Encontré esta receta en pleno invierno en el blog La receta de la felicidad y aunque el calabacín lo podemos encontrar todo el año en las fruterías se me ocurrió que sería perfecta para prepararla con los primeros calabacines que diera la huerta de mi padre este verano (es un pasatiempo de jubilado novato).
Y como ya nos ha traído los primeros calabacines he cumplido la promesa que me hice a mí misma y me he puesto manos a la obra este fin de semana.
Cuando mi marido me vio con el calabacín para la masa dijo que a él no le cabía en la cabeza usar una hortaliza en un bizcocho de chocolate y que ya podía ir preparándome para comérmelo solita.
Sinceramente, me pareció una idea estupenda.
Sin embargo, cuando lo probó (con cara de resignación, murmurando entre dientes que lo hacía para que lo dejase en paz pero que a él eso no le iba a gustar...) ¡le faltaba bizcocho!
¡Ay! ¡qué poca fe tienen estos hombres!
Es un bizcocho jugosísimo y por si os lo estáis preguntando, ni sabe a calabacín ni lo notas cuando te lo comes.
Ingredientes:
* 300 gramos de calabacín, limpio y con piel, triturado
* 125 ml de aceite de girasol
* 200 g de azúcar
* 250 g de harina
* 50 g de cacao puro en polvo
* 1 cucharadita de levadura química
* 200 g de azúcar
* 250 g de harina
* 50 g de cacao puro en polvo
* 1 cucharadita de levadura química
* 1 cucharadita de vainilla
* 1 pellizco de sal
* 1 pellizco de sal
Elaboración:
1. Trituramos en la picadora el calabacín, lavado y con piel. Mejor hacerlo en cantidades pequeñas para que se pique bien, y no se haga una pasta lo que hay abajo y queden trozos más grandes en la parte de arriba.
2. Mezclamos todos los ingredientes en un bol. No os preocupéis por el aspecto de la masa. Sí, eso tan rato y con tan mala pinta es lo que tiene que ser.
3. Precalentamos el horno a 180 º C y untamos con mantequilla nuestro molde. Yo en este caso puse papel de hornear en la base porque desmolda perfectamente.
Como véis es un bizcocho de lo más sencillo, se prepara en un tris y así conseguís que vuestra familia coma verdura sin problema alguno ¡son todo ventajas!
Manos a la masa y ¡bon appètit!