Roscón de Reyes con aceite de oliva
Llega el momento de sacar el Roscón y a las luces navideñas le quedan las horas contadas para seguir brillando.
Jamás he visto una fiesta que levante tantas pasiones encontradas. Deseamos tanto que llegue la navidad como que pase rápido. Se nos hace eterna su llegada y a la par se pasa volando. No vemos el día de sacar los adornos navideños y algunos no esperan ni al día 6 para quitarlos mientras en otras casas llega casi finales de mes y siguen puestos por pereza...
En mi caso la afronto según me pille el humor aunque ya os adelanto que mucho espíritu navideño no tengo nunca. Me gusta el día del sorteo de la lotería de Navidad, porque siempre me trae buenos recuerdos y no porque tenga la esperanza de que me vaya a tocar nada, y me gusta el día de la Cabalgata. En este caso quizá sea por el ambiente y el bullicio que se respira en las calles, porque viene acompañado del Roscón o tal vez sea porque en el fondo sé que ya se acaba todo y guardamos el espíritu (a veces un poco falso y denostado, como los adornos de los chinos) hasta el año próximo.
De aquí a unos días, cuando pase este exceso de gastos, brillos, reuniones, comidas opulentas, cotillones y resacas, regalos de última hora, colas interminables para comprar y devolver, frigoríficos atiborrados de sobras que nos alimentan diez días, dulces que comienzan a rodar por la cocina y a ponerse duros como piedras y básculas que se han averiado junto a ropa que misteriosamente ha encogido en un par de semanas también nos olvidamos de los propósitos de año nuevo (que yo ya no hago, aunque en realidad tampoco es que haya hecho muchas veces) y seguimos con esas vidas que dejamos en suspenso a principios del mes de diciembre.
Empiezo el año bloguero siguiendo con las buenas costumbres y vengo acompañada de un delicioso Roscón de Reyes recién salido del horno.
El año pasado la blogosfera se inundó con esta versión del tradicional postre del día de Reyes que compartió Belén de Cupcakes a gogó en su blog y que llegó a los hornos de muchísimas compañeras que no dudaron en compartir tan magnífica receta.
Yo que no tengo mal ojo para las cosas buenas lo dejé bien fichado y tenía clarísimo que era el que iba a preparar este año. En realidad mi idea era "ensayarlo" un poco antes para así además poder preparar la entrada con tiempo pero entre unas cosas y otras lo he tenido que preparar estos días con el tiempo justo para llegar a la publicación de hoy.
Si lo hubiera preparado con antelación me habría ahorrado algunas sorpresas. Debería haber empezado por leer directamente la receta de Belén que hace ciertas consideraciones acerca de los líquidos empleados y no me habría llevado la sorpresa de tener que añadir más harina porque los puse todos de primeras.
El tema del levado lentísimo no es culpa de nadie. Por lo pronto se me olvidó preparar la masa la noche previa (como os he comentado en otras ocasiones soy de hacer la masa por la noche y dejarla levar hasta la mañana siguiente. Se ahorra uno bastantes nervios y esperas) y la mañana que la hice, además de ser tremendamente fría, no estuve trasteando en la cocina y no estaba tan calentita como de costumbre y tardó casi ocho horas en el primer levado y otras cinco en el segundo.
Así que ahí estaba yo trasnochando para dejar el roscón horneado porque no me fiaba de qué iba a encontrar si lo dejaba levando toda la noche.
Pero en cuanto lo horneas y abres la puerta, el aroma que te recibe (la bofetada de calor la obviamos) hace que se te olviden todos los males pasados y sabes que la receta ha merecido la pena.
Cuando lo tocas y ves que es tan blandito ni te acuerdas de las horas de levado.
Y cuando puedes cortarte un trozo (porque en casa de una bloguera las recetas no se pueden atacar de manera inmediata y hay que esperar unos tiempos, y no precisamente de enfriado, sino de fotografiado) y lo saboreas te olvidas hasta de tu nombre.
Es un roscón muy tierno y esponjoso (los dos primeros días aguanta perfectamente y a partir de ahí comienza a perder esponjosidad pero no se pone como una piedra) y tiene un sabor exquisito a Roscón de los buenos, no de esos industriales que venden por dos duros en cualquier supermercado estos días.
El AOVE no se nota en el sabor y os aseguro que yo utilizo uno puro, fuerte e intenso que para eso es de cosecha propia. Me ha gustado muchísimo el resultado y os aseguro que no va a ser la única vez que lo utilice en las masas dulces y mucho menos en mis roscones caseros.
He hecho pocos cambios con respecto a la receta original. El más evidente ha sido sustituir el azúcar por miel. Aparte de que me parece un poco más sano ayuda mucho a que la masa se mantenga tierna y esponjosa más tiempo siempre y cuando sea una miel de calidad y no esas mieles baratas (a veces no tanto) que venden en muchos supermercados, sin indicar claramente su origen (generalmente vienen de China) y que incluyen más azúcares que miel.
Me costó un poco darle forma y con el miedo de que se quedara sin agujero al levar y hornear lo he dejado más alargado de lo que me gusta (prefiero los roscones más redonditos). Es lo que pasa cuando llevas todo el día alrededor de algo y encima quieres que quede bien o te ves sin receta para la primera semana del año.
De todas formas, darle una forma perfecta al roscón es bastante complicado y me hace falta preparar muchísimos más para que quede tal y como a mí me gusta, eso por no contar que como cada año preparo una receta la masa no se maneja igual y es como enfrentarte por primera vez a esta tarea.
Pero estoy muy contenta porque está muy rico y no podía dejar de compartirlo con vosotros y animaros encarecidamente a que lo hagáis en casa.
Lo sé. Las masas pueden dar mucho miedo y echar un roscón al carro de la compra en el supermercado es tremendamente sencillo y tentador, pero os aseguro que una vez probáis uno casero los industriales nunca más os sabrán igual.
Y aunque no os quede perfecto es vuestro roscón y sabéis lo que lleva en la masa (además de mucho cariño y tesón)
Por supuesto podéis abrirlo por la mitad y rellenarlo de lo que más os guste ¡cuando se haya enfriado! porque es muy frágil en caliente y porque no hay relleno que aguante con dignidad el calor de una masa. Os aseguro que desde que lo hago en casa me he aficionado a no rellenarlo porque me gusta disfrutar del él sin necesidad de agregarle nada más.
Así además le ofrezco a uno que yo me sé la posiblidad de poner su trozo a rebosar de lo que más le apetezca (generalmente una capa generosa de crema de cacao ante la falta de su eternamente amada crema pastelera. Y no es que tenga la receta mucho misterio pero sinceramente creo que a estas alturas de la fiesta (y nunca mejor dicho) no estamos en disposición de sumar un puñado de calorías más sino más bien todo lo contrario)
Si optamos por ponerle relleno debemos ser conscientes de que nuestro roscón va a necesitar conservarse en el frigorífico y deberemos evaluar si hay o no espacio suficiente (os aseguro que el mío está a rebosar de restos de las cenas navideñas con los que nos estamos alimentando estos días y no cabe un triste yogur) salvo que seáis muchos para desayunar o merendar en cuyo caso no sobrarán ni las migas.
La decoración del roscón es a gusto de cada uno. Personalmente no me gusta demasiado con la fruta escarchada (de hecho cuando los compraba industriales solía quitársela) y las almendras laminadas tampoco acaban de hacerme tilín. Así que aprovechando una bolsa de azúcar perlado que tenía abierta (y que va a ser casi eterna porque rinde un montón) lo he coronado a base de bien con perlitas de azúcar que además son muy sencillas de quitar si no te gustan.
Pero vosotros tirad de imaginación y de fondo de armario y preparad un roscón al gusto de vuestra casa.
Creo que poco más me queda por deciros, las imágenes de ese interior hablan por sí solas y si os animáis a hacerlo en casa creo que los Reyes os van a dejar más regalos aún si encuentran un buen trozo esperándolos para reponer fuerzas.
Ya lo toméis al regreso de la Cabalgata la noche del día cinco, en el desayuno del día de Reyes o como merienda ese mismo día lo importante no es el momento, sino disfrutar de una receta rica hecha con cariño y compartida en familia (y ya si lo acompaña un buen chocolate es la traca final que merecen las navidades ¿o no? y la dieta ya para el lunes)
Como siempre tengo un trocito para compartir con vosotros y dar comienzo al año repartiendo calorías ¡y mucho cariño! ¿A quién le sirvo primero?
Ingredientes:
Jamás he visto una fiesta que levante tantas pasiones encontradas. Deseamos tanto que llegue la navidad como que pase rápido. Se nos hace eterna su llegada y a la par se pasa volando. No vemos el día de sacar los adornos navideños y algunos no esperan ni al día 6 para quitarlos mientras en otras casas llega casi finales de mes y siguen puestos por pereza...
En mi caso la afronto según me pille el humor aunque ya os adelanto que mucho espíritu navideño no tengo nunca. Me gusta el día del sorteo de la lotería de Navidad, porque siempre me trae buenos recuerdos y no porque tenga la esperanza de que me vaya a tocar nada, y me gusta el día de la Cabalgata. En este caso quizá sea por el ambiente y el bullicio que se respira en las calles, porque viene acompañado del Roscón o tal vez sea porque en el fondo sé que ya se acaba todo y guardamos el espíritu (a veces un poco falso y denostado, como los adornos de los chinos) hasta el año próximo.
De aquí a unos días, cuando pase este exceso de gastos, brillos, reuniones, comidas opulentas, cotillones y resacas, regalos de última hora, colas interminables para comprar y devolver, frigoríficos atiborrados de sobras que nos alimentan diez días, dulces que comienzan a rodar por la cocina y a ponerse duros como piedras y básculas que se han averiado junto a ropa que misteriosamente ha encogido en un par de semanas también nos olvidamos de los propósitos de año nuevo (que yo ya no hago, aunque en realidad tampoco es que haya hecho muchas veces) y seguimos con esas vidas que dejamos en suspenso a principios del mes de diciembre.
Empiezo el año bloguero siguiendo con las buenas costumbres y vengo acompañada de un delicioso Roscón de Reyes recién salido del horno.
El año pasado la blogosfera se inundó con esta versión del tradicional postre del día de Reyes que compartió Belén de Cupcakes a gogó en su blog y que llegó a los hornos de muchísimas compañeras que no dudaron en compartir tan magnífica receta.
Yo que no tengo mal ojo para las cosas buenas lo dejé bien fichado y tenía clarísimo que era el que iba a preparar este año. En realidad mi idea era "ensayarlo" un poco antes para así además poder preparar la entrada con tiempo pero entre unas cosas y otras lo he tenido que preparar estos días con el tiempo justo para llegar a la publicación de hoy.
Si lo hubiera preparado con antelación me habría ahorrado algunas sorpresas. Debería haber empezado por leer directamente la receta de Belén que hace ciertas consideraciones acerca de los líquidos empleados y no me habría llevado la sorpresa de tener que añadir más harina porque los puse todos de primeras.
El tema del levado lentísimo no es culpa de nadie. Por lo pronto se me olvidó preparar la masa la noche previa (como os he comentado en otras ocasiones soy de hacer la masa por la noche y dejarla levar hasta la mañana siguiente. Se ahorra uno bastantes nervios y esperas) y la mañana que la hice, además de ser tremendamente fría, no estuve trasteando en la cocina y no estaba tan calentita como de costumbre y tardó casi ocho horas en el primer levado y otras cinco en el segundo.
Así que ahí estaba yo trasnochando para dejar el roscón horneado porque no me fiaba de qué iba a encontrar si lo dejaba levando toda la noche.
Pero en cuanto lo horneas y abres la puerta, el aroma que te recibe (la bofetada de calor la obviamos) hace que se te olviden todos los males pasados y sabes que la receta ha merecido la pena.
Cuando lo tocas y ves que es tan blandito ni te acuerdas de las horas de levado.
Y cuando puedes cortarte un trozo (porque en casa de una bloguera las recetas no se pueden atacar de manera inmediata y hay que esperar unos tiempos, y no precisamente de enfriado, sino de fotografiado) y lo saboreas te olvidas hasta de tu nombre.
Es un roscón muy tierno y esponjoso (los dos primeros días aguanta perfectamente y a partir de ahí comienza a perder esponjosidad pero no se pone como una piedra) y tiene un sabor exquisito a Roscón de los buenos, no de esos industriales que venden por dos duros en cualquier supermercado estos días.
El AOVE no se nota en el sabor y os aseguro que yo utilizo uno puro, fuerte e intenso que para eso es de cosecha propia. Me ha gustado muchísimo el resultado y os aseguro que no va a ser la única vez que lo utilice en las masas dulces y mucho menos en mis roscones caseros.
He hecho pocos cambios con respecto a la receta original. El más evidente ha sido sustituir el azúcar por miel. Aparte de que me parece un poco más sano ayuda mucho a que la masa se mantenga tierna y esponjosa más tiempo siempre y cuando sea una miel de calidad y no esas mieles baratas (a veces no tanto) que venden en muchos supermercados, sin indicar claramente su origen (generalmente vienen de China) y que incluyen más azúcares que miel.
Me costó un poco darle forma y con el miedo de que se quedara sin agujero al levar y hornear lo he dejado más alargado de lo que me gusta (prefiero los roscones más redonditos). Es lo que pasa cuando llevas todo el día alrededor de algo y encima quieres que quede bien o te ves sin receta para la primera semana del año.
De todas formas, darle una forma perfecta al roscón es bastante complicado y me hace falta preparar muchísimos más para que quede tal y como a mí me gusta, eso por no contar que como cada año preparo una receta la masa no se maneja igual y es como enfrentarte por primera vez a esta tarea.
Pero estoy muy contenta porque está muy rico y no podía dejar de compartirlo con vosotros y animaros encarecidamente a que lo hagáis en casa.
Lo sé. Las masas pueden dar mucho miedo y echar un roscón al carro de la compra en el supermercado es tremendamente sencillo y tentador, pero os aseguro que una vez probáis uno casero los industriales nunca más os sabrán igual.
Y aunque no os quede perfecto es vuestro roscón y sabéis lo que lleva en la masa (además de mucho cariño y tesón)
Por supuesto podéis abrirlo por la mitad y rellenarlo de lo que más os guste ¡cuando se haya enfriado! porque es muy frágil en caliente y porque no hay relleno que aguante con dignidad el calor de una masa. Os aseguro que desde que lo hago en casa me he aficionado a no rellenarlo porque me gusta disfrutar del él sin necesidad de agregarle nada más.
Así además le ofrezco a uno que yo me sé la posiblidad de poner su trozo a rebosar de lo que más le apetezca (generalmente una capa generosa de crema de cacao ante la falta de su eternamente amada crema pastelera. Y no es que tenga la receta mucho misterio pero sinceramente creo que a estas alturas de la fiesta (y nunca mejor dicho) no estamos en disposición de sumar un puñado de calorías más sino más bien todo lo contrario)
Si optamos por ponerle relleno debemos ser conscientes de que nuestro roscón va a necesitar conservarse en el frigorífico y deberemos evaluar si hay o no espacio suficiente (os aseguro que el mío está a rebosar de restos de las cenas navideñas con los que nos estamos alimentando estos días y no cabe un triste yogur) salvo que seáis muchos para desayunar o merendar en cuyo caso no sobrarán ni las migas.
La decoración del roscón es a gusto de cada uno. Personalmente no me gusta demasiado con la fruta escarchada (de hecho cuando los compraba industriales solía quitársela) y las almendras laminadas tampoco acaban de hacerme tilín. Así que aprovechando una bolsa de azúcar perlado que tenía abierta (y que va a ser casi eterna porque rinde un montón) lo he coronado a base de bien con perlitas de azúcar que además son muy sencillas de quitar si no te gustan.
Pero vosotros tirad de imaginación y de fondo de armario y preparad un roscón al gusto de vuestra casa.
Creo que poco más me queda por deciros, las imágenes de ese interior hablan por sí solas y si os animáis a hacerlo en casa creo que los Reyes os van a dejar más regalos aún si encuentran un buen trozo esperándolos para reponer fuerzas.
Ya lo toméis al regreso de la Cabalgata la noche del día cinco, en el desayuno del día de Reyes o como merienda ese mismo día lo importante no es el momento, sino disfrutar de una receta rica hecha con cariño y compartida en familia (y ya si lo acompaña un buen chocolate es la traca final que merecen las navidades ¿o no? y la dieta ya para el lunes)
Como siempre tengo un trocito para compartir con vosotros y dar comienzo al año repartiendo calorías ¡y mucho cariño! ¿A quién le sirvo primero?
Ingredientes:
* 2 huevos M (unos 100 gramos de peso entre ambos)
* 100 gramos de leche (a poder ser entera)
* 100 gramos de miel
* 15 gramos de agua de azahar
* 45 gramos de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
* La ralladura de una naranja
* 1 sobre de levadura de panadero
* 1 pellizco de sal
* 300 - 350 gramos de harina de fuerza
Para decorar
* Una cucharada de leche
* Azúcar perlado
* Un poco más de AOVE para manejar la masa
Elaboración:
1. Ponemos en la cubeta de la panificadora los ingredientes en el orden indicado (los huevos batidos como si fueramos a hacer tortilla y la miel, si por el frío está cuajada, la ablandamos previamente en el microondas) y programamos 30 minutos de amasado. En el caso de mi panificadora, que es la de LIDL, el programa de amasado (el 7 para la pasta) dura 15 minutos y lo pongo dos veces.
En un principio yo añadí 300 gramos de harina pero la mezcla era bastante líquida y puse 50 gramos más en el segundo amasado. Esto debéis ajustarlo según el tamaño de los huevos que le pongáis y el grado de absorción de la harina que utilicéis.
2. Cuando acabe el amasado ponemos una cucharada de AOVE en un bol amplio, lo pintamos bien con el aceite y con las manos impregnadas en él cogemos la masa (en caso contrario es pegajosa y no se maneja bien) la hacemos una bola y la ponemos en el bol.
La cubrimos con film transparente tocando directamente la masa y el bol lo cubrimos con un paño limpio y seco.
Dejamos levar al menos hasta que duplique su volumen.
3. De nuevo nos ponemos un poquito de aceite en las manos, sacamos la masa, la desgasificamos, amasamos ligeramente, hacemos un agujero en el centro y vamos dándole forma al roscón.
4. Lo colocamos sobre un papel de hornear o una lámina de silicona en el bandeja del horno y acabamos de darle forma. En el centro podemos poner algo (que se pueda meter al horno) para evitar que se cierre el agujero durante el levado y/o el horneado. En mi caso he utilizado dos flaneras grandes de metal.
5. Tapamos de nuevo con film transparente, y encima con un paño limpio y volvemos a dejar levar hasta que duplique su tamaño.
6. Una vez haya levado pintamos con una cucharada de leche (mantequilla o huevo, según vuestra preferencia) y espolvoreamos generosamente con azúcar perlado (o decorais a vuestro gusto)
7. Introducimos en el horno precalentado a 180º C y horneamos unos 25 minutos. En torno al minuto 12-15 es posible que ya esté dorado y entonces debemos cubrir con papel de aluminio, de hornear, de silicona... para evitar que se queme.
8. Una vez horneado dejamos templar en el horno unos minutos con la puerta entreabierta, sacamos con cuidado y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
9. Podemos tomar tal cual o abrir y rellenar a nuestro gusto.
Si no vais a rellenar el roscón pero queréis ponerle dentro el rey y el haba tiene que ser en el paso 3 o 4 antes de darle forma definita e introduciendo las figuritas en la masa por la parte que luego quedará en la base para que no se note nada a simple vista.
Para conservarlo cuando está completamente frío lo envuelvo en film transparente y a continuación en un paño de cocina limpio y seco y lo dejo a temperatura ambiente. Ya sea dentro del horno o en la encimera de la cocina según sitio libre tenga.
Como no lo relleno no necesita frío y tengo la sensación de que las masas caseras no son muy amigas del frigorífico porque este acelera que pierdan esponjosidad. Esa al menos es mi impresión.
Siempre nos queda la opción de trocearlo y congelarlo y en último caso mojarlo en la leche, tostarlo un poco o abrir y rellenar que es la opción favorita de mi señor esposo para que el relleno contrareste la pérdida de esponjosidad.
No quiero extenderme mucho en la primera entrada del año y deseo que hayáis pasado unas bonitas fiestas, que 2019 haya comenzado con el mejor pie posible y que vivais estos días que le quedan a la navidad con ilusión como cuando éramos pequeños.
Os quiero agradecer todos los mensajes y WhatsApp recibidos. Sé que muchos se me han quedado sin contestar pero el tiempo no me da para más. Eso no quiere decir que no los haya apreciado, es siempre alentador que la gente se acuerde de ti.
Sed muy felices y nos leemos la semana próxima.
Manos a la masa y ¡bon appétit!
Feliz Año Nuevo tengas Cuca. Ya sabes que soy poco atrevida con la repostería en general y las masas en particular, por eso es ver tu obra de arte plasmada en este roscón y se me van los ojos. Presagia unos buenos Reyes, un desayuno dulce y una merienda con café entre los más allegados. Lo encuentro una hermosura y no dudes que le pellizcaría un buen cacho.
ResponderEliminarUn beso.
DElicoso, y me gusta mucho poder sustituir la mantequilla por aceite de oliva, un beset
ResponderEliminarFeliz año nuevo Cuca!! Ohhhh, ya sólo nos queda el roscón!! A mi me encantan las Navidades, mis días preferidos son el día de Navidad y la noche de reyes, pues son los días que pasó con mi familia y como somos tantos lo pasamos muy bien. Ahora estoy apurando los últimos días sin ganas de que pasen. Además, este año mi marido ha tenido vacaciones esta semana entera y estamos en una pequeña escapada de unos días muy navideña que hemos hecho. Así me pasó ayer, que dejé mi publicación programa y no se publicó, ja, ja. Menos mal que una seguidora del blog a las diez de la noche me dijo que porqué no había publicado y lo hice desde el móvil. Sí es que no puedo salir de casa, ja, ja!!
ResponderEliminarY otro año más me quedo sin hacer roscón, siempre sucede algo para que yo ese día no tenga un roscón casero, así que me conformo con el tuyo que la pinta es tremenda y se ve tierno, tierno. Qué rico!! Creo que me merezco el trozo mas grande que tengas. Besitos y que te traigan muchas cosas los Reyes magos.
Feliz Año Nuevo Cuca!!
ResponderEliminarPensaba que ya estabas de parto jeje
Como bien dices las fotos hablan por si solas.
Nunca he hecho un Roscón y no sé por que, ya que en este país no es común y a España ya llevo tres Navidades que no voy. Bueno... a ver si algún año me animo.
Besos y Feliz Reyes!!
Yo celebro la cabalgata como punto final al desparrame y despiporre de la navidad, los turrones, las tartas, las comidas pantagruélicas... trocito de roscón, tazón de chocolate y ya lo siguiente es ramita de apio xD
ResponderEliminarEsta versión con aceite me gusta, algo más sana que con mantequilla ya es!
Feliz Año Nuevo, Cuca!!! Qué pintaza este roscón!!! De buena gana me tomaba ahora un trocito con el café. Un abrazo y mi mejores deseos para este año 2019.
ResponderEliminarYo porque nos cuentas tus encontronazos en la elaboración del roscón, pero así y todo le veo divino!!!!
ResponderEliminarLas luces si que no van nada conmigo ;-)))
Un saludito
Vaya roscon mas rico , mi trozo me lo tomo con mucho gusto besitos
ResponderEliminarTe ha quedado sensacional!!!. Me quedo con muchas ganas de comer un trocito...ñam, ñam...Que tengas un gran año, de corazón. Besines!!!
ResponderEliminarHola Cuca, hace tiempo que no compro roscones, los hago en casa y nada tienen que ver con los del super.Antes los compraba en una pastelería , ciertamente eran buenos pero a precios prohibitivos. me parecía ya un abuso.Así que decidí perme manos a la obra y cada año los hago en casa, se ha cnvertido en tradición. Yo también los hago con aceite, aunque de girasol y probaré co el de oliva como tú indicas. te ha quedado delicioso, de los tentadores que no sabes cuando vas a parar de comerlo. Un beso muy grande, sé buena y acuestáte pronto que los Reyes Magos te traerán mil cosas buenas!!
ResponderEliminarHas empezado el año con buen pie...ya te queda menos para la segunda pichurrina...
ResponderEliminarFELIZ AÑO bonita....que todo te salga genial
Un besazo
Marialuisa
Hola Cuca.
ResponderEliminarFELIZ año ¡¡¡
Un roscón precioso... y más original que en redondo...a pesar de que z tí te guste más.
Llevo dos años sin prepararlo...y es que a estas alturas estamos rebosantes de tanta comida...
Aunque como el casero ...nada que ver... los comerciales cargados de conservantes...muy bonitos pero nada ricos.
Como dice Balay... " nada como las cosas hechas en casa "
Ya quedan Reyes y en casa Lara estará nerviosa con tanto regalo que le dejaran los Reyes Magos.
Un besazo enormeeee
¡Qué rico, Cuca! Yo tengo pensando ponerme hoy con el mío. Sin fruta escarchada, como no podía ser menos :)
ResponderEliminar¡Besos!
No hay nada como un buen roscón de reyes como el que has preparado. Se ve una miga esponjosa y con toda seguridad está delicioso.
ResponderEliminarSaludos y feliz 2019
Hola Cuca, pues te quedó muy esponjoso. Tuviste tarea con el levado pero yo lo que hago es ponerlo cerquita del radiador, es un pequeño "truquito" que hace que el levado se acelere.
ResponderEliminarDe todas formas, se aprecia lo tierno que quedó.
Muy bien que lo dejes tal cual, eso que te ahorras en calorías ¡jajaja!. Yo siempre lo he rellenado.
En principio este año no tenía que ponerme con el roscón... pero el nuevo año ha regalado a Jordi un gripazo que ni te cuento..., así que creo que me tocará un año más "ponerme" a ello.
Te deseo un feliz día de Reyes, Lara estará encantada porque con lo bien que se ha portado este año, seguro que los Reyes Magos llegan cargaditos de regalos para ella.
La semana próxima ya nos pondremos con la lechuga.
Besitos y feliz fin de semana.
Sil
Me encanta el roscón y si estuviera cerca le daría un buen tiento estoy segura.
ResponderEliminarCon un buen aceite eso no puede fallar, lo dicho te te traigan muchas cosas los Reyes y disfrutar mucho de estos días.
besss
Vaya pinta rica tiene el roscon!! desde luego que de buena gana me iba a merendar a tu casa hoy...
ResponderEliminarFeliz año nuevo bonita!
Hola Cuca. Si me lo permites lo veré y leeré a la vuelta. ahora solo paso para desearte un muy feliz 2019 y que los Reyes Magos te traigan muchos regalos aunque el más importante te llegará un poco más tarde. Espero que llegue perfectamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz año Cuca, tiene que estar delicioso bedazos
ResponderEliminarHola, Cuca . Este roscón está diciendo cómeme y con aceite de oliva fantástico. La forma alargada es más práctica porque se puede aprovechar todo el tamaño de la bandeja. Probaré tu receta pero con abundante fruta escarchada, nos encanta.
ResponderEliminarFeliz año nuevo y que los reyes sean muy generosos.
Cuca, reaparezco después de un descanso bloguero y navideño.
ResponderEliminarTe ha quedado divino y seguro que está riquísimo. Lo que me hubiera gustado saber de tu rosco es el tiempo aproximado de levados, para calcular aproximadamente. Hoy tengo tiempo para esperar, no pienso hacer gran cosa, salvo el roscón antes del almuerzo de mañana. Me encanta hacerlo en casa y este año ya he comprado las frutas confitadas para no pelearme en la cola de la mejor pastelería del centro... no es plan de andar enfadada por el descontrol de los dependientes de la tienda, señor, ¡con lo fácil que sería dar números!
Bueno, hoy en un ratito emoezaré a prepararlo y nos encanta tomarlo esta noche con una taza de chocolate 🍫 para rematar y ya reventar tal globo hinchado para no dudar que estamos en estas fechas de comilonas, dulceríos varios, amenizando todo con copas y licores varios...
Te deseo lo mejor en este año tan importante para tu familia con la llegada de otro bebé que siempre es una bendición. A su casa llega.
Muchos besos y como siempre, achuchones a la “hermana mayor”
Felices Reyes Magos
Cuca!!! Feliz 2019!!! Hacía mucho que no pasábamos por aquí (y lo que nos estamos perdiendo madre mía) ;)
ResponderEliminarEstá súper apetitoso este roscón de Reyes, ¿cuando nos pasamos por tu casa para probarlo dices? Un besito y feliz noche de Reyes Magos!!!
Hola guapa, te ha quedado divino y muy bonita la decoración que le has puesto. Además se ve muy tierno el corte. Con aceite de oliva tengo que probar otro año, tengo curiosidad por ver cómo será su sabor. Te deseo unos felices reyes.👑👑👑😚😚
ResponderEliminarHola Cuca! feliz año!!, deseo que los reyes se hayan portado bien contigo! y deseo que Lara haya disfrutado ese día, y esa noche!!
ResponderEliminarYo he hecho varias veces el roscón con aceite, pero no me he atrevido a usar el fuerte de oliva, uso el 0,4 pensando que quizás el sabor se note, ahora que te leo se que puedo usar el de 1º, desde luego el aspecto es delicioso.
Yo podría comer roscón hasta marzo, jajajajaja
UN besote fuerte!
¡Hola Cuca! Feliz año nuevo corazón... pues este año no sé que me ha pasado con los roscones y mira que llevo haciéndolos muchos años... incluso desde antes de tener el blog... y este año... ni he hecho... ni he probado ninguno... A ti te ha quedado divino y es que viniendo de Belén... ya es un acierto seguro... así que me la apuntaré para el año que viene, a ver si me vuelven las ganas de Roscón jajaa... Bueno Cuca... espero que os hayan traído muchas cositas los Reyes y hayáis disfrutado mucho con la peque hoy... Un beso
ResponderEliminarHola Cuca. Como no me he pasado demasiado, aunque he comido más dulce (con xilitol), de lo normal, todavía me apetece degustar un buen trozo de tu roscón. Se ve esponjoso y si lleva aceite de oliva, todavía me conquista más.
ResponderEliminarFeliz Año y espero que hayas disfrutado de los Reyes con Lara y tu marido.
Besos.
Cuca, en casa aún siguen los adornos, como tú dices da pereza ahora tener que quitarlos.
ResponderEliminarVeo que para no tener mucho espíritu navideño veo que te ha quedado un rosco estupendo, se nota tu buena mano en la cocina. Me gusta tu frase "comienzo al año repartiendo calorías y mucho cariño", es una manera estupenda de empezarlo jajaja
Te deseo un estupendo 2019, lleno de muchas alegrías!
Abrazos
Te ha quedado un roscón espectacular, entiendo todo lo que cuentas.
ResponderEliminarYo llevo dos años haciendolo en casa y no lo cambio por ninguno comprado, se pasan nervios pues encima tenía invitados y hasta que no lo partes no sabes cómo quedó, pero triunfé.
Un abrazo guapa y Feliz 2019
Hola! te ha quedado precioso, y me lo guardo, pues con el aceite de oliva me interesa. Por el colesterol como muy poca mantequilla, aunque de vez en cuando si hago el salto. Seguro que está buenísimo, el año que viene lo probaré, besos y muy feliz año 2019!!
ResponderEliminarFeĺz Año Nuevo, guapa. Este rosconbte ha quedado precioso. Debe de estar bien RICO con el aceite de oliva en la masa...
ResponderEliminarTe ha quedado un roscón de lo más apetitoso!! Me ha gustado eso del aceite de oliva, lo tendré en cuenta para el próximo año.Feliz año nuevo!! Bs.
ResponderEliminarCuca para esta fecha siempre me pilla en la finca de mis suegros con una pequeña rayita de internet en el móvil. Pero bueno, por acá los reyes no son tan celebrados, además de la misa y de ser festivo el primer puente de Año Nuevo, la gente ya está en modo regreso de vacaciones. Por allí ver estas delicias con sus tradiciones y llegada de regalos de reyes es especial. En casa deifinitivsmente la Navidad es entrañable y mágica, el espíritu navideño aunque ya es más bajo claramente que cuando niña aún lo tengo metido y la ilusión por el reencuentro con mi familia es mi mejor regalo de Navidad, el compartir y vivir desenfrenadamente cada momento es tan importante que lo vivo intensamente y a pesar de los excesos y lo rápido qué pasa es algo que aprecio un montón, el tener la oportunidad de viajar para compartir, sencillamente eso. Esa es mi mejor Navidad y mi mejor regalo hasta el día de hoy. Me llevo un trozo de tu roscón de reyes que da en lista de espera desde hace mucho, lo que me gusta de esta delicia es qué hay tantas versiones que las oportunidades de probar cada versión se multiplican y espero este año probarlo, te quedo muy bonito y con ese corte que tiene es ver esa miga e imaginar lo suave y esponjoso que ha quedado. A mi tablero de navidad se va derechito, besos
ResponderEliminarJo, pintaza de roscón!!!!!!!!!!!!! yo este año también ha sido otro mas de los que me he quedado sin hornearlo, así que me voy a hacer propósito para este año y que las Navidades que viene hacer esta receta que tan buenas críticas ha tenido.
ResponderEliminarMe ha encantado la idea de sustituir el azúcar por miel, no lo había escuchado nunca... Varía mucho el sabor?
Un besote