Galette des Rois

Primera entrada de 2016 y estamos a las puertas de la Cabalgata de Reyes que es el día de navidad que más me gusta junto con el del sorteo de la lotería porque ambos días son de ilusión. Supongo que el año que viene será aún mejor porque Lara ya estará con nosotros y será emocionante llevarla a la cabalgata y comprobar su cara de asombro ante tantas luces y tanta música. Del resto no se entarará, pero la ilusión a nosotros no nos la quitará nadie.

Este año también nos acompañará, pero calentita (por desgracia no hace frío, ni llueve, ni nada de lo que tiene que hacer en invierno y ojalá los reyes nos traigan lluvia que es lo que más falta nos hace) y resguardada en la barriga de mamá. El año que viene serán los brazos de papá los que la sujeten e incluso habrá alguna disputa entre tíos, abuelos... para cogerla todos un ratito. 

Pero no adelantemos acontecimientos que el tiempo ya se va demasiado rápido como para andar pensando en la cabalgata de 2017 cuando aún no hemos vivido la de 2016 y yo quiero saborear estos momentos muy despacito porque me queda muy poco y los últimos días se me están yendo volando.

Todos los años el día 5 ya tenemos nuestro roscón en casa esperando que regresemos de la cabalgata, cenemos y lo ataquemos sin piedad en busca del rey (excusa que nos ponemos para zamparnos sin remordimientos dos trozos de bollo por la noche porque la suerte hay que tentarla hasta que salga alguna figurita)

Hasta el año pasado lo encargábamos en una pastelería que hizo nuestras tartas de cumpleaños durante muchos años, pero al final animada por mi amiga Manoli me metí en harina e hice mi primer roscón que me salió bastante decente y ya pienso repetir año tras año.

Sin embargo hoy no os traigo un roscón para preparar la llegada de sus majestades sino que vengo bastante internacional y os presento la Galette des Rois que es el dulce típico que toman en Francia en estos días para celebrar la llegada de sus majestades.

Yo la descubrí hace algo más de un año cuando vi a Paco Torreblanca elaborarla en un concurso de televisión y supe que tenía que prepararla en alguna ocasión porque esto tenía que ser digno de probar si venía de su mano ¡y no me equivocaba!

No he usado la receta que él hizo sino que busqué la receta más original posible de la tradición francesa, lo que comienza a ser un problema porque vas mirando recetas y cada cual hace el relleno a su manera, variando cantidades e incluso ingredientes. Así que cogí ideas de uno y otro lado y ha quedado un relleno buenísimo. Eso sí, la próxima vez haré la receta de Paco que no me quiero quedar sin probarla.

 

El resultado, como podéis intuir a través de las fotografías es un dulce de hojaldre con un relleno delicioso, que en parte recuerda a la crema pastelera, que no es nada pesado de comer porque no resulta excesivamente dulce y que es perfecto para la merienda o para el desayuno ¡pero para un desayuno sin prisas y poder disfrutar de todos los matices que nos ofrece!

 Además es muy fácil de preparar, no tiene complicación alguna y por tanto es apto para los que se inician en el mundo de la cocina e incluso para hacerlo con los niños ¡no dejéis de prepararlo aunque seáis del roscón de toda la vida porque estoy segura de que os va a encantar!

¿Vamos con la receta?

Ingredientes:

* 2 láminas de hojaldre

* 140 gramos de almendra cruda molida
* 100 gramos de azúcar blanca
* 3 huevos
* 75 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

Elaboración:

1. En un bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente (imprescindible que no esté derretida o el relleno se saldrá), dos huevos, el azúcar y la almendra molida y mezclamos hasta obtener una crema homogénea. Reservamos en el frigorífico.

2. Extendemos las dos láminas de hojaldre y con la ayuda de un aro de un molde desmoldable cortamos dos círculos del mismo tamaño repasando el contorno con un cuchillo afilado. Yo usé un molde de 26 cm.

3. Ponemos uno de los círculos de hojaldre sobre un papel para hornear y vertemos la mezcla que teníamos en el frigorífico en él, dejando aproximadamente dos dedos alrededor sin mezcla.

4. Batimos el huevo que nos queda y con ayuda de un pincel de cocina pintamos el borde del círculo de hojaldre que no tiene mezcla.

5. Cubrimos con el otro círculo y presionamos bien con los dedos para que ambos círculos queden sellados.

6. Con un cuchillo afilado podemos hacer unas marcas sobre la capa superior sin llegar a romperla. Pintamos la superficie con huevo batido.

7. Indroducimos en el horno precalentado a 180º C y horneamos hasta que el hojaldre esté dorado, lo que serán aproximadamente unos 25-30 minutos.

8. Dejamos enfriar antes de manipular para que no se rompa.

Como podéis comprobar es una receta la mar de sencilla con ingredientes que habitualmente tenemos en casa. Lo más "exótico" es la almendra molida que podéis encontrarla sin dificultad alguna en todos los supermercados mucho más en estas fechas (aunque igual más de uno arrasó con las existencias para hacer los dulces navideños)

Repasando mis recetas navideñas está claro que este año me he alejado bastante de las recetas tradicionales y he optado por alternativas "de aprovechamiento" y recetas extranjeras, así que por este año me vais a perdonar que los reyes no tengan su roscón.

Espero que pongáis un bonito broche a estas semanas festivas y que viváis una emocionante víspera de reyes disfrutando de la cabalgata y el ambiente en la calle. Y si tenéis que hacer compras de última hora ¡mucha paciencia! 

Manos a la masa y ¡bon appétit!