Flan sin horno de turrón de yema tostada en Monsieur Cuisine

Primera receta del verano y aquí vengo yo cargadita de turrón para hacer este delicioso flan.

 

Soy peor que El Corte Inglés en lo que a adelantar la campaña navideña se refiere. Aunque en realidad me hallo inmersa en un intento de limpieza y vaciado de armarios que nunca consigo culminar.

 

Aunque el inicio del verano no haya sido especialmente prometedor en lo que a temperaturas se refiere lo cierto es que el cuerpo va pidiendo postres fresquitos porque la canícula está a la vuelta de la esquina.

 

Que nadie se sofoque, que el calor vendrá. Y nos sobrará. Como sucede año tras año.

 

 

Yo sinceramente agradezco esta bajada de temperaturas que hace menos penoso trabajar por la tarde (aunque estoy a un tris de comenzar con mi horario estival) y no tengo prisa alguna por darme un chapuzón en la piscina.

 

Rarezas del tiempo aparte es época de postres fresquitos, y si me apuráis fáciles de preparar. Y sobre todo rápidos.

 

Nadie quiere empadronarse en verano en la cocina. El calor nos vuelve demasiado perezosos.

 

 

Así este postre se convierte en el ideal porque necesita de muy pocos ingredientes, se prepara en un abrir y cerrar de ojos y además nos permite dar salida a los restos navideños que el que más el que menos siempre tiene.

 

He de confesar que la pasada navidad yo me porté muy bien y no compré turrón, pero hasta mis armarios han llegado varias tabletas. Algunas donadas porque en sus respectivos hogares no sabían qué hacer con ellas y otras fruto de un par de sorteos que he ganado en las últimas semanas.

 

Está más que claro que el universo no quiere con las baldas de los armarios despejadas.

 

Y nada se me ocurre más fácil de preparar que un flan para darles salida.

 

 

Y encima sin horno.

Y para subir la apuesta tiro de robot de cocina.

Y como colofón estreno molde que llevaba mil en el armario.

¿Que no se puede pedir más?

Sí. Se puede.

Que esté rico.

¡Y está para ponerle un piso!

 

 

Ligero no es, pero es que eso sería tenerlo todo.

Y ahora llegas tú y dices ¡pero si no tengo robot de cocina! Pues también se puede hacer de manera tradicional ¡y te lo explico en el paso a paso! 

 

Aquí nadie se queda sin probar este postre en casa por cuestiones técnicas.

 

¿Que tampoco tienes flan de turrón de yema? Pues utiliza cualquier otro que tengas: de Jijona, de chocolate, de cacahuete... 

 

 

 

Rebusca al fondo, que seguro que algo encuentras.

 

Y si no encuentras te guardas las ganas y la receta y te esperas a encontrar turrones en las estanterías del supermercado cuando llegue el mes de Octubre ¡tampoco falta tanto! 

 

El resultado es un postre muy cremoso, nada empalagoso y que entra que da gusto tan fresquito.

 

 

Me gusta mucho el contraste entre la yema tostada y el caramelo.

 

Pero como sabéis soy de poner muy poca cantidad para caramelizar el molde porque considero que un toque es más que suficiente porque en caso contrario el caramelo consigue encubrir y enmascarar el resto de sabores y eso no me gusta.

 

De hecho cuando era pequeña decía que los flanes no me gustaban. Y en realidad lo que no me gustaban eran esos flanes industriales que tenían un dedo negro como la noche y amargo como la bilis.

 

¡Qué cosa más horrible por favor! Y mira que yo era de buen diente.

 

 

 

Es una receta facilísima, bastante versátil y adaptable según los gustos de cada casa o lo que se tenga en esos momentos en el armario y que puede por tanto dar mucho juego.

 

Espero que os animéis a prepararlo ¡y sobre todo que me contéis vuestras impresiones! 

 

¿Alguien se anima a compartir un trozo?

 

 

Ingredientes:

* 1, 400 litros de leche

* 2 tabletas de turrón de yema tostada (200 gramos cada una)

* 40 gramos de azúcar

* 50 gramos de caramelo

* 3 sobres de preparado para cuajada

* Caramelo líquido para el molde

Elaboración:

1. En el vaso del robot de cocina ponemos el azúcar y el turrón troceado junto con un chorro de leche y programamos 30 segundos a velocidad progresiva 2 -5 -7

2. Abrimos la tapa, bajamos los ingredientes de las paredes del vaso, añadimos el caramelo y el resto de la leche hasta completar los 400 ml y programamos otros 30 segundos a velocidad progresiva 3 - 4 -5

3. Volvemos a abrir, bajamos los restos, añadimos el contenido de los tres sobres y el litro de leche restante y programamos 14 minutos, velocidad 3 100 C

4. Mientras caramelizamos el fondo del molde que vayamos a utilizar y una vez finalice vertemos la mezcla en él. 

5. Cuando se enfríe cubrimos con film transparente y dejamos en la nevera para que termine de cuajar bien. Antes de servir desmoldamos.

 

Modo tradicional:

 

1. Reservamos un vaso de leche y desleímos el contenido de los sobres de preparado para cuajada. 

 

2. Trituramos el turrón, o lo picamos muy fino y lo ponemos en una cazuela junto con el resto de la leche, el caramelo líquido y el azúcar a fuego medio.

3. Removemos con frecuencia hasta que esté a punto de romper a hervir

4. Retiramos del fuego, añadimos la leche con el preparado de cuajada disuelto, removemos bien y volvemos a poner al fuego hasta que rompa a hervir. Mantenemos cuatro o cinco minutos en el fuego, retiramos y vertemos en nuestro molde.

Un postre súper facilito, que se puede preparar con antelación y que queda muy vistoso.

¡No se le puede pedir más! 

Como es una receta de aprovechamiento va una semana más al reto 1+/-100 desperdicio cero de mi amiga Marisa, en el que como siempre os invito a participar y cuanto menos a echar un vistazo.

Como os adelantaba en mi entrada de la pasada semana este lunes recibí mi primera dosis de la vacuna contra el Covid.

Me han vacunado con Pfizer, así que el día 12 repito pinchazo.

Me fue bien. Pasadas unas horas notaba una pequeña molestia en el brazo, como cuando te das un golpe o aparecen agujetas. No era constante, sólo si tensaba mucho el brazo. En menos de 24 horas había desaparecido. Pero no ha sido nada diferente a cuando he recibido otras vacunas (por ejemplo las de la tosferina durante los embarazos) ni me he notado más cansada que de costumbre.

Primera prueba superada. Ahora toca ver cómo reacciona este cuerpecito serrano a la segunda dosis que me pillará en los peores días de las liquidaciones trimestrales. En nada os cuento.

Estamos un pasito más cerca de ver la luz al final del túnel pero no entiendo la prisa que ha entrado de repente por relajar las medidas cuando aún nos queda mucho por hacer.

No quiero calentarme, pero me da rabia que cuando damos un paso hacia delante se nos ocurra dejar hacer el idiota al personal (más de lo que ya lo hacen muchos) para acabar dando diez pasos atrás y fastidiando a los que desde el primer día acatamos (encontremos o no la lógica) y actuamos con la mayor de las prudencias posibles.

Como no quiero entrar en polémicas voy a dar por zanjado el tema y me despido reiterando mi eterno agradecimiento por vuestra fidelidad y amistad aún en mis ausencias.

Nos leemos el jueves próximo.

Manos a la masa y ¡bon appétit!