He comentado muchas veces que a mí Halloween no me gusta y que yo soy pro Día de Todos los Santos, pero no sé qué me pasó el otro día que cuando fui a hacer la compra me encontré con un molde de silicona de calabazas con caritas en LIDL y si no lo echo en el carro no me vengo de allí. No sé si son las hormonas del embarazo que me tienen revolucionada o que la pequeña Lara ¡que aún no os había dicho el nombre! ya está pidiendo que mamá se vaya entrenando para cuando ella esté aquí.
No faltó ni mucho para armar una pataleta cual niña malcriada cuando mi marido intentaba razonar conmigo que tenía muchos moldes, algunos sin estrenar, y que este lo iba a usar muy poco porque era de temática muy marcada. Todo me daba igual. Yo quería mi molde de calabazas.
Y para que mi marido no me eche en cara que no utilizo las cosas y las dejo guardadas en el armario durante meses y meses me puse rauda y veloz a pensar qué receta podía preparar (al menos hay que estrenar el molde)
Quería algo original y terroríficamente rico y como sólo hay seis moldes podía ser hasta hiper-mega-calórico porque tampoco había tanta cantidad para pecar. Le dí muchas vueltas porque se me ocurrían ideas pero no sabía qué tal iban a resultar para desmoldarlas y darles la vuelta para ver la carita de la calabaza y al final creo que acabé optando por la más arriesgada (y probablemente calórica)
¡El que no lo intenta no gana y si salía mal el invento sólo quedaba volver a empezar!
Y así es como han nacido estos pastelitos cuya receta original era de galleta (mi idea era hornear unas galletas-brownie) y que tienen el corazón de bizcocho que si de por sí son ya pecaminosos están rellenos de crema de cacao y trozos de nube ¡ahí es nada! Me río yo de los bollos industriales y sus rellenos ¡donde esté mi imaginación que se quite todo lo demás! Porque os aseguro que cuando me pongo a maquinar no sale nada bueno o más bien nada sano porque ricos están un rato ¿eh?
La superficie y la base tienen textura de galleta (incluso podéis ver lo caramelizada que queda la carita de la calabaza) pero el centro es esponjoso como un bizcocho ¡y con crema de cacao! es que están ricas como para no parar de comer hasta acabar con todas ¿eh?
No se me ocurre nada más que contaros. Si tenéis este molde u otro similar por casa ¡lo mejor es que los preparéis y juzguéis por vosotros mismos!
Ingredientes:
* 100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
* 200 gramos de azúcar moreno
* 1 cucharadita de azúcar vainillada o de esencia de vainilla
* 1 huevo
* 165 gramos de harina
* 2 gramos de levadura química
* 1 cucharada sopera de leche
* Crema de cacao para el relleno
* Nubes
Elaboración:
1. En un bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
2. Incorporamos el huevo y la esencia de vainilla o el azúcar vainillado y batimos hasta que esté integrado.
3. Por último añadimos la harina, la levadura química y la cucharada sopera de leche y mezclamos hasta que nuestra masa sea homogénea.
4. Con la ayuda de una cuchara sopera depositamos una cucharada generosa de masa en la base de cada molde y extendemos bien para cubrirlo.
5. En el centro ponemos una cucharadita de crema de cacao y un trocito de nube.
6. Cubrimos con el resto de masa.
7. Metemos en el horno precalentado a 180º C y horneamos durante 20 minutos.
8. Una vez horneados dejamos enfriar por completo y metemos en el frigorífico durante un par de horas (o toda la noche si es posible) antes de desmoldar.
Estos bizcochos tienen textura de galleta en los extremos, pero el centro es delicado y en caliente se puede romper fácilmente así que lo mejor es prepararlas con antelación para que las prisas no nos fastidien la receta.
Los trozos de nube le dan bastante sabor, pero durante el horneado se deshacen e incluso pueden hundir y romper la superficie. Tampoco es un problema porque al desmoldarlos se convertirá en la base y no se verá, pero tendréis un "agujero" en el centro del pastel, así que podéis quitarlos y dejar sólo la crema de cacao para el relleno.
Mientras ultimo mi entrada de hoy me doy cuenta de que mi jefa tiene mucha razón cada vez que me dice que el pecado de la lengua es el primero que se paga (¡sabio el refranero español!) porque bien poco he tardado en sucumbir a estos moldecitos ¡que me parecen monísimos! y a la tentación de ofrecer una idea para Halloween.
Pero recordad que cualquier molde de silicona os servirá para prepararlos ¡que están tan ricos que ya no queda ninguno y mi marido pregunta cuándo los repito!
Me despido de vosotros y os deseo que tengáis muy buen fin de semana que hace poco me enteré que no en todas las comunidades es largo. Yo tengo tantos planes que de antemano sé que no voy a parar ni un momento ¡pero todos me apetecen un montón! ¡Nos vemos la próxima semana!
No se me ocurre nada más que contaros. Si tenéis este molde u otro similar por casa ¡lo mejor es que los preparéis y juzguéis por vosotros mismos!
Ingredientes:
* 100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
* 200 gramos de azúcar moreno
* 1 cucharadita de azúcar vainillada o de esencia de vainilla
* 1 huevo
* 165 gramos de harina
* 2 gramos de levadura química
* 1 cucharada sopera de leche
* Crema de cacao para el relleno
* Nubes
Elaboración:
1. En un bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
2. Incorporamos el huevo y la esencia de vainilla o el azúcar vainillado y batimos hasta que esté integrado.
3. Por último añadimos la harina, la levadura química y la cucharada sopera de leche y mezclamos hasta que nuestra masa sea homogénea.
4. Con la ayuda de una cuchara sopera depositamos una cucharada generosa de masa en la base de cada molde y extendemos bien para cubrirlo.
5. En el centro ponemos una cucharadita de crema de cacao y un trocito de nube.
6. Cubrimos con el resto de masa.
7. Metemos en el horno precalentado a 180º C y horneamos durante 20 minutos.
8. Una vez horneados dejamos enfriar por completo y metemos en el frigorífico durante un par de horas (o toda la noche si es posible) antes de desmoldar.
Estos bizcochos tienen textura de galleta en los extremos, pero el centro es delicado y en caliente se puede romper fácilmente así que lo mejor es prepararlas con antelación para que las prisas no nos fastidien la receta.
Los trozos de nube le dan bastante sabor, pero durante el horneado se deshacen e incluso pueden hundir y romper la superficie. Tampoco es un problema porque al desmoldarlos se convertirá en la base y no se verá, pero tendréis un "agujero" en el centro del pastel, así que podéis quitarlos y dejar sólo la crema de cacao para el relleno.
Mientras ultimo mi entrada de hoy me doy cuenta de que mi jefa tiene mucha razón cada vez que me dice que el pecado de la lengua es el primero que se paga (¡sabio el refranero español!) porque bien poco he tardado en sucumbir a estos moldecitos ¡que me parecen monísimos! y a la tentación de ofrecer una idea para Halloween.
Pero recordad que cualquier molde de silicona os servirá para prepararlos ¡que están tan ricos que ya no queda ninguno y mi marido pregunta cuándo los repito!
Me despido de vosotros y os deseo que tengáis muy buen fin de semana que hace poco me enteré que no en todas las comunidades es largo. Yo tengo tantos planes que de antemano sé que no voy a parar ni un momento ¡pero todos me apetecen un montón! ¡Nos vemos la próxima semana!
Manos a la masa y ¡bon appétit!
