resto no lo he tocado.
Es una receta sencilla, muy simple, con la que casi no se ensucia nada y que por tanto es apta para que cualquiera la elabore en casa. El resultado a simple vista no es nada espectacular y en la primera cata (que fue en la sesión de fotos, de un trocito que se rompió, no más de una cucharada) no me estuvo especialmente buena. No fue hasta el día siguente, cuando me comí un trozo con todas las de la ley cuando pude apreciar los matices y la combinación de sabores.
El chocolate blanco se deja notar al final, hace una aparición tardía en el paladar, pero se nota. Me ha gustado comprobar que no predomina en el postre ni lo convierte en excesivamente dulce o pesado, por el contrario es fresco y apetece comerlo gracias al contraste y la frescura de las cerezas.
Que por cierto yo las descongelé previamente pero estoy segura de que para hacer esta tarta podría haberlas puesto congeladas (como hago cuando preparo muffins o bizcochos con fruta congelada) que no habría supuesto problema alguno. Os lo comento para que lo tengáis en cuenta.
La textura es similar al cafloutis, un poco más densa que un flan o un pudin, así que se puede cortar y servir perfectamente.
Quizá el aspecto más negativo que le veo al uso de chocolate blanco es el exceso de grasa que tiene y que en lugar que facilitar el desmoldado de la tarta lo dificulta. No es la primera vez que unto un molde con mantequilla ni la primera vez que utilizo este molde, pues os aseguro que sacar el primer trozo de manera decente fue misión más que imposible. Y le hecho la culpa al chocolate blanco porque también preparé hace unos meses unos muffins con él y costaba la vida sacarlos de las cápsulas cuando con otras elaboraciones esas mismas cápsulas se han desprendido perfectamente.
Además creo que la grasa del chocolate al enfriarse la tarta es la que ha hecho una especie de bolitas en la superficie que no es que conviertan la tarta en el postre más feo del mundo pero no tenían que estar ahí.
Y después de sacarle todos los defectos del mundo mundial porque ya sabéis que a mí me gusta contarlo todo muy claro ¡a ver cómo os convenzo para que la hagáis! Creo que es una tarta ideal para reuniones donde hay mucha gente y cada cual con su gusto. El sabor es sutil, no es nada dulce (advertidos quedáis los dulceros), es fresquita y entra bien después de una buena comida, incluye chocolate y también fruta ¡tiene un poco de todo! Como bien sabéis contentar a todo el mundo es complicado pero con este postre creo que llegáis a una gran mayoría.
Esta vez también tuve problemas con las fotos porque la tarde avanzaba y avanzaba y mi niña no estaba dispuesta a dormirse y con ella montar este circo es complicado. Al final el sueño la venció a las cuatro y cuarto de la tarde y yo deprisa y corriendo para aprovechar el último rato de luz medio decente ¡y soy afortunada porque a mi casa le da la luz todo el día!
Me gusta mucho el contraste entre las cerezas que siempre anuncian la llegada del verano y las hojas y las semillas de otoño (por si faltaba algo ya estoy recogiendo "mierdas" de la calle bajo la mirada horrorizada de mi señor marido) Quería plasmar en las fotos que había congelado un trocito de verano para sacarlo en pleno otoño y disfrutar de él (aunque casi no se había ido cuando he preparado esta tarta) y es posible que esa luz de final de la tarde ayudase a crear esa atmósfera.
Me dejo por fin de rollos y os invito a un trozo mientras os cuento cómo prepararla.
Cuando Marisa publicó que este año iba a repetir experiencia acababan de regalarlos unas hermosas cerezas cuando ya dábamos por finalizada una temporada que no había sido especialmente buena. En realidad este año no será recordado por la abundancia de ninguna cosecha porque la falta de lluvias nos ha regalado un verano largo y yermo.
Lo tuve claro y rápidamente deshuesé unas cuantas hasta llegar a medio kilo, las puse en una bolsita para congelar y las metí en el congelador lo más horizontales y planas que pude para evitar que se congelaran haciendo una bola. No sé vosotros pero el congelador de mi casa además de pequeño siempre está lleno ¡y eso que no me gusta demasiado congelar! y es complicado darle el espacio suficiente a según qué cosas y que queden congeladas de manera bonita y no hechas una bola.
El resultado fue que algunas cerezas acabaron congelándose pegadas entre sí y haciendo por tanto bola aunque con las manos se podía deshacer (si la bola no era muy grande) Dada mi experiencia congelando moras el verano pasado tengo clarísimo que se pegan por el líquido o la humedad que tenga la fruta. Si las hubiera congelado sin deshuesar (cosa que me parecía poco práctica porque en primer lugar me obligaba a tener que descongelarlas sí o sí para usarlas y en segundo lugar porque estoy segura de que deshuesarlas después de descongeladas iba a ser más tedioso porque la fruta soltaría más jugo y probablemente estarían menos tersas así que acabaría manchándome más) seguro que no se habían pegado entre sí.
La semana pasada ya publiqué en mis redes sociales una imagen de las cerezas recién salidas del congelador para preparar esta tarta cuya receta está incluída en el libro que hay en la imagen.
Mi idea cuando congelé las cerezas no era hacer una tarta. Esta vez iba a tirar (qué raro en mí) por unos muffins que me llevan rondando en la mente casi un par de años, pero cuando este librito cayó en mis manos y vi la tarta de chocolate blanco y cerezas fue un flechazo y supe que las cerezas que había en el congelador eran perfectas para prepararla y presentarla en este reto.
Soy muy chocolatera pero tengo que confesar que el chocolate blanco no está entre mis predilectos. Me resulta muy graso, muy dulce y me empalaga fácilmente. En repostería no lo había utilizado mucho hasta que me hice con una caja de un kilo de perlas de chocolate para fundir y llegó el momento de darles salida porque no se puede atesorar en casa que el espacio es limitado y a veces pienso que tengo más género que algunas tiendas de barrio.
La masa de la tarta me recordó mucho al cafloutis cuya receta fue la primera que compartí en el blog (y ya entonces hacía toda una declaración de intenciones acerca de cocinar con fruta de temporada) pero me intrigaba mucho qué podría aportar el chocolate en la mezcla y sólo podría saberlo si la preparaba. En realidad no he seguido la receta al pie de la letra ya que he reducido un poco la cantidad de nata y he aumentado la de leche y también he puesto más cerezas, pero el resto no lo he tocado.
Es una receta sencilla, muy simple, con la que casi no se ensucia nada y que por tanto es apta para que cualquiera la elabore en casa. El resultado a simple vista no es nada espectacular y en la primera cata (que fue en la sesión de fotos, de un trocito que se rompió, no más de una cucharada) no me estuvo especialmente buena. No fue hasta el día siguente, cuando me comí un trozo con todas las de la ley cuando pude apreciar los matices y la combinación de sabores.
El chocolate blanco se deja notar al final, hace una aparición tardía en el paladar, pero se nota. Me ha gustado comprobar que no predomina en el postre ni lo convierte en excesivamente dulce o pesado, por el contrario es fresco y apetece comerlo gracias al contraste y la frescura de las cerezas.
Que por cierto yo las descongelé previamente pero estoy segura de que para hacer esta tarta podría haberlas puesto congeladas (como hago cuando preparo muffins o bizcochos con fruta congelada) que no habría supuesto problema alguno. Os lo comento para que lo tengáis en cuenta.
La textura es similar al cafloutis, un poco más densa que un flan o un pudin, así que se puede cortar y servir perfectamente.
Quizá el aspecto más negativo que le veo al uso de chocolate blanco es el exceso de grasa que tiene y que en lugar que facilitar el desmoldado de la tarta lo dificulta. No es la primera vez que unto un molde con mantequilla ni la primera vez que utilizo este molde, pues os aseguro que sacar el primer trozo de manera decente fue misión más que imposible. Y le hecho la culpa al chocolate blanco porque también preparé hace unos meses unos muffins con él y costaba la vida sacarlos de las cápsulas cuando con otras elaboraciones esas mismas cápsulas se han desprendido perfectamente.
Además creo que la grasa del chocolate al enfriarse la tarta es la que ha hecho una especie de bolitas en la superficie que no es que conviertan la tarta en el postre más feo del mundo pero no tenían que estar ahí.
Y después de sacarle todos los defectos del mundo mundial porque ya sabéis que a mí me gusta contarlo todo muy claro ¡a ver cómo os convenzo para que la hagáis! Creo que es una tarta ideal para reuniones donde hay mucha gente y cada cual con su gusto. El sabor es sutil, no es nada dulce (advertidos quedáis los dulceros), es fresquita y entra bien después de una buena comida, incluye chocolate y también fruta ¡tiene un poco de todo! Como bien sabéis contentar a todo el mundo es complicado pero con este postre creo que llegáis a una gran mayoría.
Esta vez también tuve problemas con las fotos porque la tarde avanzaba y avanzaba y mi niña no estaba dispuesta a dormirse y con ella montar este circo es complicado. Al final el sueño la venció a las cuatro y cuarto de la tarde y yo deprisa y corriendo para aprovechar el último rato de luz medio decente ¡y soy afortunada porque a mi casa le da la luz todo el día!
Me gusta mucho el contraste entre las cerezas que siempre anuncian la llegada del verano y las hojas y las semillas de otoño (por si faltaba algo ya estoy recogiendo "mierdas" de la calle bajo la mirada horrorizada de mi señor marido) Quería plasmar en las fotos que había congelado un trocito de verano para sacarlo en pleno otoño y disfrutar de él (aunque casi no se había ido cuando he preparado esta tarta) y es posible que esa luz de final de la tarde ayudase a crear esa atmósfera.
Me dejo por fin de rollos y os invito a un trozo mientras os cuento cómo prepararla.
* 500 gramos de cerezas
* 200 gramos de chocolate blanco
* 200 ml de nata para montar
* 250 ml de leche
* 75 gramos de azúcar
* 100 gramos de harina de repostería
* 75 gramos de mantequilla + 1 nuez de mantequilla para untar el molde (salvo que sea de silicona)
* 3 huevos
* 2 cucharaditas de azúcar de vainilla y ron.
Elaboración:
1. Ponemos la leche a calentar y la retiramos cuando esté a punto de romper a hervir. Yo lo hice en el microondas que tarda menos de dos minutos.
2. En un bol amplio ponemos el chocolate blanco en trozos y la mantequilla y vertemos la leche caliente sobre ellos. Dejamos reposar unos minutos y el calor los derretirá.
3. Mientras podemos untar el molde que vayamos a utilizar con mantequilla por el fondo y los laterales para que sea más sencillo desmoldar la tarta.
4. Colocamos las cerezas en la base del molde y reservamos. Yo las descongelé previamente (en cuyo caso tendremos que escurrir el jugo que hayan soltado) pero no creo que haya problema alguno en ponerlas congeladas. Si preparas la tarta en verano, en época de cerezas, tendrás que deshuesarlas previamente.
5. Removemos la leche, la mantequilla y el chocolate con unas varillas (a estas alturas ya tienen que estar líquidos) y añadimos la nata y el azúcar. Mezclamos.
6. A continuación vamos añadiendo los huevos de uno en uno y mezclamos bien en cada adicción. No incoroporamos el siguiente hasta que el anterior no está bien integrado.
7. Por último añadimos la harina y mezclamos hasta obtener una masa homogénea que vertemos en nuestro molde, sobre las cerezas, con mucho cuidado para que se desplacen las menos posibles. Tampoco os frustréis mucho si se mueven (que lo harán) ya que con una espátula podemos intentar recolocarlas (aunque al hornearse, cuando la tarta comienza a cuajar, también se van a desplazar ligeramente)
8. Introducimos el molde en el horno precalentado a 180 º C y horneamos hasta que la tarta esté cuajada, lo que tardará aproximadamente, y según el diámetro de vuestro molde (el mío es de 26 centímetros) de 35 a 45 minutos. Siempre comprobamos que esté cuajada pinchando con una brocheta de madera antes de apagar el horno.
9. Dejamos templar con la puerta del horno entreabierta (bajará ligeramente) y cuando pase un rato sacamos y dejamos sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo. Tapamos con film transparente y pasamos al frigorífico para que termine de asentarse.
10. Antes de servir espolvoreamos un par de cucharaditas de azúcar con vanilla y ron . Si no tienes utiliza azúcar de vainilla o lo que tengas en casa.
Cuando la tarta lleve unos 15-20 minutos en el horno es posible que tenga la superficie ya dorada porque el chocolate blanco es muy delicado y se quema con mucha facilidad. Para que no acabe negra tápala con un trozo de papel de aluminio ¡pero ten cuidado al retirarlo para que no se pegue a la superficie y acabe arrastrando la capa superior!
No dejéis la tarta rato y rato en el horno porque acabará endureciéndose y la textura será más de goma que otra cosa. Entiendo el miedo a que se quede sin cuajar, pero pasado el tiempo que os indico, salvo que el molde sea muy alto la podéis apagar que con el calor residual y el posterior reposo en el frigorífico estará perfecta.
Las cerezas como os comenté se mueven durante el horneado. Unas suben a la superficie, otras se quedan en el fondo... El corte se ve estupendo, os lo aseguro.
Es más que probable que muchos de vosotros participéis en este reto (si es que no habéis publicado vuestras recetas ya). Los que no lo conociérais pinchad en la imagen que hay más abajo y os llevará directo a él, allí podréis ver todas las receta que estamos elaborando y os invito a que lo tengáis en cuenta para el verano que viene y os animéis a uniros a nosotros ¡se aprende muchísimo!
Aunque suene pretencioso os aseguro que ya tengo pensada la fruta que quiero congelar el verano próximo. Este año me he quedado con todas las ganas porque las pocas que han caído en mis manos me las he zampado alegremente ¡ni para repostear he tenido! pero el verano próximo intentaré congelar. Espero que a alguien se le haya ocurrido este verano y no ir a ciegas porque el pasado no se congelaron y no sé si se podrá o no. Y no digo más que no se pueden adelantar acontecimientos (soy muy maniática y creo que se gafan...)
Me despido hasta la próxima semana, donde tendremos Crónicas de Lara de nuevo que hoy me he enrollado como sólo yo sé hacerlo.
Cuando la tarta lleve unos 15-20 minutos en el horno es posible que tenga la superficie ya dorada porque el chocolate blanco es muy delicado y se quema con mucha facilidad. Para que no acabe negra tápala con un trozo de papel de aluminio ¡pero ten cuidado al retirarlo para que no se pegue a la superficie y acabe arrastrando la capa superior!
No dejéis la tarta rato y rato en el horno porque acabará endureciéndose y la textura será más de goma que otra cosa. Entiendo el miedo a que se quede sin cuajar, pero pasado el tiempo que os indico, salvo que el molde sea muy alto la podéis apagar que con el calor residual y el posterior reposo en el frigorífico estará perfecta.
Las cerezas como os comenté se mueven durante el horneado. Unas suben a la superficie, otras se quedan en el fondo... El corte se ve estupendo, os lo aseguro.
Es más que probable que muchos de vosotros participéis en este reto (si es que no habéis publicado vuestras recetas ya). Los que no lo conociérais pinchad en la imagen que hay más abajo y os llevará directo a él, allí podréis ver todas las receta que estamos elaborando y os invito a que lo tengáis en cuenta para el verano que viene y os animéis a uniros a nosotros ¡se aprende muchísimo!
Aunque suene pretencioso os aseguro que ya tengo pensada la fruta que quiero congelar el verano próximo. Este año me he quedado con todas las ganas porque las pocas que han caído en mis manos me las he zampado alegremente ¡ni para repostear he tenido! pero el verano próximo intentaré congelar. Espero que a alguien se le haya ocurrido este verano y no ir a ciegas porque el pasado no se congelaron y no sé si se podrá o no. Y no digo más que no se pueden adelantar acontecimientos (soy muy maniática y creo que se gafan...)
Me despido hasta la próxima semana, donde tendremos Crónicas de Lara de nuevo que hoy me he enrollado como sólo yo sé hacerlo.
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Acompañado de una bola de helado tenemos un postre 10
ResponderEliminarQue maravilla de tarta, tiene que estar deliciosa. Que provisora, mira nunca se me ocurrió congelar cerezas y lo haré el próximo año, te sentaría esa tarta de cerezas a estas alturas del año divina, ya lo creo. Y lo de culo veo culo quiero, creo que nos pasa un poco a todas jaja, no te preocupes unas más y otras menos ahí estamos todas o yo al menos.Cuca vi a Lara en instagran y esta preciosa, que monada de nena y que pelo tan bonito tiene la condenada, además está grande o eso me parece, en nada tienes una moza, que gustazo me dio verla, es preciosa.....Besitos
ResponderEliminarLos dulces con fruta para mi son lo más, como ya creo que sabes, aunque con chocolate blanco me pasa como a ti, que me resulta pelín empalagoso, pero como tampoco se trata de comerse la tarta entera, con un trocito para probarla me apaño. Me gusta como te ha quedado, incluidas fotos, la luz te llegó perfecta al igual que el atrezzo y el conjunto no puede ser más apetecible.
ResponderEliminarUn beso.
Cuca pues yo soy de esas personas raras y excepcionales a las que les fascina el chocolate blanco, pero claro no cualquier chocolate blanco, en esto como en todo, los hay de más o menos calidad, y dependiendo de lo que te gastes así será, jejejeje. Especialmente me gusta uno que compro en El Club del Gourmet con vainilla Bourbon, que está para perder el sentío, pero claro con lo que cuesta, yo tampoco lo pondría dentro de una tarta, mejor lo disfruto onza a onza con mi café de la tarde y me muero del gusto, Jajajaja.
ResponderEliminarA mí no me gusta congelar, a menos que sea imprescindible, pero este verano lo he hecho para estar en este evento de Marisa, a ver si me pongo las pilas para cocinar, porque me veo publicando el último día, jajajaja. Pero bueno, los últimos serán los primeros, en el reino de Los cielos, Jajajaja.
Tu tarta no tiene pegas, así que no te quejes, que te gusta mucho a ti “ponerle la guinda al dulce” nunca mejor dicho, Jajajaja. Bueno sí, para ser franca tiene un pena insalvable, y es que esta tan lejos, que no podré meterme en tu casa por la puerta de atrás, a tomarte un trocito, con un cafecito ya de paso.
¡Ea! A seguir congelando, porque si todo lo que congeles te sale tan divino, me apunto a una cara a ciegas sin que me obligues, Jajajaja.
Besos y que pases un buen día.
Querida Cuca. No sé el porqué, pero hoy he madrugado y vengo a visitarte porque intuía que habías publicado tu receta para Congelando el verano II. Mira por dónde, este fin de semana, también he hecho yo una receta con cerezas y ya verás que no tiene nada que ver con la tuya.
ResponderEliminarNo soy tampoco de chocolate blanco, pero tampoco lo puedo comer, así que no es un castigo, menos mal.
Tu combinación, que según dices, mejora con las horas, tiene que estar deliciosa. He comprobado de primera mano, el placer de poder degustar unas buenas cerezas congeladas a principio de verano y cocinar con ellas en otoño.
Sí que es verdad que aprendemos y me alegra que mi reto, publicado con tiempo suficiente (lo abrí el 21 de junio) te permita estar, aunque yo sé, que tú harías lo posible, incluso sin tener tanto tiempo, por amistad.
Es muy de agradecer y al final, las amigas de verdad, sois las que estáis ahí cada vez que se me ocurre algo.
Me hace sonreír leerte cuando dices que ya tienes pensado qué congelar el próximo verano. Me alegra, porque pienso seguir con el reto, si no pasa nada que lo impida.
Lara se durmió y te dejó fotografiar. Es lo más complicado. Yo necesito tranquilidad para ello e imagino que con la pequeñaja por en medio, no debe ser nada fácil.
Me llevo u trozo virtual de tu tarta de chocolate y cerezas y te doy las gracias, mandándote muchos besos.
Cuca, desde que leí hace algunos años en un blog de cocina, no recuerdo cuál, lo de congelar fruta me pareció una idea fantástica. Suelo congelar fresas, aunque luego quedan un poco chafadas, las uso para bizcochos o batidos. Por cierto, los congeladores siempre son pequeños jajaja
ResponderEliminarYa veo que tú le has sacado un buen provecho a tus cerezas con esta estupenda tarta, pensaba que el chocolate blanco le daría mucho dulzor, pero ya veo que cuentas que no tanto
Abrazos!!
Hola, Cuca. Qué buena idea congelar las cerezas y qué rica tarta.A mi me gusta el chocolate blanco en estas elaboraciones. Todo lo que publicas es una tentación pero tengo que ser comedida o lo pagaré caro.
ResponderEliminarBesos, Carmina.
congelando el verano!! quiero unirme al club culoveoculoquiero jaajajaaja qué gracia me ha hecho!. La tarta me parece una maravilla, y los muffins puedes hacerlos otro día ;). Un beso guapetona
ResponderEliminarPecaminoso a tope!!!A mí me pasa como a tí, que el chocolate blanco no me va... Pero mezclado con algo que reste su grasa y dulzor, como estas cerecitas, superior!
ResponderEliminarHasta ahora la única fruta que he congelado son las fresa (que aun tengo un par de kilos ) pero este verano congele otra para Marisa que aun no he preparado ,pero las cerezas no se me había ocurrido ,probare el año que viene ,por que esa tarta se ve muy apetecible
ResponderEliminarbesitos
Mi querida Cuca, Las fotos me han parecido preciosas, si me das a elegir, la última es la que más me gusta :) . En cuanto a lo que es congelar, yo soy fanática. Como sabrás, yo vivo al "otro lado del mundo", en Chile y por lo tanto vamos entrando al verano y ya he comenzado a congelara lo de primavera, alcachofas y espárragos, tengo mucha fé en los productos congelados, pues conservan bien sus propiedades nutritivas y es agradable darse un gustito en pleno frío con algo que nos recuerde el sol, como son estás cerezas. A mi se me da muy bien el congelado de ellas, también las pongo descarozadas y en bolsitas lo más planas posibles. Esta tarta me parece muy interesante y te confieso que yo me he ido enamorando del chocolate blanco de a poquito, pero es verdad, es más graso, de hecho he leído que no es chocolate propiamente sino mantequilla de cacao, de allí que tenga esa textura que nos juega en contra en los resultados finales. Pero bueno, si algún día me animo a hacer esta tarta, ya te lo comentaré. Por ahora no tengo cerezas! Un besito para la Princesita Lara y otro para tí.
ResponderEliminar¡Que buena! La verdad es que las tartas con frutas son lo mejor y si llevan chocolate ya ni te cuento... yo también suelo congelar frutas, así disfruto de ellas en cualquier monento.
ResponderEliminarUn besazo!!
que buena combinación de sabores, tiene que estar tan rico este postre...que le metería cuchara ahora mismo-
ResponderEliminarbesos
Pues mira, nena, llevo toda la semana pensando en cocinar y congelar, que se acercan las fiestas y ya sabes que yo soy muy previsora... por la cuenta que me trae, ya que como faltan mis padres mi casa es el punto de reunión de toda la familia, y como comprenderás o me organizo yo o me llevo una paliza que tardo en recuperarme semanas. En el tema de las frutas suelo congelar fresas cada año, para hacer mermeladas básicamente cuando ya no es temporada. Congelé melocotones en trozos y no me gustó nada el resultado, y las cerezas no las he congelado nunca. Pero vamos, que si quieres yo congelo y congelo y te las mando para que me devuelvas una tarta como la de hoy, que aunque yo tampoco soy de chocolate blanco (que además de chocolate tiene muy poco) esa tartita está para no dejar ni las migas. No te preocupes si se desmolda mal,ya me la comeré desde el mismo molde, jajaja.
ResponderEliminarUn besazo preciosa
ummmmmmmmmmmmmmmm deliciosa,un abrazo
ResponderEliminarMi congelador siempre esta lleno asi que muchas veces es mision imposible querer congelar algo y nunca se me ha ocurrido congelar cerezas ,me encantan y cada vez que caen en mis manos me pongo morada de ellas ademas de hacer mermelada .
ResponderEliminarA mi si me gusta el chocolate blanco en los postres y me imagino como tiene que estar esa tarta con las cerezas uummmmmmmmmm babeando me tienes que lo sepas.
A ver si consigo hacer mi receta porque tenia pensado hacerla hoy y al final no fue posible ,es lo malo del otoño e invierno que la luz ya no es buena por la tarde ,el proximo dia que descanse la hare por la mañana si o si.
Me han encantado las fotos ,dentro de nada tendras a Lara de ayudante y podras hacerlas sin tener que esperar a que duerma la siesta.
Bicos mil y feliz fin de semana wapa.
Que pintaza tiene esa tarta , yo no suelo congelar fruta peri apartir de ahora lo voy hacer , besitos
ResponderEliminarHola Cuca. Viendo las fotos de eta tarta me ha parecido, como primera impresión, que fuera una clafoutis. Luego al ir leyendo y ver que incluyes chocolate ya se ve claramente la diferencia. También me sorprendió el que llevara cerezas, ahora no es su temporada, y como siempre hay que seguir leyendo jj, porque como se dice, hasta el rabo todo es toro jj.
ResponderEliminarY ya se ve que las cerezas son fruto del verano, congeladas para colaborar en la propuesta de Marisa.
Y no has podido elegir mejor y más dulce propuesta.
Estoy de acuerdo contigo, el chocolate blanco no es uno de mis preferidos, lo encuentro muy dulce, muy empalagoso, aunque para gustos colores.
No obstante dices que una vez que se prueba ese sabor no es tan acusado por lo que deduzco y, sin temor a equivocarme, que es una tentación.
Puedes estar segura de que si hubiera tenido la suerte de tener ese trozo delante iba a durar menos que un pastel a la puerta de un colegio.
Un lujo y un vicio de tarta.
Un abrazo.
Yo tampoco soy de chocolate blanco pero mi CÓNYUGE sí!!!!, jajaja...así que se está relamiendo y me está mirando con unos ojos que no se si me está queriendo decir algo...jjj...Besines!!!
ResponderEliminarHola Cuca!! Me encanta tu tarta estilo un poco de todo, parte tarta, parte clafoutis y yo diría parte blondie (por eso del choco blanco).
ResponderEliminarLa verdad me ha encantado, entiendo y comparto los temores que tuviste y entiendo también la satisfacción que da que a pesar de ellos obtener algo rico, imagino ese sabor tan rico que debe tener, porque obviamente mebtienta la combinación de choco blanco con las cerezas.
Por cierto, yo no participo en el reto pero si acostumbro a congelar fruta para repostear luego, mi congelador también siempre está lleno jaja y si de cosas para hornear, me encanta tener hojaldre siempre y obviamente mucha fruta, en algún momento te comenté que siempre tengo plátanos por aquí, nos encantan frescos tal cual por supuesto, pero a veces tenemos más de 50 maduros de un sólo, todos al mismo tiempo, no queda más que congelar para hacer pan de plátano luego jaja que nos encanta por supuesto.
Pues ya nada, me guardo la receta porque si que me has antojado jaja
Besitos!!
Hola Cuca!! Pues a mí me encanta el chocolate blanco, creo que es mi preferido, pero también lo es el chocolate con leche y el negro, ja, ja, me encantan todos!! Pero sí es verdad que tengo cierta predilección por el blanco. Yo también tengo congeladas unas cuantas cerezas en el congelador y deshuesadas porque este verano me dió por hacerme unos batidos con fruta congelada para que el batido me quedara bien frío.
ResponderEliminarCreo que los grumitos blancos no es del chocolate sino de la harina. Parece que se disuelve cuando la mezclas con los demás ingredientes líquidos pero si no te das cuenta le quedan grumos. Suele pasar cuando esté tipo de pastel lleva leche o nata y harina. A mi me pasó pasó lo mismo en mi pastel de uvas y eso que era la segunda vez que lo hacía y la primera vez me quedó bien. Aún así el pastel se ve delicioso, me encanta como te ha quedado y la combinación de las cerezas con el chocolate blanco es muy buena.
Y ya veo que para la semana que viene tienes cosas que contarnos, ahora, entonces, tienes más tiempo para Lara, qué bien. Besitos.
Pues gustosamente me llevo el trocito que me pertenece y me lo como virtualmente mientras te escribo, he de decirte que el chocolate blanco no me vuelve loca, prefiero todos los demás, pero con esas cerezas y si tu lo dices, yo me lo creo que estará delicioso!! Voy a echar un vistazo en mi congelador que me parece que yo también tengo algunas cerezas congeladas y entonces lo pongo en practica.
ResponderEliminarUn beso
No se de donde sacas tiempo, Lara, trabajo, cocinar para retos y ademas escribir un libro en cada entrada,ja,ja,ja.
ResponderEliminarY tu me dices de mis fotos... pues las tuyas están preciosas. Yo no soy de tartas con frutas, pero he de reconocer que esta tiene muy buena pinta.
Un beso de maricacharros.
Hola Cuca
ResponderEliminarAunque no me gusta nada congelar, a veces es imprescindible, tambien tengo algo congelado para el reto de Marisa, espero que me de tiempo.
Esta tarta me parece un manjar y es que el chocolate blanco le tiene que dar un sabor maravilloso, y las cerezas son unas de mis frutas favoritas.
Me llevo un trocin.
Besinos
El toque de Belén
Yo presiento tu tarta deliciosa, lástima no poder llevarme un trocito. Hace tiempo me gustaba más el chocolate blanco que el negro o con leche, ahora como lo que me echen con gran placer y sin distinciones. El contraste de sabores de la fruta y el chocolate siempre me ha parecido delicioso y aunque quizá la tarta no sea bella a la vista, el corte es muy apetecible, la puesta en escena preciosa y las fotografías te han quedado geniales. Seguro que es una tarta que sorprende al primer mordisco y para muy bien y eso es lo que cuenta.
ResponderEliminarJeje, mi señor marido también piensa que recojo mierdas, si no lo dice de palabra, la expresión de su cara le delata sin sombra de duda.
Un beso
Cuca querida, estoy segura que esta tarta te servirá de maravillas para el reto y, por estos lares del planeta, nos viene como anillo al dedo para utilizar las cerezas que empiezan temporada (bueno, en realidad, la han iniciado en octubre y durará hasta febrero, haciendo un recorrido por distintas provincias que las producen, de norte a sur del país, mejorando en calidad y sabor al ir pasando los meses y variando la geografía). Además, cerezas y chocolate blanco se llevan de maravillas.
ResponderEliminarSi bien a mí tampoco me vuelve loca el chocolate blanco, debo reconocer que con ciertos ingredientes parece que hubieran nacido los unos para los otros; ese es el caso con las cerezas. Y como también pertenezco al club C.V.C.Q. (sección Sudamérica. Creo haber leído por allí que en algún momento organizaremos un gran encuentro mundial en Copenhague o algo así…) tu propuesta me ha dado ganas de salir corriendo a comprar cerezas para prepararla ya mismo porque se ve tentadora a más no poder. Además, me encanta el toque rústico-caprichoso que le da la fruta que, aunque acomodemos mucho, termina estacionándose donde mejor se le ocurre durante la cocción :D
Un beso grande.
Has tenido una buenísima idea, eso de congelar el verano me ha gustado.
ResponderEliminarYo tengo un arcón en el pueblo, tan abarrotado, que muchas veces ya ni me acuerdo lo que he podido meter en él.
No he congelado cerezas pero sí tengo muchas moras congeladas y también e intentado extenderlas, veremos cuando trate de rescatarlas como estarán.
Tu tarta, en lugar de cerezas, creo que también podría quedar muy rica con moras, me está diciendo ¡cómeme!
Gracias por compartir la receta.
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
Las cerezas además son de las frutas que para mi mejor se congelan! Y veo que les ha sacado mucho partido con esta tarta!
ResponderEliminarLo que comentas del chocolate blanco con las bolitas que se forman por la grasa suele pasar con muchas marcas pero por experiencia si te puedes hacer con el de la marca Valrhona verás que no te pasa :o)
Besos y feliz fin de semana,
Palmira
Cuca esta idea me parece muy rica, aunque nunca he intentado realizar una receta similar con chocolate blanco, las veces que he utilizado el chocolate blanco en pasteles o con los muffins de moras, lo que hago es dejar algunas monedas caer entre la masa, pero no lo derrito, como para encontrarme algun tropezón en un mordisco. Y ya las veces que descubrí el potencial de este chocolate fue el el mousse de yogur y limonaria (una cosa locaaaa de rica, que aunque yo no soy de este tipo de postres, te digo que ese me dejo por las nubes, una cosa brutal). Y la otra manera en que lo he utilizado es en ganache para decorar algun naked cake.
ResponderEliminarPues esa sinceridad que te caracteriza me encanta, para tener en cuenta, por acá el verano va pisando fuerte, yo que ando entre otoño y primavera-verano me encanta ver esta receta con esos visos del verano y del otoño, las fotos con aquellas hojas en medio de esa rica tarta, me gusta mucho. Un aporte dulce muy rico para el reto de Marisa, que no entro en él porque simplemente haría trampa :)
Me llevo un trocito, que me recordará por el color que tiene el suave sabor del chocolate blanco (que quizás se haya convertido un poco en sabor a dulce de leche).
un besito para ti y buen fin de semana
Yo, sin embargo, sin ser mucho de dulce me gustan todos los chocolates, aunque no los como, los pruebo, jjj, así no me cansan ni por amargos ni por empalagosos. El contraste ácido-dulce ha triunfado en tu tarta y eso es lo que cuenta. Decir que te ha quedado bien bonita es la verdad. Os envío muchos besos.
ResponderEliminarHola Cuca! Pues a mi me gusta mucho el chocolate blanco en los postres, les da un toque suave y dulzón que solo consigues con él y me chifla! Combinado con fruta llegas al postre perfecto, con las frambuesas es divino y creo que con cerezas ya no cabe duda que también! Tu tarta (por muy fea que nos la pintas jaja) yo la veo estupenda, qué más da los bultitos y que las cerezas se hayan movido, así vemos una tarta rústica jeje y a mi me encanta! Además si no nos lo dices, no nos hubiéramos dado ni cuenta... El corte se ve delicioso!
ResponderEliminarA ver si me pongo las pilas yo también para el reto, ya tengo la receta hecha pero tengo que escribirla, mañana me pongo a ello y a ver si la puedo publicar el martes que ya quedan menos días ;).
Un besote fuerte! Feliz finde!
La verdad es que lo único que congelo todos los años son fresas, cerezas no he congelado nunca. Así que probaré el año que viene, aunque este año las que había nos las zampamos todas.
ResponderEliminarMe pasa como a ti: el chocolate blanco no me hace mucha gracia, pero en varios postres que he preparado, como el pastel de queso japonés, sí que me gusta el toque que da, siempre que no sea una excesiva cantidad.
En cuanto a tu tarta, me parece estupenda. El puntito ácido de las cerezas se compensa con el dulzor del chocolate blanco, y tiene que estar riquísima. Y la presentación, aunque digas que está fea, a mí me encanta, me parece muy bonita y de estilo rústico.
Un beso, guapa.
Si que es complicado trabajar con el chocolate blanco...a mi me hace agotar la poquita paciencia que tengo, jijiji. Debo confesar que jamás se me ocurriría congelar cerezas, más que nada porque las devoro en un abrir y cerrar de ojos. ¡Me encantan!, y como la temporada es tan corta aprovecho para devorarlas :)
ResponderEliminarPero tomo nota de tus consejos porque nunca se sabe. A tu tarta le doy un 10 :)
Estoy contigo al cien por cien respecto al chocolate blanco, no me gusta nada, lo noto oleoso y no lo compro ni por casualidad, claro que antes noo me gustaba el chocolate negro y ahora es mi preferido. En cuanto a lo de congelar frutas yo lo único que congelo son las frambuesas para al final de la temporada poder hacer unos frascos de mermelada, si las tuviera que utilizar para decorar no me servirían pues me quedan chafadillas. Bueno me dejo de rollo, te ha quedado una tarta muy bonita y seguro que deliciosa, Un besote
ResponderEliminarHola Cuca!! pues a mí me parrece espectacualar. Debe estar riquísima. Mi marida perderái el sentío por ella, pues le pierde el choco blanco. la combinación es de lo más acertada y tú la has bordado, para ests menesteres eres experta. Marisa estará loa d contenta y to también me llevo mi trozo!! Un beso preciosa! por cierto, he visto a Lara en Instagram, está para comérsela a besitos!!!
ResponderEliminarHola corazón! Que buena pinta tiene... a pesar de todos los inconvenientes que nos has contado con el chocolate. .. yo lo veo muy bien... y seguro que está deliciosa... A mi me ha parecido una idea genial... porque me gusta el chocolate en todos los sentidos jajaaa. .. lo que si es cierto. . Que no todas las marcas de chocolate blanco me gustan... solo hay dos que suelo utilizar para según que postres y me dan buen resultado. ..
ResponderEliminarEspero que el año que viene me acuerde de este reto tan original y pueda participar con vosotras... porque este se me olvidó por completo... 😄
Un beso mi niña!!
Hola guapa !
ResponderEliminarYo solo congelo arándanos para utilizar luego en los postres , pero he de reconocer que la magia de comerlos en fresco se pierde un poco . No obstante , es una opción estupenda para darse un capricho fuera de temporada .
El chocolate blanco tampoco es de mis preferidos , pero la combinación de esta tarta creo que debe ser sublime y si no es muy dulce, mejor que mejor.
Un abrazo preciosa .
Qué buena pinta tiene seguro que está muy rica. Qué buena idea la de congelar las cerezas y así disfrutarlas durante más tiempo... Besos
ResponderEliminarPintón el de tu tarta, me recuerda, como bien dices a un calafoutis, pero mejorado con la incorporación del chocolate. Yo también soy de las que congelo casi todo, curiosamente hace un mes que congelé las primeras "nueces de leche" que recogí. y así con almendras de leche y demás...me encantan los frutos secos pero cuando todavía no se han hecho del todo y como los primeros dientes,son de leche. Tengo familiares con huerto ecológico y no veas la de guisantes, judias, calabazas y calabacines que congelamos. Lo de que se pegue tanto la tarta es un poco fastidioso pero no necesariamente algo que nos quite las ganas de mover las mandíbulas con un trocito dentro.
ResponderEliminarHola Cuca, menuda pinta tiene esa tarta, la combinación de las cerezas con el chocolate blanco tiene que ser exquisita.
ResponderEliminarA mí el chocolate blanco me encanta, el que no me va es el chocolate negro, me resulta muy amargo, de todas formas no soy muy de comer chocolate en tableta, ahora sí, dame una tableta de turrón Suchard y verás lo que tarda en desaparecer jaja, estamos aún en noviembre y ya me he zampado dos tabletas.
Sobre la combinación sesión de fotos y niños, cómo te entiendo, yo aprovecho también la siesta de Guille para hacer las fotos del blog, porque con él rondando no hay manera, empieza a cogerme las cosas y como la receta sea de un bizcocho se lo quiere comer jajaja.
Un besazo guapa.
Me ha encantado la receta Cuca!!!!!!!!! la verdad es que la presentación y el corte de la tarta es sublime... antojazo máximo!!!!!!!! Todo lo que comentas sobre el chocolate blanco lo comparto, mira que yo soy chocolatera, pero este en concreto... no... no le encuentro yo su aquel...
ResponderEliminarPero la combinación que nos describes la encuentro irressistible la verdad.
Un besote
Y por qué no Cuca ???
ResponderEliminarPegarse un capricho y publicar una receta fuera de temporada solo lo pueden hacer las grandes ... y tú lo eres !!!
Receta que va para la carpeta de verano.
Un abrazo
Miguel
lareposteriademiguel.com
Muy buenas Cuca¡¡ por fin encuentro tiempo para entrar en tucocina, ya era hora, menudo atraso llevo con todo. Tal y como voy yo ahora como que no me preocuparía si la fruta estuviese fuera de temporada, que quieres que te diga, con la pinta que tiene eso no es problema, las guardamos y listo. La tarta se ve con un corte estupendo, como tu dices las cerezas te han quedado muy repartidas, es un lujazo de tarta.
ResponderEliminarPor cierto, conmigo no hay problema por el chocolate, no le hago ascos a ninguno, me gustan todos, desde el más negro hasta el más blanco, jjeje.
Un besazo.
La verdad es que nunca he congelado fruta siempre he hecho mermelada, aunque la verdad con la edad cada dia como menos dulces, creo que si tienes sitio puedes tener congelado un monton de cosas y tirar de ellas, yo como cocinilla los pimientos y calabacines, berenjenas no me faltan, hablando de esta tarta me parece que tiene una pinta estupenda, con ese chocolate que como dices es demasiado dulzon y las cerezas un bocado que no me importaria probar,cuando la tarta se me pega en el blog de Macu hablaron de mojar papel de cocina la verdad es buena tactica, si es para ponerlo por ese lado queda con los plieges pero para esta es ideal sale entera, lo que no se es como esteis asi de bien comiendo tanta tarta, yo no se que hacer para perder un gramo, besitos a Lara, nos vemos.
ResponderEliminarHola Cuca, me parece fantástica tu propuesta con las cerezas. Mira que ahora es complicado encontrarlas y esta es una opción ideal. Tengo ganas de probar la tarta y más llevando chocolate blanco, que no se que tiene que me enamora. Te ha quedado genial, se ve una delicia, un beso!!
ResponderEliminarHola, Cuca, cielo. Resulta muy interesante poder hacer algo con productos fuera de temporada gracias a haberlos comprado en su momento y congelado. Si bien es cierto que en mi blog se puede ver perfectamente que soy más de dulce, no dejo de reconocer que un trocito de tu tarta me comería. De todas formas, coincido plenamente contigo, el chocolate blanco me empalaga sobremanera. Aun así, creo que voy a darle una oportunidad haciendo tu postre. Me alegra mucho que al final pudieras sacar las fotos, porque te han quedado preciosas, como siempre. Chiquilla, qué arte tienes; no sé de dónde sacas tanto tiempo.
ResponderEliminarUn besazo y feliz semana, guapa.
HOla Cuca!! que bien sienta comer fruta fuera de su temporada jajaja, parece que se saborea más y mejor!! y si la preparas asi, con este pedazo de tarta, y con chocolate blanco... es ya para ponerte un busto en una rotonda bien grande!! el chocolate blanco es mi debilidad, y me parece el contrapunto perfecto a la cereza , una maravilla de tarta
ResponderEliminarQué delicia de tarta!!! La pinta es espectacular y me imagino de sabor, riquisima.
ResponderEliminarBesitos guapa
Cuca , que tarta mas rica y además con cerezas , hoy también edite yo una con chocolate blanco , pero sin cerezas , me llevo un trocito de la tuya jaja
ResponderEliminarbesinos
La verdad es me encanta el preparar fruta en conserva o congelarla para cuando no la tengamos en el mercado a mano, con tu permiso me llevo una porción de esa tarta tiene que estar de lujo, besos
ResponderEliminarSofía
Bien Cuca por esos productos de temporada en la cocina y por no intentar no usar el congelador que tanto recurso natural se lleva :-((((
ResponderEliminarYa sabes lo que se dice que el Planeta no es herencia de nuestros padres si no un préstamo de nuestro hijos.
Una tarta bien buena te ha quedado.
Un saludito
Esta si que me encanta Cuca, el chocolate blanco me chifla y las cerezas también. No te lo creerás pero nunca he congelado fruta, siempre pienso que se van a estropear, a hacerse blandas o negras, pero viendo vuestras explicaciones lo voy a intentar. Me apetece mucho participar en este reto de Marisa, así que ya me veo este verano congelando fruta... Como no puedo comer mucho dulce me llevo el trocito que has cortado que tiene que estar riquísimo!!!
ResponderEliminarUn bst guapa.
Pero que buena...hay que pobarla!!
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